¿Cómo se articulan las relaciones entre saber, poder y sexualidad?

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A lo largo del tiempo sean empleado mecanismos de control, disciplina y sugestión social, en torno al sexo y a la sexualidad de los sujetos e individuos. A través del saber y del poder sean implementado y creado una infinidad de discursos, verdades y saberes dirigidos al sexo, al igual que una serie de controles y prohibiciones apegadas al mismo. En un principio la represión y el control típico de las sociedades burguesas del siglo XVII, era uno de los más grandes impedimentos a la hora de hablar o comentar sobre el sexo, existía una gran censura en el lenguaje la cual fue instaurada a través de relaciones de poder e intentaba mantener a la gente en silencio o simplemente los incitaba a callarse. Era un control estricto enfocado a definir donde y cuando, como también en qué situación era posible hablar sobre sexo y viceversa. Lo que en realidad estaba sucediendo era una incitación de los sujetos a hablar sobre sexo, de esta forma se multiplicaban e intensificaban los discursos en torno a él, para comprenderlo de mejor forma es aquí donde las prohibiciones y estrictos controles que ejercieron por medio del poder jugaron un papel fundamental, ya que la censura y todo lo que ella traía consigo solo logro plantar y generar en los individuos un sentimiento de incertidumbre hacia lo prohibido y censurado, lo cual género que estos se vieran en la obligación de buscar respuestas y de esta forma crear su propia verdad y a la vez obtener su propio saber en torno al sexo.

A comienzos del siglo XVIII, es donde comienza la incitación política y económica a hablar de sexo, pero esta no se apegaba a la idea de definir o plantear una teoría sobre la sexualidad, si no que se enfocaba a obtener un control sobre nuestros cuerpos de manera estratégica a través de verdades, saberes o también clasificarnos bajo distintas perversiones, todo esto era producido mediante sus discursos por el poder que ejercían. Lo que se buscaba conseguir a través de estos discursos muy bien elaborados era que funcionaran y surgiera efecto en la economía del país. Ya no buscaban penalizar a los que cometían una acción indebida y mucho menos querrían aceptarlos, si no que se intentaban dirigir de una manera específica y al mismo tiempo insertarlo de forma exacta en sistemas de la sociedad o en los que sirvieran a la misma, de una manera u otra, lo que ellos buscaban era administrar el sexo.