Uso de Sistema de disipador viscoelastico para la protección de estructuras sometidas a fuerzas sísmicas

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- ¿Para quién o para que ente u organización es un problema?

Esta situación es un problema que concierne a todos, ya que el peligro por sismo no es algo que podamos predecir. Las empresas constructoras son las que más conciencia deberían de tener ya que ellas son las que ponen en juego su reputación y garantía de que su trabajo es eficiente y seguro para sus clientes como dice los principios del diseño sismo resistentes de la norma ISO-3010 del 2003:

- La estructura no debería colapsar, ni causar graves daños a las personas debido a movimientos sísmicos severos que puedan ocurrir en el sitio.

- La estructura debería soportar movimientos sísmicos moderados, que puedan ocurrir en el sitio durante su vida de servicio, experimentando posibles daños dentro de límites aceptables.

- ¿Qué puede hacerse para intentar resolver el problema?

Existen distintos sistemas para la protección de estructuras contra fuerzas sísmicas, entre las más usadas están el sistema por aislamiento y el sistema por disipadores. Según el analista Bozzo a través de su larga experiencia en construcción de gran tamaño, las estructuras realizadas con aisladores son muy costosas, además de que emplean el uso de una gran cantidad de aisladores, teniendo unos 50 aisladores de promedio para una estructura de gran tamaño el cual debe comenzar desde el inicio de construcción. Por el otro lado los disipadores son menos costosos que los aisladores y se usan en menor cantidad, de al menos 8 aisladores por piso, con la ventaja que los aisladores pueden incorporarse a la estructura ya realizada sin volver a una construcción desde su inicio

- Realidad problemática

Desde el siglo XX en la que se han construido en el país, edificaciones de concreto se han presentado daños en sus estructuras por efecto de fuerzas dinámicas externas. Las fuerzas que más nos afectan en gran medida son las fuerzas sísmicas, debido a que nos encontramos en un país donde los fenómenos sísmicos son muy comunes, esto provoca que las estructuras existentes sufran daños sísmicos por desgaste y fallas en sus soportes vitales, como son las columnas y vigas. En la actualidad el mayor problema se da en las estructuras las cuales han sido construida tomando consideración normas antiguas, edificaciones construidas sin respetar ningún reglamento y aquellas estructuras en las que no se utilizan los materiales adecuadas para la construcción, el mal uso de estos y la negligencia por querer terminar una edificación de forma rápida y sencilla, nos proporciona más problemas que beneficios.

En muchas construcciones existentes en la región de Trujillo tienen el problema que es el querer economizar lo más posible, no quieren algo seguro, sino algo lo más barato posible, y con ello conlleva al mal uso de los materiales empleados en la construcción, ya que no se usan en cantidades adecuadas, no se respeta el tiempo de secado necesario del concreto, todo esto reduce de forma considerable la resistencia de la estructura. En tan solo Trujillo casi el 60% de las viviendas construidas siguen este mismo criterio, además de algunas construcciones de gran tamaño para el sector público que poseen una antigüedad, lo que nos vuelve una de las regiones más propensas a un desastre sísmico; una solución sería la reconstrucción total de estas estructuras que no cumplen con los requisitos necesarios para ser una estructura sismo resistente, pero esto implicaría un gasto enorme.

La mayoría de habitantes no toman en consideración el riesgo sísmico, ya que en los últimos años en Trujillo no se ha presentado un fenómeno sísmico de gran medida, pero eso no evita que podamos sufrir uno en cualquier momento, por estas razones existen sistemas para la protección de las estructuras contra fuerzas sísmicas, las más utilizadas son el sistema de aislamiento y el sistema por disipación. Luis Bozzo Rotondo, ingeniero y analista de estructuras sísmicas, plantea un debate entre estos dos tipos de sistemas, en el cual a través de su experiencia nos dice que las estructuras realizadas con el sistema de aislamiento amortiguado, es muy costoso, debido a que cada aislador para la base cuesta alrededor de 1000 dólares y según el tipo de estructura se utilizan en gran cantidad, además que para realizar este tipo de sistema implica una reconstrucción total de las estructuras; por otro lado haciendo uso del sistema por disipadores , ya sea de metal o uno modificado ,como es caso de los disipadores viscoelastico, que disipa mucho mejor las fuerzas sísmicas al ser muy similares a un resorte, este tipo de sistemas es mucho más económico, ya que cada disipadores cuesta alrededor de 100 a 150 dólares y se usan en menos cantidades, dependiendo de la estructura podrían ser de 4 a 8 disipadores por piso. Este sistema de disipadores viscoelasticos serían los más adecuados para la realidad que a la que nos enfrentamos, ya que no es necesario una reconstrucción total de las estructuras, estas pueden ser integradas a las edificaciones existentes, proporcionando la resistencia a las fuerzas sísmicas que necesitan, evitando los daños y fallas en la estructura de forma más eficiente.

¿Cómo ayudaría el uso del sistema de disipadores viscoeslatico a la protección de estructuras vulnerables a fuerzas sísmicas?