La transición democrática en España y Portugal

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En el ámbito militar cabría destacar que la aparición de dos polos de poder enfrentados ha conllevado un amplio desarrollo militar por parte de ambos. Este desarrollo ha implicado el temor a la posible destrucción mundial ante el gran arsenal nuclear de ambas potencias. Debido a esto, tras la crisis de los misiles de Cuba, ambas superpotencias firman un tratado para eliminar parte de las tensiones entre ambos países y evitar la guerra directa.

En conclusión, observamos como con el final de la Segunda Guerra Mundial surge un mundo caracterizado por dos bloques de poder enfrentados entre sí que tratarán de expandirse por todo el mundo y que contarán hasta finales de los sesenta con un gran crecimiento económico.

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Evolución de las dictaduras peninsulares.

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Portugal 1933-1968.

La dictadura portuguesa se inicia en 1926 bajo un gobierno militar, pero en 1933 es aprobada una constitución por referéndum nacional. Bajo el gobierno militar, Salazar ocupa la cartera económica y consigue ciertas mejoras de la situación económica que lo harán gozar de gran popularidad. Es tras la aprobación de la nueva constitución en 1933 cuando Salazar se haría con el poder de Portugal.

El comienzo de la dictadura portuguesa se encuadra dentro del período de los ascensos de los fascismos en Europa, esto es debido a las graves condiciones tras la Primera Guerra Mundial que se agudizan tras la crisis del 29.

La dictadura portuguesa se mantuvo neutral a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y medió en cierta medida la no intervención de España en ella, puesto que si lo hiciera podría poner a Portugal en peligro. Su neutralidad en la guerra y su lucha anticomunista haría que Portugal pasará a ser un país reconocido por las potencias del bloque capitalista. De esta forma, el país pasará a formar parte de la ONU y la OTAN, habiendo bases militares de esta en territorio portugués, y se beneficiará de las ayudas del Plan Marshall para reforzar la dictadura y evitar cualquier posible caída del gobierno.

Portugal tendrá gran apoyo del bloque capitalista y una gran estabilidad hasta la década de los sesenta. A partir de esta década el país comienza a sufrir cierta inestabilidad, que iría aumentando, a causa de las fuerzas de la oposición, entre las cuales destaca el PCP, y a que en esta década se inicia el segundo periodo de descolonizador que afecta principalmente a África y con ello a las colonias portuguesas. Evidentemente, la dictadura se negó a la independencia de sus colonias y para evitar la independencia mantuvo un ejército de 120.000 hombres los cuales debían de pasar un período de tiempo en las colonias al entrar al ejército. Esta situación provoco un largo conflicto entre la metrópolis y las colonias.

El principal factor por el cual no quería deshacerse de las colonias es porque estas eran una de las bases de la economía portuguesa debido a la exportación de las materias primas que existían en ellas. No obstante, el incremento de militares para mantener el dominio sobre las colonias supuso un enorme gasto para el estado y un aumento de la impopularidad del gobierno entre el ejército y la población que afrontaba los costes del conflicto con las colonias.

La economía portuguesa estaba determinada por una gran concentración del capital y una mano de obra muy barata. Esta se sustentaba en los años sesenta en dos pilares básicos: la explotación de las colonias y el turismo. El primero como ya hemos observado empezaba a tambalearse por lo que se inició una gran campaña de publicidad para promocionarse Portugal como destino turístico entre los países europeos. Sin embargo, el turismo supondría un problema a largo plazo para la dictadura ya que los turistas traerían consigo ciertas ideas de aperturismo y democracia.

No obstante, el turismo sería insuficiente para mantener la economía portuguesa haciendo que en esa misma década el conflicto con las colonias llevará al país a una gran recesión económica. Esta recesión supuso que muchos portugueses emigrarán a Europa y el gobierno se viera obligado a realizar reformas de todo tipo para frenar el descontento popular y mejorar la economía.

A finales de los 60, Portugal era uno de los países más empobrecidos de Europa. Había grandes desequilibrios entre las ciudades litorales, sobre todo destacan Lisboa y Oporto, que avanzaban y experimentaban el crecimiento económico de la época, y las zonas rurales que eran subdesarrolladas. Esta situación de instabilidad, crisis y desequilibrios regionales genera una gran emigración, la mayoría de las zonas rurales, a las ciudades o al extranjero en busca de una mayor calidad de vida.

Finalmente, Salazar sufriría un accidente que le obligaría a abandonar el poder en 1968 y ser sustituido por Marcelo Coetano que profesor e historiador. Salazar moriría en 1970 pero la dictadura no cambiaría de forma tras su muerte a pesar del agotamiento de la misma.

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España 1939-1968.

La dictadura en España comienza en 1939, cinco meses antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, con la victoria de Franco y los sublevados sobre el bando republicano. Esta dictadura, a diferencia de la portuguesa, se mantendría más cercana a la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, pero no llegará a intervenir en la guerra, a excepción del envió de la División Española de Voluntarios, más conocida como División Azul, a luchar contra la Unión Soviética.

Esta dudosa neutralidad hizo que los aliados, tras finalizar la guerra, se plantearán una intervención en España para derrocar la dictadura. Ante esta situación, el rey Juan de Borbón trato de mediar con los aliados para implantar en el país la monarquía y derrocar la dictadura a la cual apoyo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, los aliados consideraron que el rey no tendría suficiente apoyo y su proclamación podría provocar una inestabilidad aprovechada por el partido comunista por lo que decidieron no intervenir. Tras esto, el rey firmo un acuerdo con Franco en el cual reconocería la dictadura y su hijo se educaría en la dictadura.

Finalmente, en 1953 se produjeron dos acuerdos que integrarían a España con el bloque capitalista: Los Pactos de Madrid y el concordato con la Santa Sede. En el primero, Los Pactos de Madrid, se establecía que EEUU tendría cuatro bases militares en España a cambio de apoyo económico y militar a la dictadura. En el segundo, se volvía a establecer