Violencia de las mujeres en Ayaucho en la época del terrorismo en e Perú
Enviado por Ledesma • 29 de Marzo de 2018 • 3.343 Palabras (14 Páginas) • 478 Visitas
...
La razón por la cual estos abusos fueron permitidos fue porque el Estado le dio mucho poder a las Fuerzas Armadas sobre la población. Así lo señaló Ciro Alegría, asesor de la Comisión de la Verdad y Reconciliación en el documental del IDL: “Un país fragmentado dónde los políticos se desentienden, sistemáticamente, del asunto de seguridad interior y la defensa y dejaron todo el poder a los militares”(2006). En diciembre de 1982, los distritos de Huamanga, Huanta y Víctor Fajardo pertenecientes al departamento de Ayacucho, hasta ese momento declarados en emergencia por el presidente Fernando Belaúnde Terry, fueron controlados totalmente por los comando políticos - militares. Esto generó una relación vertical entre las Fuerzas Armadas y los pobladores de estas zonas rurales y permitió el abuso de autoridad por parte de las fuerzas del orden, sobre todo el abuso hacia las mujeres campesinas. Esto, a su vez, generó desconfianza en la población del grupo que se encargaría de protegerlos.
Los grupos subversivos también violaron los derechos de las mujeres campesinas a través de torturas, amenazas, desapariciones de familiares, ejecuciones y violaciones. Este último fue utilizado por este grupo en menor medida, ya que tenían algunas normas sobre esta acción como lo señalan Elena C. y Lucía M. Alvites en su artículo: ¨En el caso de los grupos subversivos, la violación sexual fue la forma de violencia sexual a la que menos recurrieron, incluso en el interior de los grupos se encontraba prohibida y acarreaba sanciones. Sin embargo, ésta fue una norma que se aplicaba a los combatientes mas no a los líderes, ni estaba referida a la población civil.” (2007:133)
Este abuso sexual se empleó con mujeres que pertenecían al partido como estrategia de guerra que consistía en la unión forzada de sus miembros con el objetivo de crear lazos afectivos más allá de los lazos que poseían por la ideología política.
Las mujeres campesinas ayacuchanas también fueron víctimas de desapariciones forzosas por parte de Sendero Luminoso y las sometía a su régimen de obediencia. La mayoría niñas y jóvenes fueron secuestradas y reclutadas en sus centros de concentración. Estas eras obligadas a realizar distintas actividades (cocinar, lavar, entre otros) a favor de los camaradas y combatientes, además muchas de ellas eran forzadas a unirse con miembro de Sendero Luminoso y las mantenían en sus filas contra su voluntad.
El ataque de sendero hacia las mujeres fue, mayormente, a las que pertenecían a organizaciones campesinas o eran líderes en algunas de estas (comedores populares, organizaciones de búsqueda de personas y rondas campesinas). En la CVR, se señala que se ha logrado recoger testimonios que dan cuenta de la magnitud de la ofensiva del PCP-SL contra las dirigentes populares. De acuerdo a la información, se constata que el PCP-SL fue el principal perpetrador de asesinatos contra dirigentes femeninas. Como es el caso de la ayacuchana Guadalupe Ccallocunto Olano que, según el testimonio de su hijo Álvaro Quispe Ccallocunto, fue asesinada por 15 encapuchados miembros de SL en el año 90.Ella era miembro y lideresa de ANFASEP. Organización cuyo objetivo es la búsqueda de personas desaparecidas.
Según el CVR, otra forma de asesinato particularmente cruel perpetrado por el PCP-SL es la quema de mujeres. Como lo atestigua el testimonio número 204213 del CVR: “[…] los senderistas llegaron a la comunidad de Orccosa junto con 6 mujeres detenidas […] Las condujeron a una casa deshabitada, las encerraron dentro, rosearon kerosene alrededor de la casa y prendieron fuego. […] los senderistas reunieron a la población de Orccosa donde les comunicaron diciendo: hemos matado a 6 soplonas así morirán todos lo soplones […].” (2003)
Esta quema de mujeres lo realizaban delante de la población como un método de amenaza y de represión a los pobladores. Fue, también, una forma de advertencia de lo que les sucedería a las mujeres de la población que se atrevieran a apoyar a las Fuerzas Armadas. Las mujeres también eran humilladas en medio de las plazas cuando les cortaban las trenzas. Realizaban este corte para que la comunidad se entere que eran personas culpables y debían ser juzgadas.
Ciertamente, SL no abusó, en gran medida, sexualmente de las mujeres campesinas, pero sí las expusieron a otros tipos de abusos y humillaciones. Un grupo que, supuestamente, velaba por sus derechos los atacaban tanto o más que las Fuerzas Armadas.
Una de las consecuencia sociales, que dejo la violencia ejercida hacia la población de las zonas rurales del departamento de Ayacucho, fue la desintegración de los vínculos comunitarios y familiar. Esto se dio por la muerte de los líderes de las comunidades y padres de familia. Esto generó un sentimiento de inseguridad e incertidumbre en toda las poblaciones afectadas, así también lo señala Reynaga Farfán en su tesis “La pérdida de los familiares más cercanos durante la guerra, como padres, e hijos;generaron situaciones de incertidumbre en las personas, debido a la ruptura del soporte y seguridad tanto material como emocional a nivel familiar; lo mismo ocurrió a nivel de la comunidad, ante el desactivamiento de las organizaciones y la ausencia o pérdida de sus autoridades”(2008:28).Como se señala en la cita anterior la desintegración familiar se dio, sobretodo, por la muerte o desapariciones de padres de familia e hijos varones. Este hecho generó orfandad y viudez.
Ayacucho fue el departamento en el cual, el conflicto armado interno, dejó más personas viudas (os), así lo señala Reynaga en su tesis, “En cuanto a las viudez, de acuerdo también al Censo por la Paz (1980 - 2000), del total de 15019 viudas(os) registradas en las catorce regiones afectadas por violencia política, Ayacucho tiene la mayor proporción que representa el 49%. Si discriminamos por género el 90% son viudas y solo el 10% viudos.”(2008:58). Como se señala en la cita anterior, el género más afectado por la viudez fue el femenino. Estas mujeres tuvieron que afrontar los cambios sociales, económicos y emocionales que dejó el conflicto. Por una parte, las viudas fueron rechazadas de la sociedad y de las redes productivas de los pueblos donde vivían, ya que eran mal vistas por los pobladores. Esto se debía a la cultura de estos pueblos dónde estar casada y tener una familiar era importante y vital para la comunidad, de esta manera lo señala el CVR, “El quedarse sola tiene un significado especial en el caso de las mujeres andinas, socializadas en una cultura donde, las relaciones de ayuda mutua, la reciprocidad y el trabajo de la pareja son la base de la vida en común y los ejes del prestigio y reconocimiento social.” (2003:
...