Los derechos de los niños.

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Es decir, dentro de la Ley para protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes, publicada el 20 de mayo del 2000, figuran, entre muchos otros, postulados como recibir educación, familia, salud, recreación, oposición a que trabajen y, sobre todo, ¡no ser explotados! pero, ¡vaya!, yo me pregunto, ¿en realidad es así? porque conozco demasiados niños que sufren todo lo contrario a estas condiciones. Y, vayamos a lo grande, en las zonas urbanas como el Distrito Federal la cantidad de niños marginados es impresionante. Basta con salir a la calle y recorrer unas cuantas cuadras para vislumbrar, en todo su esplendor, el desmedido y descarado incumplimiento de dichas normas.

Los niños sin familia, los maltratados o explotados pueden ser acogidos en casas hogar. Y sí, como todo niño tiene derecho a una familia le pueden asignar una mediante la adopción.

Pero, ¿qué hacen las autoridades?, ¿qué hace el gobierno? ¡Trabajar! ¡Por supuesto! Se encargan de que dichas medidas procedan. Claro, los trámites para la adopción en ocasiones se prolongan por un tiempo excesivo, pero se hacen ¿no? Las trabas cada vez son más, pero "es que es algo complicado", o al menos eso dicen...

Hay una gran cantidad de niños que no estudian, muchísimos más que trabajan para mantenerse a ellos y a sus familias, exceso de infantes maltratados. Pero "estamos en el proceso" ¿no?

No digo que no hagan nada, pero si se quieren lograr resultados efectivos hace falta ser competentes, esforzarse, y esforzarse de veras para lograr la aplicación de los derechos que nuestros niños merecen, para lograr que las normas promulgadas se concreten y den resultados comprobables. Si de verdad se pretenden solucionar estos problemas se requiere mayor compromiso, porque aún hay mucho por hacer para que los derechos de los niños dejen de ser un decreto y se conviertan en una realidad.

Así que, por ello, sociedad; yo los invito a informarse acerca de los derechos con los que cuentan los infantes, para poder exigir al gobierno su cumplimiento y poder luchar por un mayor compromiso por parte de las autoridades para lograr esa vida anhelada y merecida para nuestros niños.

Y, gobierno, yo los exhorto a realizar su trabajo con ganas, a desquitar su sueldo, a eliminar trabas para gozar de la plenitud de la infancia con un gobierno que cumple con brindarle protección a los niños y luchar incansablemente en su beneficio.