ENSAYO DE LAS CIENCIAS POLITICAS

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Concepciones políticas de los enciclopedistas.

Voltaire

Presentaba todavía un programa político moderno. Estaban dispuestos a hacer la paz con la monarquía constitucional, y admitían incluso la conservación de la monarquía absolutista a condición de que esta se convirtiera en un absolutismo “ilustrado”, es decir, que quedara eliminada la arbitrariedad de la administración real y la omnipotencia de la iglesia feudal, que se realizasen reformas tendientes a desbrozar el camino para el desarrollo capitalista. Esta fue la posición sustentada por Voltaire.

Francisco arouet) (1694-1788) fue un notabilísimo filósofo, literario y dramaturgo. La burguesía francesa que no pretendía el poder y que solo presentaba la reivindicación de garantías.

Denuncio la ignorancia del clero, la intolerancia religiosa, la desigualdad de castas y la justicia feudal; todo el régimen feudal de Francia.

Considera que la iglesia católica es el principal obstáculo para todo progreso. Denuncia ridiculiza sus dogmas, la mísera escolástica que el clero ofrecía al pueblo.

Invita a todos a combatir el “monstro” que martiriza a Francia.

La religión, desde el punto de vista de Voltaire, es un grandioso engaño con fines lucrativos.

Caracteriza la iglesia católica como “una red de los más vulgares engaños, tejida por manos de hombres hábiles.

Estimaba que todas las calamidades de aquella sociedad tenían su origen en la falta de instrucción, en la ignorancia sostenida por la iglesia. Apenas se elimina la ignorancia, la superstición y el fanatismo, todo anduviera en las mil maravillas. Exhorta a luchar por la ciencia y el progreso, confiando en “la unión de los filósofos” para desbrozar el camino del desarrollo de la sociedad humana.

Voltaire tuvo en cuenta, sin embargo, la importancia de la religión como instrumento para mantener sumisas a las masas, estimando necesaria su conservación como freno para el pueblo. Son suyas estas famosas palabras: “si Dios no existiera, habría que inventarlo”.

Reconocía a Dios como cierta primera del mundo (el deísmo) y consideraba que esta admisión no estaba en contradicción con el pensamiento científico y con la investigación científica.

Las leyes naturales, según él, son leyes de la razón, que la naturaleza proporcionada a la humanidad. “Ser libre, tener en torno suyo a iguales, tal es la vida autentica, natural, del hombre.

Cuando Voltaire habla de igualdad, tiene en cuenta la igualdad formal ante la ley, o sea, la abolición de los privilegios feudales y la instauración de igual capacidad jurídica civil para todos, pero de ninguna manera la igualdad de posición social.

“en nuestro desgraciado mundo –dice- no puede ser que los hombres, viviendo en sociedad, no estén divididos en dos clases: la de los ricos y la de los pobres”.

Considera que la propiedad privada es una condición indispensable de una sociedad bien ordenada. Solo los propietarios según él, deben gozar de derechos políticos.se pronuncian por la “libertad de trabajo”, por lo cual solo entiende la de la explotación burguesa: el derecho a vender su trabajo a quien ofrezca mayor remuneración por él.

Voltaire está en favor de las normas sociales burguesas, las cuales debían reemplazar a la servidumbre feudal que entorpecían el ulterior desarrollo económico de su país: “hacen falta hombres-dice-, que no tenga nada fuera de sus brazos y de su buena voluntad; así venderán su trabajo al que les pague más y con esto se reemplazará la propiedad”.

Voltaire, en su programa político, se limita a reivindicar las reformas encaminadas a la supresión de las fundamentales instituciones feudales.

Reclama ,ante todo ,el aniquilamiento de los privilegios del clero, la supresión de los tribunales eclesiásticos especiales que causaban estragos en Francia, sacar de la incumbencia de la iglesia el registro de los actos de estado civil, que debía pasar, a su juicio, a los órganos del estado.

Reclama un derecho único en lugar de la infinitas coutumes (costumbre) o sea la supresión del sistema de derecho local, diferente en cada provincia. Reivindica la necesidad de fijar relación entre los delitos y las penas manifestándose contrario a las penas excesivamente rigurosas, al mismo tiempo, estima indispensable la adopción de medidas tendientes a prevenir los delitos .se pronuncia en favor de la reforma del procedimiento judicial penal, por la anulación del sistema de pruebas formales y por la amplia admisión de la defensa en los juicios.

Voltaire está convencido, al mismo tiempo, de que el poder político y la dirección de la sociedad deben continuar en manos de una memoria. De las masas habla con altivez, revelando su completa desconfianza en la fuerza y la capacidad del pueblo. Temía la actitud de las masas: cuando el populacho se ponga a razonar: todo se vendrá abajo.

Voltaire no deseaba un cambio revolucionario y cifraba todas las esperanzas de todas las reformas realizadas desde arriba. No creía en su rápido y radical viraje asía lo mejor ni consideraba posible un mejoramiento básico de las relaciones sociales y un próximo futuro inmediato.

También se encuentra otro ideólogo Carlos Luis Montesquieu que piensa mucho sobre la burguesía y lo revela en sus obras.

La primera de sus obras que obtuvo un ruidoso éxito constituye una mordaz sátira enderezada contra las prácticas y los hábitos de la Francia absolutista.

Montesquieu trata de demostrar que las leyes de cualquier país deben de corresponder y corresponden inevitablemente a las condiciones geográficas situación económica religión y sobre todo a sus instituciones políticas. El espíritu de las leyes se haya condicionado por una serie de circunstancias concreta en que vive esta o la otra sociedad.

Además Montesquieu exageraba la importancia del factor político, la forma de gobierno.

Suponía que el régimen político determina, no solo el espíritu de las leyes y el contenido de la legislación, sonó que incluso puede frenar la acción del factor geográfico. Está completamente claro que este autor parte de posiciones idealistas, por cuanto, para él, la organización política es lo más importante en la vida de la sociedad.

Montesquieu se detiene en un análisis