Napoleón Bonaparte.

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Maria Letizia Ramolina

Napoleón tenía muy en cuenta el valor de su madre para él. Él decía “cuando ella muera, solo me quedaran inferiores. Él sabía que su madre era superior a muchas otras cosas y personas, aunque en ciertos puntos de su vida tuvo problemas muy grandes con su familia. El trato inicial que recibió por parte de su familia fue imprescendible en sus decisiones como militar después.

Napoleon Buonaparte, era una persona callada y poco sociable; siempre se mantuvo apartado de sus compañeros. Siempre se encontraba solo y meditando. Él tenía la idea de que los franceses eran los opresores de los corsos. Nunca fue muy buen estudiante, pero en lo que destacaba era en las matemáticas. También se dedicó de chico a leer obras tales como la Historia universal de Polibio, las Vidas paralelas de Plutarco o la Expedición de Alejandro de Arriano de Nicomedia, obras que tuvieron una profunda influencia en el. A edad de 10 años a Napoleón y a su hermano José lo trasladaron a la escuela militar francesa Brienne-le-Château. Ante de entrar a esta escuela francesa, tuvo que estudiar el idioma que él hablaba con un marcado acento italiano, y así fue por el resto de su vida. Su madre, Letizia se rehusó a aprender francés después de que formaran parte del reino francés y el pequeño Napoleón no pudo encontrar ayuda para el idioma con ella. Mientras estuvo en la escuela militar, el obtuvo as mejores calificaciones en su clases de matemáticas y geografía.

Después de su graduación en 1784, él fue admitido en École Royale Militaire de París. En un principio, Napoleón había buscado una formación naval pero termino estudiando artillería en la École Militair y se graduó de esta misma en 1785. Fue comisionado como teniente segundo de artillería y tomo sus obligaciones en enero de 1786, cuando tenía solo 16 años.

Napoleón sirvió en la guarnición de Valence y de Auxonne hasta el estallido de la Revolución francesa, aunque se tomó casi dos años de licencia en Córcega y París durante este tiempo. Poco después de comenzar la revolución, Napoleón se encontraba en Córcega. Apoyó la facción jacobina y fue nombrado comandante segundo de la Guardia Nacional de Voluntarios de la isla. Después de entrar en conflicto con el líder nacionalista Pasquale Paoli, Bonaparte y su familia fueron obligados a huir a Francia, donde llegaron en junio de 1793.

En 1796 entra en la vida de los Bonaparte Josefina de Beauharnais, una viuda con la que Napoleón se casó. La rivalidad entre la madre de Napoleón y Josefina llegó a ser legendaria, pues Letizia se opuso firmemente a su relación y al posterior matrimonio, aunque no consiguió que Napoleón cancelara la boda. No acudió a la ceremonia, no permitió que los hijos que aún tenía a su cargo asistiesen y ni siquiera felicitó a los novios. Jamás aceptó a Josefina, a quien consideraba una mujer indigna, sólo preocupada por su propio bienestar, no merecedora de su confianza y amante del lujo y los dispendios. Las infidelidades de ésta cuando la carrera de Napoleón estuvo en peligro no hicieron más que hacer la rivalidad más grande entre las dos mujeres, hasta el punto que Letizia junto a toda la familia para forzar a Napoleón a divorciarse. Sin embargo, Napoleón, enamorado, se opuso al divorcio hasta que tuvos motivos de causo mayo años depues. A causa de este enfrentamiento, las visitas entre madre e hijo fueron cada vez menos, pero Napoleón siempre reconoció su gran inteligencia y carácter.

Letizia se negó a hacer su vida en la corte parisina, por lo que Napoleón le concedió una renta vitalicia y el derecho a ocupar el castillo de Pont-sur-Seine. En sus pocas visitas a París también rechazó acudir a palacio y se quedaba en el Hôtel de Brienne. En su residencia, se rodeó de un influyente grupo de banqueros en inversores con quienes hablaba de economía y la asesoraban en sus inversiones, quien llego a adquirir una inmensa fortuna personal. Siempre prefirió invertir en bienes físicos, sobre todo joyas y obras de arte, fáciles de ocultar y convertir en dinero líquido, antes que, en terrenos o acciones, pues temía que si su hijo caía le fuesen expropiados.

El mayor problema entre as dos mujeres fue el día de la Coronación. Aunque ya había sido nombrado Emperador, Napoleón queria ser ungido por el Papa a fin de legitimar su dinastía con la de todos los reyes habidos desde Carlomagno. Organizó un acto religioso que tendría lugar el 2 de diciembre de 1804 en la catedral de Notre Dame de París. Letizia decidió no acudir a la ceremonia y se trasladó a Roma con su hijo Luciano. Se dice que decidio no ir porque, se negaba a saludar a Josefina como Emperatriz. Sin embargo, en el cuadro de Jacques-Louis David, Napoleón ordenó que su madre fuese pintada en el lugar de honor que le correspondía. El 23 de marzo de 1805 le concedió el título de “Su alteza imperial, madre del emperador”.

Finalmente, se demostró que Josefina no podría dar hijos a Napoleón, el decidió divorciarse de ella. A primeros de enero de 1810 Napoleón hizo una reunión familiar donde anunció su divorcio, que se hizo oficial el 10 de enero. Letizia permaneció en el Palacio de las Tullerías hasta después de la partida de Josefina. No hay evidencia de que le dirigiese la palabra, limitándose sólo a observarla mientras firmaba el divorcio y se marchaba de Palacio.