“LA TRISTE REALIDAD DE LA VIOLENCIA FAMILIAR EN LA SOCIEDAD PERUANA”
Enviado por tomas • 14 de Septiembre de 2018 • 854 Palabras (4 Páginas) • 490 Visitas
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No cabe duda, que hay mucho por trabajar en busca de una pronta solución a este dilema. Y son las autoridades y sociedad quienes deben trabajar conjuntamente. Así como, la educación que brindan los padres en los hogares, será el principal aspecto que debería fortalecerse. Sí queremos tener mejores ciudadanos, una mejor sociedad, y sobre todo una mejor familia. Del mismo modo, la impartición de justicia, la rehabilitación, y la ayuda psicológica serán el mejor remedio para el bienestar de aquellos que han vivido ese cruel calvario.
Por otra parte, no hay que olvidarse de los hijos, quienes también sufren este perjuicio. Ya que, son quienes deberían tener la prioridad en el hogar, pero muchas veces son estos quienes padecen el mayor daño, causado por el desafecto y descuido de sus padres. Los hijos, en especial los infantes tienen derecho a tener un hogar armonioso, en donde exista el cariño de los padres y no en aquel en donde exista la violencia, ni ser testigos de esos hechos.
Definitivamente, la violencia no debe callarse; más aún, aquella que destruye la armonía y el cariño de la familia. Las mujeres, como principales víctima, no están dispuestas a seguir soportando el maltrato. Las denuncias por estos hechos se han incrementado, signo que demuestra el amor que profesa la mujer para ella misma y sus hijos. Puesto que, ahora buscan su bienestar y desarrollo, teniendo como principal objetivo, dar lo mejor por sus hijos.
En conclusión, solo queda decir, que la violencia familiar es y será un problema social, siempre y cuando no se tome las riendas para cesar estos hechos. En concreto, la convivencia y el entendimiento entre las personas, son aspectos de nuestra vida, los cuales deben estar en constante fortalecimiento. Es por eso, que debemos reflexionar profundamente y tomar conciencia. De igual manera, las autoridades y la sociedad deben trabajar de la mano, buscando el bienestar y la armonía en la sociedad. En efecto, la violencia familiar debe ser desterrada y repudiada por todos. Y al mismo tiempo debemos calmar el dolor de aquellos que sufren, y castigar con mano firme a aquellos que lo causan. Más aún, luchar por una sociedad más humana, pacífica y armoniosa.
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