Teorías Sociales del orden y conflicto
Enviado por Jillian • 12 de Marzo de 2018 • 2.356 Palabras (10 Páginas) • 464 Visitas
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Los textos, que refuerzan esta interpretación, se suceden con frecuencia en los clásicos del contractualismo. Es el caso de Hobbes, quién en "Leviatán" señala: "el derecho de todo soberano se deriva originariamente del consentimiento de cada uno de los que tienen que ser gobernados", o de Locke: "el acuerdo voluntario proporciona poder político a los gobernantes en beneficio de sus súbditos", o de Rousseau: "Nada debo a quien nada he prometido... la asociación civil es el acto más voluntario del mundo. Si todo hombre nace libre y dueño de sí mismo, nadie puede someterle bajo ningún pretexto sin su consentimiento" (Contrato social) o de Kan, "mi libertad exterior Jurídica) hay que explicarla, más bien, de la siguiente manera: como la facultad de no obedecer ninguna ley exterior sino en tanto en cuanto he podido darle mi consentimiento".
El positivismo Lo conocemos como una filosofía que surgió en Francia a principios del siglo XIX, ideada por primera vez por Augusto Comte que, en resumen enunciaba que el conocimiento científico es lo más importante, y que nada de lo que no sea tangible existe. Como bien podemos decir el Positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método científico. El positivismo deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Auguste Comte y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según la misma, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia. Claude Henri de Saint – Simón este pensador el conocimiento científico deberá ocupar en la nueva sociedad el papel que la fe religiosa ocupaba en la sociedad antigua. Saint-Simón hizo en sus obras fue considerar el problema de la función social de las ciencias y de sus representantes con el fin de conjurar las desgracias que amenazaban a la sociedad con motivo de la desaparición de la antigua organización social causada por la Revolución Francesa.
Emile Durkheim intenta definir que debe estudiar la sociología,, es decir, cuál es su objeto de estudio y en que debe diferenciarse de los objetivos de otras ciencias. También hace hincapié en las necesidades de crear métodos propios de la sociología. Sus aportes a la sociología como campo de conocimientos son destacados tanto en el plano teórico como en el metodológico. Durkheim reconocía a Augusto Comte como su mentor, en especial en lo que trata sobre la importancia del estudio sistemático de los fenómenos sociales y de la importancia de los grupos en la determinación de la conducta humana. Sin embargo, consideraba que Comte no había logrado establecer la base científica de la sociología. También criticaba el cientismo excesivo de Comte y planteaba que la ciencia no debe tratarse solo de saber sino que debe servir a la acción.
El problema de la crítica alemana radica en ciertos sistemas filosóficos, pero en especial, en el sistema hegeliano. Los llamados neohegelianos no hicieron propiamente una crítica sobre el pensamiento de Hegel, sino que lo retomaron y profanaron las categorías hegelianas puras y auténticas para transformarlas en simples ideas religiosas. Todas sus ideas partían de una religión auténtica, la cual podía explicar las ideas políticas, metafísicas y morales. Los neohegelianos cristianismo, pero jamás se dieron a la tarea de preguntarse por la relación entre la filosofía alemana y la realidad de Alemania. Criticaron todo, pero siempre bajo el imperio de la religión y sin cambiar en lo absoluto la realidad imperante como ellos pretendían y si algo lograron estos pensadores, fue la aclaración de ciertos puntos histórico-religiosos, aquí se plantea la antesala de la crítica a los neohegelianos, Marx dice: “Los hombres se han formado siempre ideas falsas acerca de si mismos, acerca delo que son o deberían ser. Los frutos de su cabeza han acabado por imponerse a su cabeza”. Karl Marx consideraba que las clases estaban relacionadas con los medios de producción. Observó un cambio desde una sociedad feudal basada en la agricultura, en la que la clase propietaria de la tierra estaba diferenciada de la clase campesina, hacia una revolución industrial, en la que las clases propietarias de las factorías, los patronos, se diferenciaban de los trabajadores industriales, trabajo asalariado.
Max Weber, uno de los tres principales "padres de la sociología" contribuyó a nuestro conocimiento de la perspectiva sociológica, de la naturaleza del cambio social y de la naturaleza de la desigualdad social. Dentro de la sociología de las políticas y gobierno, el ensayo más significativo de Weber es probablemente La política como vocación. En él, Weber revela la definición de Estado que se ha convertido tan importante en el pensamiento social occidental: que el Estado es la entidad que reclama el monopolio sobre el legítimo uso de la fuerza física. La política se debe entender como cualquier actividad a la que puede dedicarse el Estado para influir sobre la distribución relativa de fuerza. Entre sus aportes estuvo el esfuerzo por comprender las interrelaciones de los factores de la estructura social y reivindicar la importancia de los elementos culturales y las mentalidades colectivas en la evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica defendida por Karl Marx y Federico Engels. La política, por tanto, se deriva del poder. Un político no debe ser un hombre de la ética cristiana verdadera, es decir, la de ofrecer la otra mejilla. Alguien partidario de tal ética debería ser considerado como un santo, ya que son únicamente los santos, según Weber, los que la siguen apropiadamente. El reino político no es un reino de santos. Un político ha de abrazar la ética del fin último y la de la responsabilidad, y debe sentir pasión por su advocación y ser capaz de distanciarse él mismo de la materia de sus esfuerzos. Weber distinguía tres tipos puros de liderazgo político, dominación y autoridad: dominación carismática (familiar y religiosa), dominación tradicional (patriarcas, patrimonialismo, feudalismo), y dominación legal (ley y estado moderno, burocracia). Según su punto de vista, cada relación histórica entre gobernantes y gobernados contiene elementos que pueden ser analizados en base a esta distinción tripartita. Además, afirma que la inestabilidad de la autoridad carismática inevitablemente lleva a la fuerza a rutinizarse en una forma más estructurada
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