ESCUELA DEL SIGLO XX Y LA FUTURA DEL SIGLO XXI

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Otro factor que influye en esta escuela del siglo XX, es el pago que recibe cada educador. Una persona, para ser educadora, principalmente tiene que tener vocación; porque al no tenerla, cómo podría enseñar a los demás. Recordar que Simón Rodríguez, que es el personaje fundamental para los maestros en la historia decía: que maestro era toda aquella persona que enseñaba, sin importarle el sitio donde lo hiciera, y que más allá de esa enseñanza había que hacer un análisis sobre la educación, en qué se estaba fallando, ya que eso no le permitía impulsar la educación; por eso, más allá de un sueldo, que es verdad, no hay que negarlo, es parte de lo que el docente necesita para poder sobrevivir en la economía del país, es importante enseñar; qué bonito es cuando otra persona a la que tú enseñaste te mire con admiración y respeto.

Hay que revisar profundamente este modelo de escuela del siglo XX que tenemos, porque se está perdiendo la formación de los profesionales del mañana. La educación hoy en día está en un nivel muy bajo, la persona obtiene un título sin saber absolutamente nada. Entonces, qué se está haciendo, no se puede tener progreso. La educación es un instrumento clave para la sociedad, porque permite que tengamos personas con cultura y no personas sumergidas en la ignorancia.

Qué se espera de la escuela del siglo XXI: un cambio radical. Siempre, cuando se va a comenzar otro siglo, existe lo paradigmático, por lo que es interesante observar la evolución del fenómeno educativo en los próximos años o décadas. Lo que es más importante, es lo que da sentido a este enfoque prospectivo de un fenómeno individual y social relevante como la educación, es pensar en cómo preparar a los niños y jóvenes de hoy para los retos que tendrán que afrontar en el futuro. Posiblemente nunca como ahora: la sociedad, la economía, la demografía, la política, han sido tan inestables y cambiantes. Según la época que se viva es la que enmarca a la educación; sin embargo, esa escuela del siglo XXI, puede seguir siendo la escuela de hoy y no presentar cambios, pero la sociedad a gritos pide una transformación total de esa escuela, porque cada día que pasa se pierde más.

Se debe comenzar por el hogar, que son las raíces fundamentales para generar el cambio, para luego pasar a la escuela como competente tener personas educadoras que estén preparadas para enseñar, que se mejore la estructura como está conformada la escuela, para que así se forme el ciudadano como debe ser, para que tenga los instrumentos y herramientas necesarias para que no pueda ser manipulado por la sociedad en la que vive.