Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

LA ÚNICA SALIDA. EL LLAMADO.

Enviado por   •  5 de Noviembre de 2017  •  1.505 Palabras (7 Páginas)  •  486 Visitas

Página 1 de 7

...

Más o menos una media hora después llegó una mujer… como de unos 20 o 22 años, a Javier se le hizo conocida pero no dijo nada al respecto. Abrió la puerta y entró, no saludó, no sonrío, no miro hacia donde estaban los demás… sólo se sentó en el suelo justo después de entrar. Detrás de ella entró un hombre con un blazer negro y muy elegante lo único que dijo al entrar fue:

-“un gusto ganarles, perdedores”.

Sí, como en todo juego, siempre hay uno que se cree mejor que los demás bueno, este era el caso del “ejecutivo” que creía en medio de su ignorancia que su dinero y su poder lo hacían más que los demás y de cierta forma le daba oportunidad de ganar.

Aún faltaba alguien pues según el sobre cada persona tendría 4 oponentes y, al menos que el perro jugara, esperaban con ansias al último jugador. Luego de unos 10 o 15 minutos entra en la casa un hombre o bueno más bien un joven de unos 18 o 17 se veía muy temeroso e inseguro pero bueno, ya estaba ahí y eso era lo que importaba.

Ninguno de los que estaba ahí sabía la razón de su invitación o qué era lo que debían hacer para ganar… no sabía si era una broma o si de verdad llegaría el anhelado anfitrión. Cuando se pone de pie la persona menos pensada y no, no era la niña… Hay mucho suspenso en la sala, y después de un momento de intriga la mujer de 20 años dice:

-“Sean ustedes bienvenidos a este juego, yo seré su anfitriona este día. Jugarán hasta que sólo quede un ganador y el mismo reciba su premio”.

Todos quedaron sorprendidos, nunca hubieran esperado que una mujer fuera la causa de tan grande intriga y menos que los hubiera reunido a todos ellos. No pasó sino hasta unos segundos después que el ejecutivo dijo:

-“¿Así que tú serás nuestra anfitriona? Vamos, no engañas a nadie… ¿por qué mejor no te sientas y esperas a que el verdadero anfitrión llegue? Déjate de pendejadas y siéntate.

- “más te vale que sepas jugar bien, porque serás el primero en caer si no lo haces”

El hombre calló y asentó su cabeza. Continuando con su discurso de bienvenida… la mujer se presentó diciendo:

-“mucho gusto, me llamo Ana. Me gustaría saber sus nombres (…)”

– “es increíble que nos llames a jugar y no sepas ni siquiera nuestros nombres… ¿nos viste cara de idiotas? – dijo Javier- ¿o qué es lo que pretendes?”.

– “yo sólo mando las invitaciones y los hago jugar, los conozco personalmente al momento en que entran por esa puerta, pero sólo en ese momento. No acostumbro a saber mucho de mis jugadores antes que comience el juego sería descortés que yo sepa todo y ustedes nada, es suficiente con que ustedes no esperaran que la anfitriona fuera una mujer, en medio de su ignorancia como hombres… ¿algo más?” – respondió.

-“…….”

La niña interrumpió la pequeña discusión y dijo:

-“mi nombre es Sara, y él es mi perro Perseo. Mi padre me lo obsequió cuando supo de este lugar, dijo que lo necesitaría en caso de una emergencia”

– ¿Tu padre sabe que estás aquí?- dijo Ana alarmada-

-sí, él fue quien encontró el sobre, pero al leerlo… algo en su interior le decía que no era para él sino para mí.

-ya veo, ¿y cómo es pues que se llama tu padre? –preguntó.

-Adam Rodríguez. (…)

La mujer se espantó al escuchar ese nombre, al parecer él había sido uno de los ganadores de ese juego años atrás y pensó nunca volver a escuchar sobre él. Y añadió: - “el mundo es un pañuelo muy pequeño”- suelta un gran suspiro y pregunta al joven:

-“¿y cómo te llamas tú? No has dicho una sola palabra desde que llegaste”.

-“no tengo nada para decir, me llamo “J”…”

- “me parece bien. –Respondió- eres el único que ha estado callado, eres mi favorito hasta ahora…”

- “¿Y ahora debemos ser tus amigos? – Dijo Javier- ¿qué es esto? Se supone que estás aquí para destruir lo que nos queda de nuestras miserables vidas… ¿para qué ser tus amigos? Eso no nos salvará el pellejo”.

- “Comencemos de una vez – dijo con sutilidad para evadir el tema – si no comenzamos ya, jamás terminaremos”.

...

Descargar como  txt (8.5 Kb)   pdf (81.8 Kb)   docx (13.3 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club