La familia, es la manifestación humana que primera y más profundamente influye en la conducta individual del hombre

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No obstante también puede ocurrir lo contrario: es decir, las dificultades emocionales e interpersonales del niño tímido puede llevar a este a centrarse más en los estudios y vea en ello una forma de destacar y ser reforzado, con lo que mejorara su rendimiento.

4.2 Importancia de la interacción con iguales

Desde la psicología evolutiva se asume la importancia, apoyada por numerosas investigaciones, de las experiencias de interacción con los iguales. Los niños que no se relacionan con sus compañeros corren el riesgo de presentar ciertas dificultades emocionales en su desarrollo. Dado que la interacción se produce en un plano interactivo, el niño retraído provoca menos respuestas sociales positivas en los demás y el resultado es un bajo nivel de contacto social. Si el repertorio social de un niño es reforzado pocas veces, muchos comportamientos importantes pueden resultar suprimidos o extinguidos.

4.2.1 Problemas de aceptación social: ignorancia, rechazo y exclusión social.

Existe un grupo de niños con conducta tímida que tienen baja aceptación social entre sus compañeros ya que son ignorados o rechazados por ellos. Respecto a los ignorados, hay un peligro de considerar que ignorancia socio-métrica y retraimiento son fenómenos equivalente. Sin embargo, los datos empíricos señalan que esto no es así ya que solamente un subgrupo de los ignorados son los que presentan aislamiento social de forma mantenida y continuada y problemas de ansiedad social.

En cuanto a la categoría de rechazados, las más recientes aportaciones señalan la existencia de dos causas diferentes del rechazo: la primera es la agresividad, que está relacionada con comportamiento hostil; y la segunda el retraimiento, referidos a comportamiento tímido-retraído y dificultades internalizadas.

Los niños tímidos se convierten en aburridos, pesados y difíciles de aguantar por los demás que intenta a veces estimular y agradar, pero se cansan. Las conductas de los tímidos influyen negativamente en la percepción que los otros tienen de ellos.; les ven como incompetentes, poco amigables y menos atrayente.

4.2.2 El maestro y las necesidades del niño

El maestro puede conocer a fondo el medio hogareño y social del niño, si participa activamente en los asuntos de la comunidad, y se mezcla libremente con los adultos que la integran. Privados de una relación directa con los padres de los alumnos, les resulta difícil completar la experiencia de cada niño.

4.2.3 NECESIDADES SOCIALES DE LOS NIÑOS

El profesor es la figura clave del aula, el que articula la sociedad escolar con el mundo adulto. Tiene por misión, proponer los modelos sociales y valorar, de acuerdo con ellos, los comportamientos escolares. En el aula, el niño encuentra una situación social que es natural. En ninguna parte tiene tantas oportunidades como en la escuela, para agruparse con otros seres de su misma edad. El maestro previsor, tratará de hacer del aula un lugar donde el esfuerzo de cada individuo sea respetado, de manera que todos se sientan seguros, al expresar sus ideas y sentimientos. Cuando un niño se aventura a intentar algo por primera vez, el beneplácito y estímulo del maestro, inducirán a los alumnos a aprobar lo hecho por su compañero, pues, el niño posee una tendencia innata a buscar la aprobación ajena. El maestro mediante un planteamiento cuidadoso, eliminará las posibilidades de fracaso, y facilitará el éxito de las relaciones entre alumnos. En resumen, se puede decir que el maestro es la mayor fuente de estímulos intelectuales y sociales del niño.6

El maestro ejerce gran influencia sobre la creciente capacidad del niño para llevarse con los demás; no es aquel que hace las cosas fáciles. No debe enseñar a evitar las dificultades, sino a afrontarlas sin prejuicios y ni trastornos emocionales.

Si, frente a conflictos pierde aplomo y dirección, no será ejemplo de lo que quiere de sus alumnos. Su comportamiento, o ejerce influencia estabilizadora en sus alumnos, o los conduce a una falta de autocontrol similar a la propia. Un estado de perturbación emocional en el maestro contribuye directamente a la formación de una atmósfera perturbada en el aula. Es importante que un maestro esté atento no sólo a las necesidades infantiles, sino también a las propias.

4.2.4 Convivencia grupal

Cuando hablamos de convivencia escolar nos referimos a los vínculos que desarrollan todos quienes integran la comunidad educativa: docentes, no docentes, niños y familias para los cuales la escuela será el espacio de encuentro e interrelación. La convivencia es un eje que atraviesa el “proyecto de centro”; a través de conductas explícitas e implícitas marca una propuesta, un estilo que generará en el niño el aprendizaje de modalidades de socialización.

La interrelación institucional no significa ausencia de conflicto. Por el contrario, este es parte inherente a la vida de todos los grupos humanos. El grado de salud de una institución no depende de la ausencia de conflictos, sino de la manera en que se los reconoce y las vías que se consideran adecuadas para resolverlos.

Los conflictos

Para resolver los conflictos hay muchos modelos, que provienen de las familias, del barrio o de los docentes. Todos tenemos un modelo según el cual resolvemos las situaciones que se generan a partir de la diversidad de intereses, y las instituciones también tienen los propios.

La escuela brinda a los niños y niñas una oportunidad (a veces única) de aprender formas no violentas de resolver los conflictos.

Es necesario entonces analizar y reflexionar:

¿Cuál es la modalidad de resolución de conflictos que prima en nuestra escuela?

• Una modalidad autoritaria, en que las decisiones y el poder son ejercidos por la autoridad, con poco estímulo a la autonomía y la participación.

• Una modalidad laissez-faire, donde hay diferentes criterios de resolución y pocos acuerdos colectivos.

• Una modalidad de estilo club, centrada en los vínculos sociales en desmedro de los logros académicos.

• Una modalidad de democracia escolar, con canales de comunicación institucional, circulación más horizontal del poder, que habilita la confrontación de las diferencias profesionales y actitudinales.