La mujer que se atrevió a ser taxista a pesar del machismo

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¿Cómo es Bogotá de noche?

R: “Bogotá de noche es algo totalmente diferente a lo que es en el día, de noche uno debe conocer todos los lugares de la ciudad, los prostíbulos, los bares gay, lo restaurantes de todo tipo de comida, los expendederos de droga y todo. De día uno ve a las personas muy normales, mujeres que trabajan para el ministerio, muy bien vestidas pero de noche es diferente, la gente se desdobla. Uno en la noche debe pasarse los semáforos porque si uno se pone de chistoso a frenar se corre el riesgo de que lo roben o de que lo estrellen por detrás, Bogotá desafortunadamente es una ciudad muy insegura, es tenaz”.

¿Qué otras experiencias tuvo trabajando en el horario nocturno?

R: “Tuve un altercado con un borracho porque no me quería pagar la carrera y además me trato mal, baje del taxi y le pegue hasta que le pude quitar el dinero de los bolsillos; una vez me robaron el taxi para hacer una vuelta según lo que me dijeron los ladrones y al siguiente día lo encontraron desvalijado, pero no fue por los ladrones sino por las personas que lo recuperaron; también una vez un hombre se me insinuó e intento tocarme pero yo me defendí y le pegue con un palo en la cabeza; me intentaron robar una vez en el sector de la L pero me di cuenta y no me deje del ladrón e intente golpearlo, porque tenia mucha rabia ya que hacia poco habían matado a un compañero por robarlo, le decían ‘el gato’ era un conductor muy decente, tenía hijos y esposa, los ladrones lo golpearon y le dieron un tiro de gracia solo por robarlo; entonces decidí golpear al ladrón con un machete que llevaba y el tipo comenzó a gritar por su vida y termino saltando del carro en movimiento”.

¿Por qué dejó de ser taxista?

R: “Deje de ser taxista en el año 2001 porque tenía miedo de que me pasara algo en la noche, además tenia a mi hija pequeña y no quería dejarla sola; después de que deje de ser taxista me puse a manejar una camioneta grande y después una ruta escolar. Mi padre me enseño una vez que el que manejaba taxi podía manejar cualquier cosa pero la primera vez que maneje esa camioneta sentí que manejaba un elefante. Me gusta manejar pero preferí dejar la profesión por la inseguridad de la ciudad”.