ETICA, ABUSOS DEL PODER Y CORRUPCIÓN EN EL PERU: UNAPERSPECTIVA HISTORICA – JEFFREY KLAIBER

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CORRUPCIÓN Y ABUSOS DE PODER

En cuanto a la corrupción, frente a estas circunstancias, cualquier persona vive un dilema constante, entre la exigencia de buscar el bien común y los múltiples intereses particulares que competen su lealtad la corrupción y los abusos de poder son productos de un sistema. No obstante, en la actual sociedad se ha logrado mecanismo que si bien no la eliminan, la controlan y disminuyen: la igualdad social y la política general. Esto analizado en un contexto global demuestra que los países menos desarrollados, como los de América (en este caso Perú), son más propensos a realizar esta práctica, que los países más avanzados de occidente.

A pesar de que el soborno es una práctica universal en todas las sociedades, en una democracia que realmente funciona no se practica tan abiertamente. Sin embargo, en una burocracia de régimen autoritario, el burócrata depende de un superior, el que a su vez depende de un jefe. Esto crea una cadena de subordinación y hace que el burócrata vea al público como siervos o clientes, no como conciudadanos iguales a él en derechos y deberes. En este contexto, el soborno se convierte en un medio casi obligado para lograr acceder a una petición de una manera más eficaz y rápida. Todo esto demuestra, en el caso de América Latina, que se sigue tratando a los ciudadanos como si fueran suplicantes sin derechos.

Esta conducta es una herencia de la sociedad colonial, en la que el abuso y al corrupción se propiciaban los factores que agravaban notablemente los abusos de poder en el nuevo mundo fueron el racismo y el clasismo. Sin embargo el paternalismo protegía en cierta medida a los estratos más inferiores, en cuanto desapareció, el indio, el campesino y el negro quedaron desamparados.

Algunos de estos abusos han ido difuminando a los largo del siglo xx. Pero como es obvio, aún subsisten algunas conductas relacionadas directamente con la corrupción propiamente dicha.

Por todo esto, se aprecia la imposibilidad de combatir todo esto mediante esfuerzos, por más meritorios que sean. Por ello, hasta que el Perú descubra un sentido más profundo de unión nacional, difícilmente regirá una visión de bien común. De otro lado, en la medida que este país se convierta en una verdadera comunidad, recién empezaran a primar la conciencia ética por encima de los intereses particulares que fomentan estos abusos y corrupción.