UN NUEVO ENSAYO SOBRE ÍNDICES NARRATIVOS DE PELÍCULAS NOMINADAS Y GANADORAS A ÓSCAR DE MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA

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INDICES SONOROS: Mientras las películas La Separación y Amor se caracterizan por carecer de banda sonora durante todo el desarrollo de la historia, las películas La Gran Belleza y Despedidas, buscan principalmente en la música, atrapar al espectador desde el principio con la trama a desarrollarse y manipular sus sentidos a través de los sonidos melodramáticos para que se sumerja en ella y no la abandone. Predominan los sonidos de instrumentos como piano, violín y violonchelo.

En las películas Leviatán y Mandarinas, las bandas sonoras son muy particulares, utilizan sonidos más de persecución, con instrumentos de viento: flauta traversa, órgano, fagot y de cuerda: violín y viola.

INDICES AMBIENTALES:

Como bien se pudo apreciar en la película Leviatán, el océano es protagonista de las primeras tomas logradas y sobre las que inicia la narrativa, pero además, es el espacio donde se desarrolla esta historia y promete alcanzar el clímax. También el cambio evidente de estaciones demuestra que el mundo en el que nos vemos no se detiene y que una situación perturbadora puede entorpecer la noción de espacio-tiempo, y sumergirnos como rehenes de ello, sin escapatoria, y volviéndonos esclavos de la desgracia, por causas que aún no comprendemos. La acción narrativa del filme comienza en una estación climática más afable, amigable, y concluye con la presencia blanca de la nieve, hija del invierno, cuando el infortunio, la muerte y la destrucción, atacan a la familia de Nikolay, y de su mujer, Lilya.

CULTURA - RELIGIÓN

En películas como Despedidas, Ida y La Separación, se puede apreciar una gran influencia de la cultura y la religión en el comportamiento y la cotidianidad de los habitantes de una nación, dejando que estas definan cómo deberá desenvolverse, bajo qué normas y regímenes, limitando sus existencias a un modelo impuesto. Por ejemplo en Despedidas, se narra la historia de un músico japonés que pierde su trabajo como violonchelista y en su afán de poder conseguir otro, lee ofertas de empleo en el periódico y una le llama la atención, cuando llega a conocer de qué se trata, se da cuenta que el trabajo consiste en la preparación de cadáveres como parte de un ritual funerario tradicional, trabajo que finalmente termina aceptando, pero manteniéndoselo en secreto a su esposa quien reprime cualquier elemento, situación, espacio que tenga que ver con la muerte y esto debido a la cultura con la que crecieron en dicha zona de Japón (Yamagata) que considera la muerte como "impureza" - todo lo relacionado con ella es fuente de contaminación, Por lo tanto, cualquier persona que esté en contacto con un cadáver o que asista a un funeral debe eliminar la contaminación a la que estuvo expuesta por medio de rituales de purificación, que utilizan sal y agua. -

Por otro lado, en la película Ida, pasa algo similar, pero más desde el aspecto religioso. En esta cinta la joven Ida está punto de tomar los votos de monja a principios de los 60, pero descubre que es judía y sus padres fueron asesinados por un campesino polaco durante la Segunda Guerra Mundial, esta situación pone a Ida entre la espada y la pared, cuando se dispone a emprender la búsqueda de sus cuerpos y su tía le advierte que el posible resultado de esa aventura va ser descubrir "la muerte de Dios". Esta fuerte confrontación secular marcará un punto de inflexión en las convicciones religiosas de Ida, sumada a la irrupción de un joven músico de jazz a quien levantan a mitad del camino. Queda claro que el camino recorrido por Ida no estará expuesto solamente a una búsqueda objetiva o exterior.

Finalmente en La Separación, la consagración religiosa también presupone repensar las acciones que se cometen, asegurándose de no quebrantar la ética y la moral impuestas y utilizar siempre el nombre de un dios para ello, a la vez que se siguen unos parámetros de vestuario – comportamiento, que bien hacen parte de esa ideología, pero pueden ser detonantes de conflictos o factores limitantes en la cotidianidad. En la cinta, Nader esposo de Simín, con la cual tiene una relación conflictiva debido a su imposibilidad de abandonar al padre enfermo por salir del país en busca de un mejor futuro para su hija Termeh, decide contratar una mujer para que cuide de él, mientras trabaja, esta mujer es consagrada empedernida del Islam y entre las labores obligatorias de su trabajo se encuentra ayudar a cambiar la ropa del señor enfermo de Alzheimer, que incluye pañales debido a su incontinencia y bañarlo, situación que debido a su religiosidad, se ve impedida a hacer y que solo logra contemplar, al consultar con otra mujer de la religión que le confirma que si puede hacer dicha labor y así suceden muchas situaciones en las que ella, siempre tiene presente a su dios Alá y al cual consulta siempre antes de hacer algo, pues siente que todo va en contra de su voluntad. Después oculta su embarazo a su jefe Nader, y como el vestuario que deben usar las mujeres en esta religión es totalmente cubierto y desajustado, no se alcanza a notar cuando una de ellas está empezando su etapa gestativa, por lo tanto Nader, no tenía mucha consideración con la mujer y al final, esta mujer se ve obligada a desmentir la culpabilidad de Nader por su aborto, debido a lo grave que es mentir en una religión tan estricta y cerrada.

MANIFESTACIONES ESTÉTICAS

En cuanto a montaje cinematográfico, se pudo notar predominancia en planos generales en las nueve historias, que al ser dramáticas, buscan relacionar a los personajes con el ambiente en el que se desenvuelven. En el caso de Leviatán, un hombre que vive solo en una zona costera de Rusia, y lucha por evitar ser despojado injustamente de su territorio, lo muestran la mayoría de veces en planos generales y careciendo de planes detalle.

También predominan los colores tenues, opacos, característica de este género cinematográfico. A excepción de la película Ida que optó por el formato a blanco y negro. La estética de esta película evoca al cine de Europa del Este de los años en los que transcurre esta historia, con su relación de aspecto 1.37:1 y una deslumbrante fotografía en blanco y negro (como bien se mencionó antes) que realza la nitidez de los primeros planos, los desenfoques en los fondos y los claroscuros que invaden el rostro de Agatha Tzrebuchowska, encarna Wanda, la tía de Ida con mayor profesionalismo, pero con una intensa transparencia a la hora de dejar reflejar en su rostro las heridas del pasado. Este grandioso film esconde muchos elementos oscuros, la imagen del ser humano, la armonía de sus imágenes y composiciones. Elementos