Origen, Evolución y Situación Actual del Desarrollo del Sector Industrial en el Estado de HidalgoOrigen, Evolución y Situación Actual del Desarrollo del Sector Industrial en el Estado de Hidalgo
Enviado por karlo • 19 de Febrero de 2018 • 5.881 Palabras (24 Páginas) • 558 Visitas
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Son parques industriales privados donde el gobierno solamente participará como facilitador de nuevas inversiones, pero la gestión es vía empresas privadas, entonces cada una tendrá sus políticas de ocupación de acuerdo al mercado”.
Objetivo General
Identificar y reconocer el desarrollo de la industria en Hidalgo así como sus beneficios económicos y su exportación de productos.
Objetivos Específicos
- Conocer sectores del desarrollo industrial en Hidalgo
- Identificar a que nivel nacional de industrialización se encuentra el estado de Hidalgo
- Analizar las ramas de la industria en Hidalgo
- Conocer los proyectos de desarrollo industrial
- Identificar cuáles son las Industrias de mayor impacto en Hidalgo
Marco Teórico
En el caso del proceso de industrialización del país, el Estado se convirtió en el principal empresario y promotor de la industrialización, creando inicialmente la infraestructura necesaria para ello. Así por ejemplo, en 1925 fundó el Banco de México y en 1933 Nacional Financiera (NAFIN) para dirigir los recursos financieros necesarios a la industria; paralelamente, empresas consideradas estratégicas fueron nacionalizadas, tales como tales como PEMEX y Ferrocarriles Nacionales de México (FNDEM), la industria petroquímica y la industria eléctrica.
A la vez, en 1942 el Estado creo la empresa Altos Hornos de México y en 1945 Guanos y Fertilizantes de México (GUANOMEX), empresas que en menos de 20 años pasaron a controlar prácticamente todo el mercado nacional de acero y de fertilizantes. Otras empresas como Ayotla Textil, Complejo Industrial Ciudad Sahagún, Nacional Azucarera, MINSA y CONASUPO, la Industria Nacional Química Farmacéutica, la Comisión Federal de Electricidad, etc., también fueron creadas por el Estado ante la lentitud de la inversión privada.
El Estado de Hidalgo se convirtió así en propietario de empresas de autos, de camiones, de bicicletas, de pesca, etc., pasando el número de empresas estatales de 36 en 1938 a 236 en 1970, para llegar en 1982 a tener, aproximadamente, 1155 empresas. Con esta penetración del Estado en la economía se procedió a desarrollar una política industrial intervencionista hasta principios de los años ochenta, a través de la cual la industrialización del Estado de Hidalgo recibió un primer impulso con la creación de los “Polos de Desarrollo Industrial”.
En Hidalgo, aparte de la minería, hasta la década de los setenta, la actividad económica se concentraba fundamentalmente en un enclave nacido el siglo pasado en Tula, (cemento); la industria textil localizada en Tulancingo; y textil y alimenticia en Tepejí del Río. El desarrollo industrial solo fue posible gracias a inversiones federales en la industria metalmecánica y automotriz, en la industria del petróleo y petroquímica, en la generación de electricidad y en la creación de infraestructura económica, entre otras; mientras que se estimuló a la inversión privada en la industria a través de financiamientos blandos, subsidios, estímulos fiscales y medidas arancelarias; lo que contribuyó a la larga a la reactivación de la economía hidalguense.
Las datos de INEGI indican, que en 1993 Hidalgo concentraba solo el 1.8 % del total de las Unidades Económicas existentes en el país, las que absorbían el 1.5 % de la fuerza laboral empleada en la economía nacional con 41 579 Unidades, de las cuales solo el 12.35 % pertenecían al sector industrial; cifras que demuestran el limitado aporte de Hidalgo a la economía nacional en términos de generación de empleo.
Por otra parte, considerando el número de establecimientos industriales y los empleos generados por las diferentes ramas de la industria existentes en Hidalgo, ésta se basa, en lo fundamental, en la producción de alimentos, prendas de vestir, productos metálicos, minerales no metálicos y textiles; mientras que las ramas de prendas de vestir, productos metálicos, alimentos y maquinaria y equipo no eléctrico fueron las que más empleo generaron en 1994.
Comparativamente la industria manufacturera hidalguense tiene una mayor participación en los ingresos nacionales en relación a la minería, a pesar de que ésta última cuenta con un mayor número de establecimientos y de puestos de trabajo, lo cual pone en evidencia el carácter extensivo de la explotación minera y del desarrollo industrial en el Estado y plantea la posibilidad de mejorar la producción minera a partir de la modernización de la tecnología utilizada y de la calificación de la fuerza de trabajo.
De aquí que la disyuntiva del proceso de industrialización de Hidalgo sea, promover la creación de empresas industriales extensivas en mano de obra sin calificación y mal remunerada, altamente contaminantes y demandadoras de grandes cantidades de agua, que el Estado no pose, o estimular la instalación de industrias intensivas en capital, que no requieren de grandes recursos acuífero y generan pocos desechos contaminantes como es el caso de la electrónica; para lo cual será necesario formar la fuerza de trabajo calificada que requiere la tecnología de punta, aprovechando las ventajas de la ubicación geográfica de Hidalgo, que le dan acceso por tierra y por mar a mercados donde la mano de obra calificada es más costosa.
Generalmente los movimientos migratorios de la población están asociados a la demanda de fuerza de trabajo por los mercados y al exceso de oferta sobre los mismos, lo cual genera desempleo y baja el nivel de los salarios. En el caso de Hidalgo, el análisis del número de ocupados en cada sector de su economía durante las dos últimas décadas, permite ver la evolución de los mercados de trabajo ligada a tres factores:
- La creación de nuevas industrias, como producto de la descentralización de la industria de la ciudad de México.
- Al desarrollo de los servicios producto del proceso de urbanización del sur del estado.
- A la baja rentabilidad de la producción agropecuaria y la caída de los precios de los productos primarios en los mercados internacionales.
La lógica de impulsar el desarrollo del Estado a partir de la creación de “parques industriales” en los setentas, como el complejo industrial ciudad Sahagún, el complejo lechero de Tizayuca, la construcción de la refinería, la termoeléctrica
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