CONSTITUCIONALISMO SOCIAL Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

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Otro cambio notable que impulso el contacto con la zona central que incluía la ciudad de México, fue la concentración industrial del país en la misma ciudad de México, puebla Tlaxcala y la zona adyacente a Orizaba, así como las diversas regiones de mayores conflictos entre las haciendas y las comunidades campesinas, en Morelos, puebla, Tlaxcala y el estado de México, fue entonces en aquella época cuando el constitucionalismo debía empezar a realizar labores gubernamentales a pesar de que carecía de un proyecto cabalmente definido y de un equipo solvente en experiencia y suficiente en cantidad, situación que lo obligó a conformar un aparato político-burocrático compuesto básicamente de tres elementos, consistentes en militares y políticos constitucionalistas de Coahuila y sonora principalmente y el noreste que tuvieran experiencia o capacidad administrativa, miembros de la clase media marginados por los gobiernos porfiristas y huertitas y la burocracia media y baja del antiguo régimen dispuesta y capaz de reciclarse.

Con esto se pretendía llevar adelante las reformas sociales a que se había comprometido lo que provoco numerosas desilusiones entre las bases, esto para establecerse como gobierno teniendo como finalidad satisfacer los reclamos socioeconómicos que le plantearon las clases populares, pero sin provocar el miedo y el rechazo de las clases medias y de los inversionistas extranjeros.

Otro de los problemas graves a los que se enfrentaba en aquellos tiempos, se resume en que el movimiento constitucionalista social, tema principal de nuestro presente trabajo debía convertirse en un gobierno autentico nacional, lo que exigía entender su dominio al sur y sureste del país, regiones donde no se peleó contra huerta, lucha que hubiera implicado el debilitamiento de las elites, aliadas y representantes del huertismo en la región, y el desarrollo de fuerzas revolucionarias locales. Así el constitucionalismo debía extenderse a la mitad del país que carecía de cuadros y partidarios organizados previamente y donde era previsible que enfrentara la oposición y el rechazo de las elites, las que conservaban casi intacto su poder.

El problema mayor consistía en que derrotado el enemigo común, llamado huerta, los victoriosos ejércitos rebeldes habrían de enfrentarse entre sí pues todos ellos, de carácter constitucionalistas villistas y zapatistas, deseaban imponer su proyecto de desarrollo al resto del país, a pesar de que los proyectos de los últimos eran parciales y localistas. Si bien hubo intento para resolver pacíficamente las controversias y llegar a un proyecto común las diferencias eran insalvables, por lo tanto el inevitable conflicto asolo al país durante todo 1915 en la etapa conocida como la guerra de facciones. Los intentos conciliadores y manifestaciones de hostilidad coexistieron y compitieron entre agosto y noviembre de 1914 meses de grandes redefiniciones. Ahora bien cuando Venustiano abandono la ciudad de México se dirigió en actitud bélica a Veracruz plaza menos vulnerable que la capital y controlada desde abril por los norteamericanos, quienes la desalojaron para que la ocuparan los constitucionalistas, entre los que destacaban cándido Aguilar ranchero veracruzano ex maderista y uno de los primeros y más importantes apoyos de Carranza.

En menos de un año los constitucionalistas derrotaron a los Villistas y zapatistas convirtiéndolos en grupos guerrilleros limitados a sus respectivas regiones. Tanto el triunfo como la derrota final se explica mediante factores políticos militares, económicos y sociales, pero lo cierto es que desde muy pronto los resultados comenzaron a favorecer a los carrancistas en este tiempo el gobierno convencionalista pretendió tener alcance nacional dominando ciudades como puebla Guadalajara, Torreón y Monterrey, sin embargo un mes después ya había perdido las dos primeras poblaciones, pero aunado que muy pronto surgieron graves diferencias entre el antiguo minero coahuilense Eulalio Gutiérrez, encargado del poder ejecutivo por la convención y los villistas y zapatistas, aquel tuvo que huir de la capital a mediados de enero del año de 1915 llevándose consigo a un crecido número de convencionalistas que pretendían crear un gobierno estable legitimo plural y revolucionario que fuera independiente de Carranza de Villa y Zapata.

Por su parte la fracción constitucionalista siempre tuvo el mismo liderazgo incontrovertible. Al margen de los problemas habidos entre los militares y los políticos civiles cercanos a don Venustiano, el constitucionalismo solo tuvo un jefe llamado Carranza, experimentado y legitimado quien también ejerció el dominio necesario sobre los jefes militares en campañas, sobre todo el constitucionalismo era un grupo altamente homogéneo en 1915, con la disciplina suficiente para conservar su unidad, identidad y estructura. En cambio el convencionalismo estaba constituido a partir de una alianza reciente entre grupos norteños populares con campesinos tradicionales del centro y sur del país.

Sin embargo dado que los constitucionalistas fueron los primeros en ocupar la ciudad de México, tomaron control de las fábricas de armas y municiones con la expansión instruida por el gobierno porfirista y mantenidas por el huertista. Si bien el mercado europeo se había tornado inaccesible y el estadounidense se había encarecido gravemente, el constitucionalismo conto cuando menos a diferencia del Villismo con cierta producción propia de municiones y con talleres para reparar las armas que lo requerían.

Así mismo los constitucionalistas tenían la experiencia de oponer divididos, cuando menos en ejercito del noreste y del noroeste a diferencia de la división del norte, siempre unida y que ahora tuvo que partirse para luchar simultáneamente en varios frentes, por último la táctica que les había dado tantos triunfos contra la carga de caballería, no funciono contra las fuerzas constitucionalistas, no era lo mismo atacar a los aterrados huertistas parapetados en ciudades y poblaciones que luchar contra novedosas trincheras constitucionalistas, claves en el resultado de los combates del bajío. La expansión constitucionalista al centro oriente y sureste del país le dio además de recursos económicos, la posibilidad de reclutar contingentes humanos frescos, así mismo le dio legitimidad nacional y cierto prestigio internacional, así como el crecimiento geográfico el cual traía aparejado el aumento de su representatividad social, así mientras la fracción constitucionalista llego a tener alcance nacional, la convencionalista termino por quedar constituida por dos fuerzas regionales distintas. A mediados del año 1915 el triunfo constitucionalista era inminente, habían derrotado al villismo en Celaya león y Aguascalientes