El fin con el que el autor escribe el libro es para dejar una noción acerca de qué es lo que él considera que es la ética, y transmitirlo a los demás (sobre todo apunta a los adolescentes).

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Al referirse a la política, se pregunta ¿por qué tienen tanta mala fama los políticos? Y una de las razones que da es que lo más probable es que éstos se parezcan mucho a quienes los votamos; si fuesen distintos a nosotros, seguro que no los elegiríamos para representarnos en el gobierno. Habrá políticos muy decentes y otros cara duras y aprovechados. En cierta forma, piensa que somos nosotros los que les exigimos demasiado a los políticos para que cumplan promesas, y cuando no pueden cumplirlas no les perdonamos la decepción que nos causan. En relación a la ética con la política, como ya dijimos, la primera es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible; el objetivo de la segunda es el de organizar lo mejor posible la convivencia social. Pero a la hora de diferenciarlas podemos decir que la ética se trata de cómo quiero ser, en cambio la política se trata de que la mayoría funcione de la manera considerada más recomendable y armónica. Más allá de que exista mucho mal suelto, siempre habrá bien para quien quiera bien; por mucho bien que hayamos logrado instalar públicamente, el mal siempre estará al alcance de quien lo quiera. Hay ciertos aspectos que pueden considerarse para la organización política preferible: primero, el sistema político deseable tendrá que respetar al máximo la libertad humana (esto hará que se tenga responsabilidad social de las acciones de cada uno); segundo, debemos ser capaces de ponernos en el lugar de nuestros semejantes y relativizar nuestros intereses para armonizarlos con los suyos. De esta manera se logra la virtud de justicia. Lo que nos hace semejantes entre todos se llama dignidad humana. Y por último, una comunidad política deseable tiene que garantizar dentro de lo posible asistencia comunitaria. Como resultado, obtenemos la buena vida que deseamos.

En conclusión, lo que el autor quiere dejarnos es que la vida tiene un único sentido, y vamos a ser nosotros quienes se lo damos. Es por eso que hay que reflexionar sobre lo que uno quiere y fijarse en lo que se hace; y ante los fallos guardar siempre el ánimo, porque a veces las cosas no salen siempre como nos esperábamos. Hay que vivir la vida durante, es decir, vivir el presente. Quizás no nos puede dar una respuesta acerca de cómo vivir mejor, ya que no se trata de una ciencia exacta sino de un arte que cada uno de nosotros podemos inventar. Toma la filosofía de Aristóteles diciendo que “en lo de vivir bien, la sabiduría o el ejemplo de los demás pueden ayudarnos”. Por lo tanto, debemos buscar la ética en cada uno de nosotros, con libertad y responsabilidad. A la hora de elegir, debemos tener en cuenta aquellas opciones que nos abran la mente (nuevas experiencias, diversas alegrías) y que nos provoquen placer, siempre utilizando la templanza; y evitar todo aquello que nos encierra. Y una cosa que es importante es tener confianza en uno mismo en el momento en que vamos a actuar. Además, debemos respetar al prójimo y ponerse en su lugar, dado que somos como él; hay que saber aceptar lo diferente. Algo que también merece ser destacado desde mi punto de vista es que todos los humanos somos inmigrantes en este planeta y desde luego no viene de más lejos ni es más “extraño” quien llega desde otro país que el surgido por primera vez en el vientre de su madre. Ser hospitalarios con quien lo necesita es una acción realmente humana. Pero también se debe cuidar el lugar en el que habitamos: el planeta Tierra. Si destruimos sus recursos, o los utilizamos más de lo que se debería utilizar, ¿qué queda para nuestras generaciones futuras? Por lo tanto, la hospitalidad también implica empezar a preocuparnos por el mantenimiento de nuestro lugar.

En mi opinión, actualmente vivimos en un mundo egoísta en lo que lo único que nos interesa es lo que nos conviene a cada uno para obtener un beneficio individual. No vivimos “humanamente” ni nos ponemos en el lugar del otro a la hora de actuar. La gran mayoría está influenciada por sus intereses propios. Nos vivimos quejando por pequeñeces, y no nos ponemos a pensar que en el mundo existen niños que se mueren de hambre, que hay personas que no tienen un hogar donde habitar, hay otras que son discriminadas; tampoco pensamos en cuidar a nuestro planeta, seguimos derrochando el agua, sigue la tala indiscriminada de árboles; sólo por nombrar algunas de las tantas cosas que suceden. Que quiero decir con esto, que muchas veces nos preocupamos demasiado por cosas insignificantes quizás, en vez de disfrutar de las cosas simples como tener un buen momento en familia, salir a caminar, apreciar un paisaje, andar en bicicleta, entre otras. Creo que cada uno debe buscar en su interior a fondo y sacar lo mejor que tiene, me parece que sería una manera de poder darnos cuenta de que todos somos iguales, y cuando nos toque el momento de elegir, pensemos como “humanos” que somos, y no individualmente. Cada uno debería empezar a mirar un poco a su alrededor y ver que no está sólo y que hay gente que necesita de su ayuda. Creo que empezando por uno mismo, las cosas podrían cambiar en este mundo tan alborotado que tenemos hoy en día. De a poco, podríamos lograr la “buena vida”.

Código de Ética

Este código se ha realizado para que el profesional al desempeñarse como Contador Público, tenga un comportamiento digno y correcto. Esta normativa se aplica para todos los profesionales que se desempeñen en el sector público, privado o en la docencia.

Los principios generales que deben seguir los profesionales son:

- Integridad, veracidad: debe ser honesto y directo cuando realiza su trabajo profesional, siempre con la verdad.

- Independencia de criterio: demostrar independencia de criterio en cuanto a todo aquello que pudiera considerarse incompatible con los principios de integridad y de objetividad.

- Objetividad: debe ser justo y no dejar que un prejuicio o la influencia de otras personas anulen su objetividad.

- Competencia y cuidado profesional: debe atender con diligencia y genuina preocupación aquellos asuntos que le sean encomendados, pero para eso debe tener la capacidad e idoneidad necesaria. Deberá actuar con cuidado, asumiendo siempre responsabilidad por los trabajos realizados bajo su dirección.

- Responsabilidad: la responsabilidad por la documentación que firmen es personal e indelegable.

- Solidaridad profesional: promover la colaboración entre los integrantes de la profesión.

- Normas y procedimientos técnicos: debe realizar su trabajo cumpliendo las normas contables profesionales dictadas por los Consejos

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