Determinismo tecnológico.

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Se pasó del hombre-maestro de los talleres artesanales de la pre-modernidad al hombre-supervisor de los complejos industriales modernos.

Los sistemas tecnológicos de creciente complejidad derivaron en una búsqueda de la tecnocracia que mediante la racionalidad, el orden, la eficiencia, el control y la medición derivaron en nuevos modos de producción.

A principios del siglo XX surge la Racionalización absoluta de los procesos como el Fordismo y el Taylorismo.

Fordismo: Al modo de producción en serie que llevo a la practica Henry Ford; fabricante de coches de Estados Unidos. Este sistema supone una combinación de cadenas de montaje, maquinaria especializada, altos salarios y un número elevado de trabajadores en plantilla.

Taylorismo: Hace referencia a la división de las distintas tareas del proceso de producción. Fue un método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control que el obrero podía tener en los tiempos de producción. Está relacionado con la producción en cadena.

En los siglos XVII y XIX se produce una reacción Romántica contra la industrialización. Tras la Segunda Guerra Mundial los efectos negativos de la tecnología empiezan a hacerse notar como en Hiroshima, Nagasaki, Guerra de Vietnam…

Los críticos postmodernos acusan al movimiento tecnocrático de tratar los avances tecnológicos como fines en sí mismos y cono como medios para mejorar la vida humana.

JACQUES ELLUL: Fue un filósofo, sociólogo, teólogo, y anarquista cristiano francés. Según este la tecnología moderna posee las siguientes características:

- Es artificial.

- Es autónoma respecto de los valores, las ideas y el estado.

- Se determina a sí misma en un círculo cerrado; al igual que la naturaleza es una estructura cerrada capaz de autodeterminarse con independencia de cualquier intervención humana.

- Crece según un proceso que es causal pero no está orientado a fines.

- Está formado por una acumulación de medios que han establecido su primacía frente a los fines.

- Todas sus formas están solapadas hasta el punto que resulta imposible separarlas o abordar cualquier problema técnico aisladamente.

Ellul establece que vivimos en una sociedad hiper-organizada, hiper-ordenada, hiper-regulada, es decir, tecnificada. También introduce el concepto de tecnología autónoma y distingue el papel del hombre actuando como sujeto o como objeto de la tecnología.

- El hombre es el sujeto y la tecnología el objeto; el hombre domina la tecnología, la orienta hacia unos objetivos manipulando los artefactos tecnológicos para lograr unos fines. En sí el hombre actúa como sujeto y la tecnología es el objeto o herramienta manipulada.

- El hombre es objeto y la tecnología sujeto: el hombre es dominado por la tecnología, pierde su libertad y su vida queda a expensas del avance de la tecnología. El hombre se convierte en un mero objeto que está a la deriva ante el avance autónomo de la tecnología.

Ellul determina que la sociedad tecnológica moderna no es humanista porque antepone las coasa materiales al hombre. La tecnología moderna cuantifica al hombre y lo reduce a medidas. Mientras que lo humano para Ellul radica en lo cualitativo.

También sostiene la idea de que la tecnología conduce a la obtención del poder. Un poder cuyo objetivo es exclusivamente el poder, por eso afirma que usar la tecnología para conseguir un gobierno de poder absoluto conduce a la desaparición de los valores.

Afirma finalmente que la tecnología es lo opuesto a la libertad “Cuantas más acciones técnicas pone en marcha una sociedad, más merma la autonomía e iniciativa humana perdiéndose posibilidades de elección libre e individualidad en la acción”. Es por eso por lo que el hombre debe tratar de luchar y liberarse. La tecnología no es per se ni buena ni mala.