La crisis silenciosa taller resuelto
Enviado por andres galvis • 5 de Marzo de 2018 • Tesis • 1.013 Palabras (5 Páginas) • 541 Visitas
Lo íntimo, lo privado y lo público.
Si lo íntimo estaba caracterizado por su total opacidad, lo que caracteriza a lo público es la transparencia. Entre estos dos extremos cabría ubicar el ámbito de lo privado como aquél en donde impera una transparencia relativa.
Ernesto Garzón Valdés
Para facilitar la comprensión del lugar que ocupa lo audiovisual en la cultura contemporánea, proponemos hacer una distinción entre lo íntimo, lo privado y lo público, es decir, determinar el campo de denotación de cada uno de estos términos, pero ante todo delimitar tres ámbitos que suelen, sobre todo en el caso de los dos primeros, ser confundidos o tratados parcial o totalmente de forma simultánea. De entrada, conviene advertir que lo que existe son los espacios que (a modo de escenarios) el hombre usa como telón de fondo de sus actuaciones. En este sentido las actuaciones no son íntimas, privadas o públicas en sí mismas, sino según el espacio en que se desenvuelven.
Existen actuaciones que necesariamente son públicas, por ejemplo, una alocución presidencial, es eminentemente pública, pero la preparación del documento o del discurso, las reuniones que motivaron dicha alocución, es decir, toda la fase previa, probablemente está rodeada de actuaciones privadas.
Una de las diferencias más radicales entre estos tres conceptos es que lo privado y lo íntimo a diferencia de lo público pueden ser preservados, y de hecho hay que preservarlos para que pueda hablarse de allanamiento ulterior allí donde no han sido respetados. En este sentido cuando hablamos de indiscreción, nos referimos al momento en que le damos un uso público a lo privado e incluso a lo íntimo. Un digno ejemplo de esto lo hallamos en diversas prácticas asociadas a las redes sociales como Facebook o Twitter en donde para las personas, en términos de trascendencia social, lo que no tiene presencia en los medios, es decir aquello que no es subido a la Red, por naturaleza «no existe». Entonces podemos preguntarnos ¿qué ocurre con la intimidad cuándo publicamos en nuestro muro de Facebook información que debería estar vedada para el público?, ¿desaparece, se transforma o cambia de sentido? A continuación, se presentan algunas distinciones conceptuales entre los tres términos.
Lo íntimo
Las actuaciones asociadas a lo íntimo no pueden observarse, y sólo se las puede inferir a través de lo que se dice, se hace, o se calla, porque el silencio mismo, como se sabe, es una forma de actuación. En lo íntimo podemos ubicar el ámbito de los pensamientos de cada sujeto, el espacio para la formación y toma de decisiones, lo reprimido, de aquello que aún no es expresado y que acaso nunca lo será porque probablemente se encuentre en el territorio de lo inexpresable, de aquello para lo que no se tienen palabras para ser dicho; también pertenecen a este ámbito fantasear, imaginar, suponer, idear; en suma, todos los pensamientos, así como sentir (gustar de, admirar a, envidiar, amar, odiar, etcétera), en síntesis todas estas son actuaciones del sujeto meramente internas, no poseen ese segmento externo que caracteriza las públicas y privadas.
Lo privado
El propio sujeto es quien debe definir el espacio de actuación privada, es quien debe adoptar los dispositivos que hacen inobservable cualquier actuación que él pretenda y desee contener bajo los límites de lo privado. Una de las características de lo privado es su observabilidad, pero al tiempo se puede presentar protección ante la posibilidad de que lo sea, de allí que las actuaciones sólo pueden ser observables por disposición, decisión o falta de cautela del mismo sujeto o por irrupción voyerista de un observador. Las actuaciones privadas al igual que las íntimas nos pertenecen, la transgresión por parte de un tercero, es decir, cuando alguien hace público datos, información o actuaciones que hacen parte de la vida privada se entiende que se está allanando nuestra morada, incluso puede que esté delinquiendo.
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