Historia y antecedentes de la higiene y seguridad en el trabajo
Enviado por 221073mac • 15 de Septiembre de 2022 • Tutorial • 2.252 Palabras (10 Páginas) • 294 Visitas
Historia y antecedentes de la higiene y seguridad en el trabajo
Introducción
En este módulo abordaremos a la seguridad e higiene laboral desde un enfoque histórico y analizaremos los principales hitos que permitieron al hombre descubrir la seguridad e higiene y desarrollar los conceptos fundamentales.
1. Historia y antecedentes de la higiene y seguridad en el trabajo
Los hechos que ponen en riesgo la vida o la salud del hombre han existido desde siempre, a raíz de esto el hombre ha tenido la necesidad de protegerse. Pero cuando estos hechos o condiciones de riesgo se presentan en el ámbito laboral, históricamente, la producción y el comienzo de las industrias son los principales protagonistas; ya que la seguridad en el lugar de trabajo no era un factor de importancia.
Desde el comienzo de las industrias, el hombre se vio expuesto a diferentes riesgos de accidentes o enfermedades relacionadas con las actividades laborales que desempeñaban como consecuencia de la exposición a diferentes factores que se encuentran en el ambiente laboral. Los trabajadores hacían de su instinto de supervivencia una forma de defensa ante posibles lesiones, de esta manera actuaban de forma reactiva pero no preventiva.
Conforme pasaron los años y se analizaron los problemas que se presentaban, surgió la necesidad de crear procedimientos y normativas que ayudaran a la prevención de accidentes y enfermedades laborales, es así como se da inicio a un proceso para ampliar el conocimiento del hombre en materia de riesgos laborales. Para entender un poco más sobre la relación conocimiento del hombre y la seguridad e higiene, nos situaremos en la realidad del año 1912 con la siguiente lectura:
En la madrugada del 15 de abril de 1912, el hundimiento del mayor barco construido hasta entonces por la mano del hombre —que algunos calificaban de insumergible— de 270 metros de longitud y 53 de altura, con un peso neto de unas 46.328 toneladas, y que podía navegar a una velocidad máxima de 22,5 nudos (unos 42 kilómetros por hora), se llevó la vida de 1.500 personas y dio lugar a la mayor leyenda de la historia de la navegación marítima.
Se construyó en los astilleros de Irlanda del Norte el primer buque transatlántico más grande del mundo, el cual podía desarrollar velocidades marítimas inauditas para esa época, comunicando Europa con las costas de Nueva York.
El buque se pensó como una “formidable máquina” para dar rapidez en el viaje y comodidad.
Estamos hablando del buque llamado TITANIC que trasladó unos 2.227 personas a bordo, incluidos unos 885 miembros de la tripulación.
Esta “máquina”, pensada y desarrollada íntegramente por el conocimiento que “el hombre” disponía para esa época, omitió algo crucial en su diseño: disponer de botes salvavidas como para evacuar a la totalidad de los pasajeros y de la tripulación. Aunque el transatlántico podía transportar una capacidad de 3.500 pasajeros, el Titanic solo tenía botes salvavidas para 1.178 personas. Se tomó esta medida por una cuestión económica y no como una disposición de seguridad; de hecho, ningún navío a flote de esa época llevaba suficiente cantidad de botes salvavidas como para evacuar a la totalidad de pasajeros.
Para empeorar las cosas, no todos los botes salvavidas se llenaron al máximo durante la desesperada evacuación del barco, ya que, de acuerdo con la práctica existente, el sistema de botes salvavidas del Titanic fue diseñado para transportar pasajeros a embarcaciones de rescate cercanas, no para llevar a todos a bordo simultáneamente; por lo tanto, con el barco hundiéndose rápidamente y la ayuda aún a horas de distancia, no había un refugio seguro para muchos de los pasajeros y la tripulación. La mala gestión de la evacuación significó que muchos barcos se lanzaran antes de que estuvieran completamente llenos. La mayoría de las aproximadamente 1.500 víctimas del Titanic murieron de hipotermia en la superficie del agua helada.
Esta “importante” omisión, llevó al buque a quedar en la historia producto de su trágico viaje inaugural, en el que perecieron en las frías aguas del pacífico 2.227 personas –una verdadera tragedia para la humanidad—.
Pero, ¿pudo el hombre desconocer lo insuficientes que eran los botes salvavidas luego de “inventar” una máquina tan veloz como el Titanic?
La respuesta obvia pareciera indicar que no, pero lo real es que sus botes salvavidas eran insuficientes.
En la actualidad, ¿hubiéramos accedido a subir a un buque que disponía de tal falencia —grave— en materia de seguridad? La respuesta también sería NO, pero tal vez lo hacemos a partir del conocimiento adquirido como sociedad, luego de experimentar una tragedia como la aquí detallada.
Luego del accidente, y como ocurre en cada tragedia humana de magnitud como esta, se formó un equipo de investigación a los fines de evaluar cuáles fueron los causales del accidente. La junta determinó que el accidente (hundimiento del buque) se produjo por la colisión entre el Titanic y un iceberg.
Los icebergs (que son grandes masas o bloques de hielo) forman parte de la naturaleza de las aguas de los océanos a medida que nos aproximamos a sus polos (Norte o Sur). Aunque la tripulación estaba consciente de la presencia de hielo en las cercanías, no redujeron la velocidad del barco y continuaron navegando a 22 nudos (41 km / h; 25 mph), solo 2 nudos (3.7 km / h; 2.3 mph) por debajo de su velocidad máxima. La alta velocidad del Titanic en aguas donde se había reportado hielo fue criticada más tarde como imprudente, pero reflejaba la práctica marítima estándar en ese momento.
Asimismo, la junta determinó que el haber navegado las aguas del pacífico de noche a velocidades marítimas no recomendadas (por la presencia de icebergs) fueron los causales del accidente.
Repasando lo visto hasta aquí, podemos decir que la humanidad, a lo largo de su historia (evolución), fue desarrollando conocimientos que le permitieron mejorar sus procesos productivos o modificar su forma de trabajo. Estas mejoras o modificaciones trajeron aparejados nuevos riesgos y peligros en su entorno laboral.
Hasta aquí lo indicado por la historia en torno a esta tragedia, y las preguntas que aún siguen vigentes son:
Si se sabía (1912) de la existencia de icebergs en la ruta elegida, ¿por qué viajar de noche y a velocidades no recomendadas?
El iceberg, ¿representó un riesgo o un peligro para la navegación nocturna de 1912?
Para poder responder estos interrogantes es necesario tener en claro el significado y la diferencia de riesgos y peligros.
Peligros y riesgos, definiciones
Al peligro lo podemos definir como toda fuente o situación con potencial de producir daño, en términos de una lesión o enfermedad, daño a la propiedad, daño al ambiente del lugar de trabajo, o una combinación de estos.
Mientras que el riesgo lo definimos como la combinación entre la probabilidad y las consecuencias de la ocurrencia de un determinado evento peligroso.
La probabilidad es entendida como la posibilidad de que ocurra un evento no deseado y cuyas consecuencias son indeterminadas.
Retomando el caso expuesto podríamos responder a las preguntas: ¿Se pudo evitar el accidente del Titanic?, ¿la presencia de icebergs en los océanos para la navegación nocturna sin medios electrónicos que puedan detectarlos (radares o sondas) es un riesgo o un peligro?
Las rutas marítimas serán más o menos peligrosas en función de la “cantidad” de icebergs (fuentes) que estos tengan y se convertirá en un riesgo navegarlas bajo condiciones o situaciones que den mayor probabilidad (navegar de noche y sin medios electrónicos de detección, como un radar) de que ocurra el accidente (colisión con el iceberg).
Otro ejemplo abstraído a lo cotidiano, sería el peligro potencial de sufrir un accidente en rutas argentinas; el riesgo al que nos exponemos dependerá del tipo de ruta o calle, del estado del vehículo en que se circula, de la velocidad de los vehículos que por estas circulan, y de otros factores climáticos como la niebla. Es decir, el peligro siempre existe , pero la probabilidad de que se presente es variable y a esto denominamos riesgo.
El peligro y riesgos tienen una relación directa con la “forma de trabajar” y a su vez se vinculan con “la evolución del conocimiento”.
El conocimiento del hombre o la evolución científica no siempre estuvo orientada a “mejorar la calidad de vida”. Esto se refleja con la llegada de la primera revolución industrial; no existían instalaciones industriales, las principales actividades laborales se centraban en labores artesanales, en la agricultura o la ganadería, entre otras; la tasa de accidentalidad era muy elevada; y había un gran número de muertes, mutilaciones y enfermedades.
La mayoría de los productos y servicios industriales se basaban en explotar capacidades físicas de los individuos, y se comenzó a ver la necesidad de establecer ciertos principios de seguridad en los centros laborales.
En la actualidad, la actividad laboral está ligada directamente a los avances tecnológicos, a la “evolución del conocimiento”; por lo que la relación “forma de trabajar" y riesgos laborales debe ser atendida y analizada integralmente.
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