Ensayo 2 El Flaco tenía que llevar a la clase

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fue el primer indicio de que todo iba mal, el flaco tuvo que ir a dar la prueba a un colegio que quedaba

dos cerros despues de San Carlos, cerca del estadio de la Catolica y las micros no llegaban. Ese arribismo

de los colegios catolicos de no optar por el servicio de transporte publico, gatilló lo que iba a pasar.

Eran las 8.15 y se subió en el asiento de pasajero. El viejo le dijo que si quería sacar la licencia algún día, tenia

que acostumbrarse a las agobiantes calles de la metropoli y dejar de lado sus sustos infantiles.

EL flaco le rogó que no quería conducir, en el día más estresante de su vida. El viejo usó la retorica y lo

convenció. Ese fue el segundo indicio de que algo malo iba a pasar.

El flaco puso en marcha el vehiculo, el motor ronroneaba y solo podía pensar en la prueba de lenguaje que tenía en 40

minutos. La prueba más fatigosa de todas.

El auto seguía un paso tranquilo y controlado, digno de un drift de Niki Lauda.

Pero algunas historias no terminan bien. Pasando por una rotonda, el flaco y el viejo se encontraron en una

calle de doble via que estaba llena. La via de la derecha estaba copada de jeep’s y modelos 4x4, mientras

que la via de la izquierda estaba completamente vacia. Debido al volumen de los vehiculos grandes,

quienes topaban con el lateral izquierdo de la calle, impediendo el paso.

"Voy a esperar, como el ciudadano decente y civilizado que soy. Tengro Urgencia pero nunca prisa"

Eso pensó el flaco, pero el viejo no iba a perder un segundo de su vida en ese averno ordinario, pues tenía

sueño y le dijo al flaco que avanzara sin miedo y que al llegar al semaforo doblara a la izquierda.

Ese fue el tercer y ultimo indicio de lo que iba a pasar.

El Peugeot avanzaba lentamente en primera, el Flaco tenía una coordinacion y presicion perfecta, ya no era un depresivo

que iba a jugarse su futuro en una burda prueba. Era el mismo Niki Lauda y esa calle, era la ultima vuelta de Le-Mans.

Niki Lauda se prendió en fuego luego de chocar en 1976, quedo con un trauma multiclinico y casi muere por semejante hazaña.

El flaco sintió por dentro algo similar, cuando el viejo le dijo de forma serena: Weon, le acabai de hacerle mierda el espejo a una vieja.

sos segundos, en que vio el espejo retrovisor del enorme Toyota Cruiser hecho añicos nunca lo pudo olvidar. La anciana

se adelanto unos metros y se puso a gritar. El viejo trataba de calmarla desde su ventana y le decia que le diera

sus datos, porque estaban algo apurados. La anciana se volvió roja y opto por un lenguaje soez, coprolalico y coercitivo

ante nuestros protagonistas. El flaco seguía en shock.

En ese momento, el viejo se dio cuenta que el semaforo le regalaba una luz verde. Y grito con una voz dulce: Dobla weon.

El flaco respondio con un tono altruista y de forma elocuente: Darse a la fuga es ilegal weon.

-Andate rapido.

El flaco dobló, se bajó en la siguiente calle, se cambio de puesto y no dijieron nada de lo que había pasado.

El viejo lo dejó en el establecimiento, justo a la hora.

El tiempo dio respuestas a lo sucedido; saco 672 puntos en la prueba de lenguaje y desde ese día que no conduce un auto.

Sus sueños de ser Niki Lauda, se vieron obnubilados por el cariño y amor que le entrego aquella anciana esa fatidica mañana de Diciembre.

Al finalizar el cuento, el profesor miró al resto de estudiantes. No sabían que decir y el silencio se volvio el ambiente predilecto.

En ese momento, el profesor pensó: Flaco, lo volviste a hacer.