REVOLUCION FRANCESA - RESUMEN

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- NOBLEZA (BELATORES): La nobleza cumplía con la función de defensa del territorio y la población. El Rey, como carecía de ejército, solicitaba a los nobles y los sugería en campañas militares. A partir del siglo XVI, los nobles habían ido perdiendo su función social más importante.

Dejaron de poseer sus propios ejércitos, aunque para ser oficial del ejército era indispensable ser noble, porque ése era un título de honor, lo que lo convertía en auxiliar idóneo de la monarquía para otras misiones como el gobierno de la nación y las provincias, representación diplomática, contribuyendo a la conservación de su prestigio y seguridad de su persona.

Al transformar a la alta nobleza en cortesana, Luis XIV les había impuesto una pesada carga que llevaría al empobrecimiento de muchas familias. Muchos de ellos debieron dejar sus palacios e instalarse lejos del rey, por lo que creo una crisis de identidad propia ya que ese alejamiento disminuyo su poder y su influencia.

Debajo de la nobleza existían varias categorías de nobles de muy diversa posición económica. La baja nobleza también se empobreció al no ejercer ninguna actividad lucrativa si es que quería conservar su posición (valoraban mucho la posición en la que estaban, por el honor que les generaba ser nobles), por lo que vieron como la burguesía se enriquecía con sus negocios, compraba tierras y accedía al nivel de los privilegiados mientras ellos eran despreciados por la alta nobleza.

Más allá de eso, la nobleza en general tenia extensiones fiscales y derechos sobre sus vasallos, a los que les podían exigir tributos y prestaciones personales. La burguesía aspiraba a reducir o eliminar estos privilegios porque herían su orgullo de clase emergente y veían a la nobleza como una clase superior a la suya en escala social. Ese fue otro de los principales objetivos revolucionarios: abolir el feudalismo y, suprimiendo los privilegios de la nobleza, suprimir de paso su función social para que desapareciera el estamento.

- EL ESTADO LLANO (LABORATORES): Era el más numeroso y heterogéneo de los estamentos, y abarcaba a todo aquel que no perteneciera a los privilegiados. Eran los trabajadores del campo. Estaban divididos en artesanos, obreros y campesinos. Desde el siglo XVII la burguesía se había distanciado del resto de su estamento en un ascenso imparable, que los situaba muy cerca de los privilegiados.

En su capa más elevada se encontraban los parlamentarios y magistrados que adquirían sus cargos a titulo hereditario (nobleza de toga), a diferencia de la nobleza de espada. Estos dos fueron rivales que se aliaron finalmente en vísperas de la revolución. Luego se encontraban los pequeños burgueses, comerciantes, periodistas y profesionales más o menos acomodados.

Ideológicamente, la burguesía fue partidaria de la revolución y controlo todo el proceso revolucionario durante todas sus etapas; es por ello que la revolución francesa es considerada la primera de las revoluciones burguesas: fue quien la controlo, y su principal beneficiaria.

- OBJETIVOS DE LA REVOLUCION

- La supresión de la sociedad estamental: Algunos se conformaban solo con la reforma tributaria que consideraban ineludible, o incluso con la supresión de los privilegios de los dos primeros estamentos, buscando más una evolución del régimen que un cambio violento y radical. En este grupo habían nobles que se oponían al poder monárquico y creían que era posible volver al pasado, porque antes de su llegada, gozaban de más privilegios.

- Constitución y republica: Se promulgo una constitución en 1791, que limitaba los poderes del rey y terminaba con la monarquía absoluta y los restos del feudalismo que aún estaban vigentes. Luego, se proclamó una República, que por medios demagógicos lograron enviar a las masas revolucionarias para que se aborte cualquier reacción adversa que pudiera venir de las asambleas. Eso ayudo a que el Antiguo Régimen dejase de existir, y la burguesía fuese la clase dirigente.

- Destrucción del cristianismo: Hubo una persecución religiosa, que comenzó desde los principios de la revolución. Los revolucionarios querían eliminar a la Iglesia, para imponer su propia religión estatal que rendía culto al ser supremo de los deístas, y sus elementos eran incompatibles con cualquier religión que no fuera la suya. Además, los revolucionarios veían en la Iglesia una traba que impediría el triunfo de sus ideas por su tradición dogmática y jerárquica, es decir, defensora de uno de los principios que ellos aborrecían.