Violencia y pobreza

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También es importante dejar claro que estos tipos de violencia establecen una correlación, como lo señala Francisco Jiménez-Bautista (2012): “Las violencias estructurales no siempre llevan a casos de violencia directa aunque, por el contrario, se puede decir que en todas las violencias directas y estructurales subyace lo que hay que investigar en cada caso… recalca que las violencias estructurales necesitan precisamente de la violencia cultural, porque es funcional para recurrir lo menos posible a la violencia directa que reafirma la violencia estructural.” (Pág. 46.). De forma que la violencia cultural legitima la violencia estructural, sin la normatividad y legalidad inmersa en nuestra conciencia, la violencia estructural peligraría, debido al impacto que tendríamos frente a situaciones como: racismo, pobreza, marginalidad, privatizaciones, medio ambiente, etc.

Por otro lado, la cosmovisión y la cultura nos brindan una precaria noción del término pobreza, se trata de esa parte de la población que no puede satisfacer necesidades básicas, no existen parámetros para definir este umbral, debido a que cada sociedad y cada época difieren en los usos y costumbres de su comunidad; existen 2 tipos de medición de pobreza, según lo declara Boltvinik en una entrevista para Oscar Cuellar (1995):

“El primero se basa en el ingreso, tratando de medir el gasto en satisfacción de necesidades y/o la potencialidad de satisfacerlas, a este método se le conoce como línea de pobreza (LP). Existe una arbitrariedad, pueden hallarse casos en los que un actor social tengo un alto salario, pero por cuestiones ambientales, geográficas, o carencias en la infraestructura de su localidad, quede privado de sus necesidades. El segundo tipo de medición de pobreza, NBI o necesidades básicas insatisfechas, recolecta información de los censos de población, información que atañe a educación y vivienda”, aclaro que no se ha redactado una lista con estas necesidades, que avalen todos los países u organismos internacionales.

Mi crítica a estos métodos parte de la consideración de que existen diversas fuentes –yo he identificado cinco o seis- que determinan el bienestar de los hogares y que un método de medición adecuado debe tomarlas a todas en cuenta y no solo algunas. Esas fuentes de bienestar son, a mi juicio: (A) el ingreso corriente, que es la única que considera el método LP; (B) el acceso a satisfactores gratuitos o altamente subsidiados por Estado, como salud, agua, drenaje, etc. También (C) el patrimonio básico acumulado del hogar –la posesión de una vivienda más el equipamiento y mobiliario de la vivienda y otros bienes durables-; (D) los niveles educativos, los conocimientos y habilidades adquiridos, no pensado como medios para la obtención de ingresos, sino directamente como satisfactores de la necesidad humana de entendimiento, y (E) el tiempo libre- disponible para descanso, recreación, etcétera. Esas serían para mí las cinco necesidades fundamentales.” (Págs. 193-194). Por estas razones el concepto de pobreza, dentro de esta investigación, se entenderá como: una condición de precariedad, la gente que padece de éste mal se encuentra imposibilitada para satisfacer todas sus necesidades, todos los días

La pobreza no es la única causa de violencia, pero a veces la gente pobre recurre a esta para ganarse la vida, en una entrevista dentro del análisis del gueto estadounidense hecho por Loïc Wacquant (2001) se lee lo siguiente: “Mierda ¡Trampear!, vender drogas, cualquier cosa y de todo […] Imagínese no todos son asaltantes, sabe, pero cualquier cosa y de todo. Yo misma vendí marihuana. No soy una narco, pero sólo trato de poder vivir. […] Trato de llevar el pan a la mesa: tengo dos criaturas.” (Págs. 64-65.). El crimen se considera violencia porque la ejerce en contra de otra entidad humana, como en el caso de las pandillas distribuidoras de droga que se pelean por territorios, también existe violencia en los robos, en estos te despojan de tus pertenencias de forma brusca y contundente, encaja perfectamente con la definición de violencia directa.

De forma reciproca, la violencia causa pobreza, tenemos el ejemplo del gueto que describe Wacquant (2001), donde el racismo imposibilita la satisfacción de necesidades de la población negra: “Y como la imaginación del publico asocio cada vez más estrechamente esas áreas céntricas con el delito, la depravación y la ilegalidad, el mero hecho de residir en el gueto se convirtió en una desventaja adicional, una señal que algunos empleadores utilizan para separar a los negros “buenos” (educados y de clase media) de los “malos”, y excluir a los habitantes de aquél de su grupo de postulantes. Una enfermera de cuarenta y un años del South Side se queja: ~Me presente a lugares, y tengo amigas que fueron a lugares donde les preguntaron de que barrio [eran]. Y apenas se fijan en la dirección, dicen, ¡Uh, vive en esa zona!, se da cuenta~.” (Pág. 74.). El proceso de guetificación de Estados Unidos, donde separan a los negros de las demás razas, es un acto racista, por lo tanto, un acto violento. El hecho de que la violencia sea causante de pobreza confirma la relación entre estos dos conceptos.

El argumento de que la violencia es un generador de pobreza no es nuevo, muchos autores han hablado del conflicto Norte-Sur, Tortosa (1994) lo expresa de la siguiente forma: “Muchos enfoques sobre el Tercer Mundo (o el Sur, como ahora se prefiere) incluyen los términos de pobreza y violencia y comprenden esta última tanto en su sentido de violencia directa -guerra, en este caso- como en el de violencia estructural... "Lo importante es que si la gente pasa hambre cuando el hambre es objetivamente evitable, se comete violencia, sin importar que haya o no una relación clara sujeto-acción-objeto, como sucede en las relaciones económicas mundiales tal como están organizadas”… Que la explotación causa pobreza es algo que está implícito... La discriminación que se ceba en inmigrantes y, en general, en las minorías inferiorizadas es, como forma de violencia estructural, un factor importante que lleva a la pobreza. (Págs.33-34.). Para él es muy claro que la pobreza es una forma de violencia, siempre y cuando se pueda evitar. Se puede dilucidar de primera instancia que la relación es reciproca, lo que representa una gran amenaza, pues éstas se perpetúan entre sí.

La relación existente entre violencia y pobreza es muy clara, la misma pobreza se considera como parte de la violencia estructural. Esta investigación abordara el caso particular de Guerrero, en especial el municipio de Cochoapa el Grande, debido a que éste es el municipio con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema. En la