ENSAYO: CORRUPCIÓN Y MANEJO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Enviado por Jerry • 24 de Octubre de 2018 • 1.299 Palabras (6 Páginas) • 409 Visitas
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que los principales canales de televisión los cuales hoy agrupan aproximadamente el 95% de la audiencia colombiana.
Canales como RCN y Caracol televisión, hacen más sencillo que las personas no presencian de manera verdadera condición del país, inhibiendo la posibilidad de una mejora frente a esta enfermedad que nos acecha. Como ejemplo, tenemos las transmisiones simultáneas que iniciaron hace un tiempo, durante el periodo de los diálogos, como una necesidad del Estado para cubrir el espectro de opinión generado por los diálogos del Caguán. Su objetivo era que los colombianos vieran a través de sus transmisiones solo lo que al Estado le convenía, estableciendo una gran barrera entre la población colombiana y la mesa de diálogos. Al Estado no le convenía que se escucharan ni siquiera las propuestas más básicas de la contraparte tendientes a generar un clima conveniente para el fin del conflicto.
Esta barrera, actualmente cumple la función de también dejar sin voz al levantamiento popular y a los despojados, a quienes sufren todas esas otras violencias que tampoco hacen presencia en los titulares de las grandes cadenas, como la violencia de los paseos de la muerte, las muertes infantiles por desnutrición, la violencia de los desalojos de viviendas, de los cierres de hospitales y empresas públicas, la violencia de las persecuciones ilegales del ejército, de la discriminación a las mujeres y a la comunidad LGTBI, la violencia del desempleo y el rebusque, y sobre todo, el gran problema que se presenta en el pacífico colombiano. Llegado a este punto, el denominado paro cívico de Buenaventura, refleja de manera perfecta de cómo los medios nos ocultan la verdadera cara de los hechos y demuestra, una vez más, que el peso de la noticia depende de quien sea el afectado y cuál sea el impacto genere.
En resumidas cuentas, lamentablemente Colombia ha caído en una oligarquía, que no es algo nuevo para nosotros, pero que ha florecido de una manera abismal, donde el poder sólo lo tienen algunos, y pretenden cínicamente convencernos de que le pertenece al pueblo, apoyados por la gran influencia de los medios, que no hacen más que oprimir la voluntad del pueblo, que sufre, se lamenta, y cae en una crisis, sin que sea puesto en evidencia al resto de las personas. He aquí dónde surge la pregunta: ¿Y dónde está la democracia en todo esto? Al parecer sólo se ha quedado en el primer artículo de aquel libro al que le llaman “Constitución”, en donde se nos vende la idea de que ésta es una república “democrática, participativa”. Pero sólo se queda ahí, en papeles, y lo peor aún es que el pueblo no hace intento alguno por solucionarlo. Encontramos así, la mayor de las ironías en cuanto al problema.
Colombia es nuestro hogar y la erradicación de los problemas que la azotan día a día depende de nosotros. Somos más de 48 millones de personas que estamos cansados de las injusticias, cansados de ver cómo la corrupción y la violencia se han convertido en costumbre. Pero si estamos tan aburridos de esta situación, ¿por qué nos hacemos de la vista gorda cuando nos hablan de enfrentarlos? ¿Por qué nos quejamos de que el país está en la ruina y no hacemos nada para frenarlo? Colombia tiene arreglo, Colombia tiene esperanza, Colombia tiene un gran futuro, solo que es un norte muy lejano y para alcanzarlo nos debemos unir todos como hijos de la patria que somos, y hacer que ese sentimiento de patria no solamente exista cuando juega la selección de fútbol o gana la corona una reina de belleza, si no dejando de lado las diferencias y unirnos para combatir las problemáticas que nos consumen cada segundo. El verdadero cambio reside en la posibilidad de que cada uno de nosotros comprenda las dificultades de nuestra sociedad, como un todo, y dejemos atrás la idea de que priman los intereses propios, el deseo de pasar por encima de todos, para lograr un beneficio colectivo.
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