Narrativa de biografia
Enviado por Stella • 4 de Noviembre de 2018 • 1.785 Palabras (8 Páginas) • 368 Visitas
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- Llevas doce años entre ellos y nos has hecho nada por ellos. ¿Qué pasa contigo?
“¿Qué pasa conmigo? No sé, no puedo hablar, así que no sé qué es lo que pasa conmigo” pensé, sin responder, debido al terror que recorría mi cuerpo, sentía mi sangre arder de miedo y no podía hacer nada, no sabía qué hacer. El hombre seguía hablando, seguía preguntando lo mismo, creía que yo jugaba con él, pero en absoluto no era la intención, entonces balbuceó algo que jamás olvidaré;
- Tienes que enseñarles a sobrevivir y combatir, no esperes a que llegue el momento, éste es tu castigo, pero sigues siendo uno de nosotros, no lo olvides Jaziel.
“Jaziel, ¿Quién diablos es Jaziel? Me pregunté, “¿Me habla a mí? Éste tipo debe estar loco” seguía pensando, hasta que lo vi desaparecer frente a mis ojos y ahí pensé que el loco era yo. Fue lo último que dijo y se marchó dejándome en la penumbra de los árboles y la noche, al cabo de unos segundos por fin pude soltar mi cuerpo cayendo al suelo cual trabajador cansado por una jornada laboral extremadamente extenuante, no sabía quién era aquel hombre, sentía un terrible miedo que entumecía mi cuerpo y no me permitía levantarme, me rendí a la sensación de cansancio que abordó mi cuerpo y caí dormido en el bosque, con mi mente llena de dudas sobre aquel hombre.
Al recuperar la conciencia, tardé un momento en reconocer donde estaba, debido a que no todo los días despiertas en un hospital, me sentía un poco mareado, pero no como en el momento en que perdí el conocimiento, me sentía fatigado, me moría por comer un pastel de moras, limón o manzana, lo que sea, pero que sea pastel. Noté que estaba en un hospital, porque no llevaba la ropa húmeda con la que me había quedado dormido anoche y llevaba una bata de enfermo. De pronto sentí la fuerza de unos brazos rodeando mi cuerpo, era mi madre, que mientras me abrazaba me preguntaba - ¿Qué pasó Felipe? ¿Cómo llegaste hasta ahí? – Yo no respondí, porque a pesar de ya estar consiente no recordaba nada, entonces mi madre llamó a la enfermera, la que me revisó y luego conversó con mamá, me hizo preguntas de rigor y finalizó con – el niño está bien, será dado de alta en cuanto lo revise el doctor, pueden estar con él mientras – Entonces entraron todos, se pararon alrededor de mi cama, un par de tíos, algunos primos, mi abuela y mi madre. Hablaban todos a la vez, querían saber que había pasado, pero ni yo sabía, o no recordaba, quizás era que mi memoria no quería recordar.
- No sé bien lo que pasó, lo último que recuerdo es que me enojé con Edgard y Catalina porque me estaban molestando, entonces me fui para la casa de la abuela…
- Felipe - me interrumpe tío Fabián – te encontraron muy lejos del río y muy lejos de casa. Nos cuesta entender como llegaste ahí.
Otra vez hasta ahí pensé, ¿Dónde diablos me encontraron? Mi madre me preguntó los mismo y ahora tío Fabián - ¿Dónde me encontraron? – pregunté entonces.
- Te encontraron en la carretera, inconsciente, completamente mojado aún y con principio de hipotermia, el caballero que te encontró te trajo al hospital y nos llamaron a nosotros – Respondió mi madre.
Sentí como si mi corazón se hubiera detenido, luego comenzó a latir muy rápido y muy fuerte, podía sentir sus movimientos en mi interior, incluso podía sentir el de todos en la sala en que estábamos, en cuanto tío Fabián dijo “el caballero que te encontró”, el miedo me abrumó de pronto, el sudor frío en mis manos hizo que las frotara con desesperación, ante la extraña mirada de mi familia, sentí ganas de salir corriendo por la puerta y esconderme bajo la mesa en casa de la abuela, había recordado todo - ¿Qué sucede hijo? – Preguntó mi madre. – Mi mente funcionaba a mil revoluciones por minuto, me sentía aterrado, pero no les podía decir lo que había pasado, no me creerían – ¿Pudiste recordar algo? – Yo seguía inmerso en aquel momento, pero alcancé a escuchar laúltima pregunta de mamá – No, no recuerdo nada – dije – un tanto exaltado – Bueno, con calma amor – dijo mi madre – ya recordarás!
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