Visión de un Chile político, el por qué

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Aun después del descontento con la política actual que la arman estas dos grandes mayorías, ambas fueron las elegidas por el pueblo Chileno, una manifestando más fuerza que la otra, ya que en referencia a los datos públicos del Servel, Michelle Bachellet, la candidata de la Nueva Mayoría saco un 46.69% de los votos, versus Evelyn Matthei que obtuvo el 25.02% de los votos. Estos datos podrían ser el mejor contra-argumento a lo expuesto en este ensayo, pero estos son datos que para entenderlos bien deben ser complementados en simples sumas y restas con el resto de los datos expuestos y es que, si bien dentro del resto de los candidatos, ninguno obtuvo más del 11%, sumando aquellos personajes y partidos que decían ser un cambio a lo que está liderando el país en estos momentos, obtenemos la suma de 28.25%, que se posicionaría como una tercera mayoría, que marca y refleja más que la candidata de la Alianza, aun así tenemos un 25% de la candidata y un 28.25% de esta tercera mayoría por lo que podría asegurar que Chile realmente quiere el regreso de la candidata de la Nueva mayoría ex concertación, sin embargo si sumamos aquellos votos válidamente emitidos, obtenemos que un 53.25% decidió votar por quien no era Bachellet.

Lo anterior son simples sumas y restas, no reflejan lo que está bien y que está mal, solo demuestran que estamos en un país que está cambiando, y si vemos las propuestas de los candidatos, es un país que quiere respetar a sus pueblos originarios, que quiere ser de una sociedad de derechos, con un 8% obtenido con la campaña AC (a la cual hay que restar el hecho del miedo que generaba el no saber si esto podría anular el voto) también entendemos que quiere participar, quiere manifestarse y entender donde está frente al mundo y sí mismo.

El futuro de la próxima presidenta no se viene tranquilo, y es que con el Chile actual en el que estamos, el no cumplimiento o el solo hecho de mostrar ser una fuerza que va en contra de las necesidades del país, significará una revolución aun mayor a la demostrada el año 2006 y 2011, ya que ahora no solo son los jóvenes los que están participando de estas sino que se suma el sector público y esto llama a que otros también quieran manifestarse, generando que ni el cientista político más erudito pueda predecir con exactitud qué es lo que se viene.