Jeffrey Dahmer “El carnicero de Milwaukee”

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La familia de Jeffrey Dahmer se convirtió en modelos indeseables para él, es decir creció en un ambiente en donde predominaba de cierta manera la violencia en sus padres.

Padecía de parafilias en este caso sería necrofilia, puesto que mantenía relación con sus víctimas ya están muertas, esto debido a que vivas no lograba desinhibirse del todo.

Todo lo antes mencionado junto con los factores familiares fueron la detonación de una serie de actos que llevaron a Jeffrey Dahmer a convertirse en un ser incapaz de sentir emociones y sin ningún respeto por la vida de los demás seres vivos.

Mapeo corporal

Su modus operandi era simple drogaba a sus víctimas y las estrangulaba: el uso de ataques en el cuello pone de manifiesto su desconexión entre lo moral y lo que se desea mostrando así la falta de toma de decisiones proveniente del yo, es decir, el por un lado no quería matara a nadie ya que esto no le producía placer pero por otro lado necesitaba matar a las personas para poder obtener de las mismas lo que el buscaba que en este caso sería el acto sexual.

En ocasiones el ingería partes de los sujetos para sentir que formaba parte de ellos, de acuerdo a esto el consumo de partes tales como la cabeza supone un yo sin la capacidad de ejecutar decisiones es decir no había una correcta toma de decisiones si lo que se estaba haciendo estaba bien o no, también pone de manifiesto la desconexión entre lo emocional y lo intelectual.

Estructura Yoica

Si los vemos por separado, que fuera un chico solitario criado en una familia de clase media, que le gustara diseccionar animales muertos «para ver cómo eran por dentro» o que sus padres discutieran con frecuencia (y que acabaran divorciándose cuando Dahmer tenía dieciocho años), no parecen motivos suficientes para justificar un despertar homicida. Tal vez lo más llamativo fuera su interés por los órganos internos y los huesos (metía animales muertos en ácido para obtener los esqueletos, que luego guardaba en formol) si bien grandes cirujanos también comenzaron así. Es más, cualquiera que se haya criado en un pueblo recordará la existencia de algún pequeño sádico en su barrio que lo más terrible que hacía era arrancar con fruición el rabo a las lagartijas.

Empezó a beber en grandes cantidades en el instituto y sus borracheras fueron el motivo de su expulsión de la universidad y del ejército, donde se alistó por indicación de su padre. Pero sus impulsos eran demasiado fuertes como para adormecerlos con cerveza y ron o para engañarlos con sustitutos de cuerpos humanos inertes como un maniquí, que escondía en el armario durante la temporada que vivió con su abuela.

El psicólogo forense, en sus sesiones con Dahmer, se empeñaba en que este reconociera que mataba a los que él consideraba “malos” para librar al mundo de su presencia. Y no era así. Dahmer reafirmaba que no sentía una especial ira, ni culpaba a sus padres o a la sociedad y no sabía de dónde le habían surgido sus macabras fantasías que le impulsaron a matar; de hecho, durante muchos años pensó que jamás las haría realidad. Desgraciadamente, se equivocaba.

De todo esto se puede concluir que el aparato psíquico de Dahmer trabajaba de la siguiente manera

Ello: Los instintos de Dahmer fueron lo que en primera estancia lo llevaron a cometer crímenes atroces, esto debido a que en un punto el dejo de conectar su súper yo con el ello y solo se dejaba influenciar por los placeres que le provocan el tener relaciones sexuales con cadáveres

Yo: En cierta etapa de su vida la represión de su ello se vio reflejada en la matanza de animales y tener relaciones con maniquís, esto debido a que de estar manera complacía sus deseos del ello pero lo conjugaba con lo consciente que llevaba consigo el hecho de saber que matar para obtener sexo era algo malo.

Súper Yo: En las reglas morales el se veía afectado, había una incongruencia entre el ello y su súper yo, esto se debe a que el entendía y comprendía que matar era algo negativo sin embargo no lo hacía por el placer de matar si no como un móvil para la obtención de algo secundario en este caso para sexo el cual era incapaz de conseguir con las personas vivas.

Perfil de la víctima

Le gustaban con ajuste delgado a ligeramente musculoso, con la piel lisa (no cabelludo). Incluso se refirió a su víctima ideal como el “chip y dale” tipo.

Su preferencia eran hombres adultos de aproximadamente la misma edad, sin ninguna preferencia racial. Hay dos observaciones que hay que hacer:

Sus víctimas eran de 14 años de edad a 31, pero a pesar de Konerak Sinthasomphone parecía joven, Jeffrey pensó que su sería mucho más antiguo de lo que parecía (como es la principal imagen de la gente de Asia).

La mayoría de sus víctimas eran afroamericanos, no a causa de sus gustos, sino simplemente porque representaban la raza predominante en los bares.

La mayoría, pero no todas sus víctimas, eran homosexuales o bisexuales. Algunos eran heterosexuales. Si tenemos un vistazo de cerca a las prácticas de Jeffrey Dahmer, parece claro que la preferencia sexual de la víctima no importa mucho al final del día.

Por otro lado, sus víctimas todas compartían una característica esencial: que estaban disponibles y dispuestos a volver a su lugar. De hecho, él eligió a sus víctimas no solo en criterios físicos, sino también de su disponibilidad y la oportunidad de la víctima representaba. Más de la sexualidad de la víctima, que era su voluntad de seguirlo de forma voluntaria, espontánea y rápidamente que sería despertar Jeffrey Dahmer.

Todas sus víctimas encajaban en victima por culpabilidad menor o por ignorancia, debido a que no conocían el propósito con el que él se acercaba a ellos pero aun así permitieron el acercamiento.

La relación Victima-Victimario era un encuentro fortuito en donde ninguno de los dos había tenido contacto previamente.

Conclusiones

A lo largo de su vida este personaje siempre busco el mantenerse alejado de las personas, solo mantuvo una amistad con un chico del colegio y este era el que le vendía las drogas, fue una persona que más allá de buscar matar por sentir placer buscaba llenar el vacío que tenía a través de la compañía de sus parejas pero erróneamente pensaba que la única manera exitosa de tener estas relaciones