Sistema carcelario en Colombia

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Cuando hablamos de salud encontramos otro problema demasiado álgido ya que lo que se vive en las cárceles es demasiado denigrante, pues ni el sistema de salud ni el gobierno, dan respuesta a estas necesidades y los reclusos se encuentran con problemas graves y nadie responde, la falta de insumos y medicamentos, falta de personal capacitado, espacios adecuados para su atención y el buen desarrollo de tratamientos, dan como resultado una calidad de vida demasiado baja y sin ninguna solución a corto plazo. Lograr concientizar a los dirigentes de estas instituciones, es una meta demasiado difícil de lograr ya que para ellos sus prioridades son otras y no el beneficio de las personas recluidas.

Según mi punto de vista, otro de los principales problemas del sistema carcelario es la corrupción, falta de interés y moralidad por parte del gobierno, directivos, administrativos y toda aquella persona que tenga un vinculo y poder de decisión sobre el desarrollo y mejoramiento de este sistema, tanto en infraestructura como en desarrollo social, pues es claro para todos nosotros, que en esta sociedad siempre prima por encima del bien común, el bien particular, y cuando existe la oportunidad de sacar provecho, los valores éticos y morales se olvidan. Esto se puede ver en la falta de inversión e interés por la situación actual de las cárceles y las personas que las ocupan.

En conclusión, en Colombia y en su sistema carcelario, se hacen presentes: la corrupción, el hacinamiento, las fallas de infraestructura, las malas condiciones higiénicas y de salubridad, la falta de educación y de espacios para el deporte y la recreación, así como talleres que permitan el aprendizaje de un oficio. Considero que las autoridades, deben revisar los procesos de los internos, de cada uno de los casos anteriormente señalados. La necesaria reforma penitenciaria, como cualquier cambio social, no puede cambiar de un día para otro, sino que, por el contrario, va a tomar varios años y un considerable ejercicio de responsabilidad y duro trabajo.

Cuando logremos recuperar los valores morales y educar nuestra sociedad, lograremos disminuir la corrupción y la delincuencia. Primará el bien común sobre el particular y nuestra sociedad futura, encontrará en las edificaciones carcelarias, historia para no repetir.

REFERENCIAS

- Zuleta, E., & Valencia, A. (1991). Colombia: violencia, democracia y derechos humanos. Bogotá: Altamir Ediciones.

- Tiempo, C. (2017). Salud de internos, otra 'bomba de tiempo' en las cárceles del país. [online] El Tiempo. Available at: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16546688

- Tiempo, C. (2017). 'Colombia no necesita más cárceles sino menos presos'. [online] El Tiempo. Available at: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16372566