Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

Vida y obra Joaquín Sorolla Bastida

Enviado por   •  3 de Diciembre de 2017  •  2.769 Palabras (12 Páginas)  •  440 Visitas

Página 1 de 12

...

Las alabanzas se multiplican pero el artista todavía no consiguiera su mayor meta, una Medalla de Honor.

Desde que pintó “La vuelta de la pesca” con los bueyes arrastrando la barca hasta la orilla, Sorolla ya tiene la sensación de de haberse encontrado a sí mismo y comienza a pintar de manera impaciente.

En el 1899 se presenta a la Exposición Nacional con siete cuadros como“Cosiendo la vela”, una obra en la que la vela deslumbradora recuerda una nube atrapada entre agujas y las manos de las mujeres que fue expuesto en Munich, Viena, Madrid, Paris y Venecia y obtuvo con el que obtuvo dos medallas de oro. Otro destacado gracias a su sensibilidad y la técnica es “Comiendo en la barca”, bajo esa bóveda lumínica de la vela. En esta importante Exposición francesa se le concede el Gran Premio del Pabellón Español por su cuadro “Triste herencia”, una escena en la playa de Cabaña en la que unos niños apoyados en sus muletas se bañan en el mar sostenidos por un fraile. Con él ganó en el 1900 el Gran Prix en el certamen intenacional de Paris y además en este, junto con otros como “La playa de Valencia”, describió los sentimientos producidos mientras ve el mar Mediterráneo que gracias a un gran colorido y su estilo lleno de vigor intenta explicar lo espléndida que es una mañana en la playa.

En agosto del año 1900 el escultor Ricardo Cousarás Casaña, le pidió a Sorolla que posara para esculpir una estatua de yeso terracota algo más grande de lo común, para presentar en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid del 1901. Él aceptó, por lo que el artista pasó veinte días del mes de enero posando en el estudio de Cousarás que, a parte, esculpió también un busto de su cabeza con la mano derecha en posición de pintar. En mayo fue expuesta y premiada con la Consideración de Medalla de Tercera Clase en Escultura. Tiempo después permaneció en Valencia durante veinticuatro años, en la sala principal del Círculo de Bellas Artes, y luego fue regalada al Ayuntamiento de Valencia, que la tuvo casi cinco años en los Reales Jardines de los Viveros de Valencia.

De nuevo se presenta a las Exposiciones Nacionales, en la de 1901 envía dieciséis cuadros y recibe por fin la cotizada Medalla de Honor.

Tras ese acontecimiento Sorolla es nombrado Vicepresidente del Jurado de la Exposición Nacional de 1904 y, fuera de concurso, expone cuadros de gran belleza plástica como “Después del baño” en el que aparece un niño al que dos mujeres cubren con una sábana dentro de una barca.

En 1905 envía al Salón de Artistas Franceses dos cuadros de enorme fuerza, “Sol de la tarde”, que considera el mejor se sus cuadros, y la composición infantil titulada “Verano2. En s en ese verano cuando crea en Jávea ese mundo de niños jugando con el mar y sus orillas. En esta nueva etapa se lanza a la conquista de exposiciones individuales.

Un año después inaugura la primera en Paris, a las que envía quinientos cuadros, de los que vende sesenta. Tras el expléndido resultado se anima a exponer de nuevo al año siguiente en Berlín, pero no quedó bien organizada ya que no puedo asistir a la exposición a causa de una enfermedad de su hija María.

Pero en el 1908 expone en las “Graffand Galleries” de Londres con 268 cuadros y seis meses después a Nueva York otros 350.

Sorolla pasa veranos en Jávea por lo que nacen de nuevo sus llamados cuadros “sorollistas” como “El baño del caballo” y “La herida del pie”.

Con el dinero que ganó gracias a las Exposiciones de Paris y de Estados Unidos decide iniciar en Madrid la construcción de su casa, actualmente convertida en el Museo de Sorolla.

En el 1910 termina u cuadro que le encarga el rey del tabaco americano “Colón partiendo de Palos” y comienza a retratar a los personajes más representativos del momento como Alfonso XII, Menéndez Pelayo, Pérez Galdós, Echegaray y Pío Baroja.

Un año más tarde va a Estados Unidos por segunda vez y expone en Chicago. Se calcula que ven sus obras más de 100.000 personas, se venden muchas de ellas y le encargan una serie de retratos. Al volver pasa el verano en Zarauz, pero ni el mar, ni el cielo, ni el aire son los mismo. Ese mismo año la “Hispanic Society” la encarga el más ambicioso de sus proyectos, decorar el gran salón de su biblioteca con paneles representado las distintas regiones españolas. Se deja materialmente la vida tratando de convertir en cuadros el alma plural de España. Viaja por todas las regiones, busca modelos y realiza estudios y bocetos, pero le desconcierta la idea de tener que pintar una región entera en catorce metros, los lienzos comenzaban a quedarle pequeños y eso le angustiaba.

Trabaja sin descanso y comienza a sufrir molestias físicas y dolores de cabeza, se siente ya mayor, por lo que empieza a pintar con ansiedad.

Sorolla vive dentro de su proyecto agotándose día a día, ya no tiene entusiasmo por nada, solo siente cansancio, vejez y tristeza. A veces descansa en su hermosa casa donde pinta cincuenta cuadros y algunos retratos como el de su amigo Ramón Pérez de Ayala y en junio de 1919 termina esa grandiosa obra encargada por la Hispanic Society of New York, y comenta la noticia a su familia por telegrama.

En el mes de agosto pinta su último cuadro, llamado “Contrabando”, una obra sin esa luminosidad que mostrara hasta ahora.

En la mañana del 17 de junio de 1920 se halla pintando en el jardín de su casa cuando sufre un desvanecimiento y los tres años siguientes continúa como sin vida sobre una silla de ruedas. Muere en su casa de Cercedilla el 10 de agosto de 1923 y es enterrado en Valencia con los honores de Capitán General.

Tras su fallecimiento, gracias al legado de su viuda y descendientes, se fundó en la casa familiar un magnífico museo que continúa en nuestros días.

[pic 1] [pic 2]

Corriente artística

El siglo XIX fue considerado “el nuevo siglo de oro de la pintura valenciana” ya que estuvo repleto de grandes personalidades del arte que contribuyeron a la decisiva renovación de las artes pictóricas españolas decimonónicas. Sus pinturas se basan en captar las cosas de forma instantánea y lumínica, para ello desarrollan una técnica de pinceladas individualizadas y manchas de color ejecutadas rápidamente, por lo que algunas veces parece un boceto, y esa esa apariencia visual lo que provocó que se les conozca como “Escuela

...

Descargar como  txt (17 Kb)   pdf (115 Kb)   docx (17.7 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club