El club de los emperadores.

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El ex alumno, tenía la oportunidad en esta ocasión de rectificar, delante de su profesor y de sus compañeros. Este no aprovecha esta ocasión y vuelve hacer trampas, con un pinganillo, donde a través de él, otro le iba diciendo las respuesta de las preguntas. El profesor ante este hecho, se sintió aún más culpable, por no darle en su tiempo el puesto a quien realmente lo merecía.

Para el profesor no era un puesto cualquiera sino, el puesto de Julio César, líder militar y político romano de la era tardorrepublicana. Uno de los mejores emperadores nombrados en la película, bajo mi punto de vista.

El profesor, arrepentido le confesó al alumno que le había quitado el puesto en su tiempo, que era él, el que debía haber optado a ese puesto desde el principio, que fue él mismo, el que le quito esa oportunidad, por la que tanto lucho el alumno en ese tiempo.

Era tan grande la admiración que tenía, el ex alumno por su antiguo profesor, que no lo tomo en cuenta y esto se lo demostró, cuando el profesor vuelve a la escuela y él, le lleva a su hijo. Esto muestra que quiere que su hijo reciba la educación del mismo profesor que él, por lo que demuestra que se encuentra satisfecho.

Aquí el profesor, sentirá la oportunidad de ser todo lo honesto, que no pudo ser con su ex alumno, serlo con su hijo.

Para mi está película deja un gran aprendizaje, el cual demuestra que a las personas mentirosas o que pretender conseguir las cosas de forma indigna, acabarán siempre en evidencia y arrepintiéndose. Por el contrario, las personas que sufren una injusticia, a pesar de su esfuerzo y perseverancia, serán finalmente recompensadas.

Por lo tanto se trata de una película que merece la pena ver, comprender y sobre todo coger, el aprendizaje que he expuesto anteriormente, que nos expone está de manera indirecta.

Minerva Ruiz López.

1º Derecho.