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A pesar de haber sido el comienzo de todo, parece ser que no fue hasta hace poco cuando se fijaron en mi por primera vez.

Enviado por   •  14 de Diciembre de 2017  •  5.580 Palabras (23 Páginas)  •  523 Visitas

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También Robert Boyle quiso llegar más allá de lo ya escrito proponiendo su teoría de las sustancias primitivas afirmando que los elementos son ciertos cuerpos primitivos y simples que no están hechos por otros cuerpos o de otro cualquiera, son los ingredientes de todos los cuerpos compuestos y en los cuales estos últimos se pueden separar. Supongo que queriendo decir que hay sustancias iniciales a partir de las cuales se crean todas las demás, estas sustancias básicas e iniciales posiblemente seamos nosotros, pero él decía que había solamente dieciséis habiendo en realidad o la más básica de todas, el átomo simple, yo mismo, o habiendo una infinidad de estas, de estas es de mi mismo, es decir que la sustancia simple a la que se refiere soy yo, que egocéntrico que soy por favor.

Parece ser que algunos científicos intentaron explicar uno de los cuatro elementos básicos a partir de los cuales todo se crea, el fuego. Como actúa este en los cuerpos al entrar en estado de combustión. Llegaron al punto en el que consideraban que todos las sustancias que sufrían combustión era debido a la cantidad de flogisto que contenían en ellos mismos y que la combustión en si misma era la pérdida de este flogisto del que hablamos. En otras palabras querían entender el fuego como elemento haciendo que toda sustancia o material estuviese relacionada con este, ya que cualquier material que entrase en combustión estaría perdiendo flogisto, siendo este flogisto un elemento más dentro del fuego. La idea del flogisto procedía de la “terra pinguis” un tipo de tierra(había tres tipos de tierra) inflamable denominada así por los alquimistas en su época. Esta teoría del flogisto fue sacada a la luz por Johann Becher y Georg Stahl.

Gracias a este flogisto se descubrieron gases muy importantes como dióxido de carbono, nitrógeno e hidrógeno.

Poco después Priestley se dio cuenta de que había un gas que hacía que los combustibles ardiesen antes que en el propio aire, y denominó a este gas “aire desflogistizado”. Esto llevó a pensar que cuando en una sustancia ardía su flogisto esta quedaba desflogistizada.

Poco después se llegó a la conclusión de que este aire desflogistizado en realidad era el oxígeno, a esta conclusión llegaron prácticamente a la vez Priestley y Scheele. El oxigeno era capaz de aumentar el flogisto fomentando de este modo la combustión.

La teoría del flogisto era muy inestable e insostenible, llegaron a pensar que el flogisto podría tener un peso negativo y que los materiales que ardían en lugar de perder peso, al perder flogisto lo que hacían eran ganar peso. Fue Lomonosov que desarrollando una teoría mecánica del calor, de acuerdo a la cual los fenómenos térmicos tenían su origen en el movimiento de las partículas diminutas que formaban todos los cuerpos. Esas partículas diminutas somos nosotros, otra vez. Esta teoría echó abajo todo lo hablado anteriormente por Becher y Stahl a los que debéis el haber comenzado a descubrir algunos gases tan importantes como los antes mencionados.

Me ha resultado muy curioso, como átomo, que se pensase que podíamos formar partículas que desapareciesen al entrar en combustión los elementos a los que estaban adheridas, ya que nosotros no desaparecemos tan fácilmente. Por suerte encontraron algo tan importante como el oxígeno, que además de ser la causa de las combustiones, es un elemento muy importante para que puedan continuar con su vida.

Por cierto mientras intentaba explicar esto que había visto, el señor Priestley me mostró como crear bebidas carbonatadas.

Parece ser que mi próxima explicación va a ser, refiriéndonos a un determinado espacio del tiempo, y según las medidas temporales que ustedes han tomado, allá por el siglo XVIII. Pero antes de llegar hasta aquí me gustaría hacerles saber que, aunque no lo sepan, o aunque quieran ignorarlo, en su mundo viven millones de personas, en las profundidades de una selva hay personas, en mitad del desierto también hay personas. Y las personas tienen la gran suerte de tener un cerebro potente que es capaz de hacerle ver cosas que otros seres vivos, o no ven, o no son capaces de comprender. Con esto quiero decirles, que en mi viaje por el tiempo desde el inicio, hasta donde llegue, hablando de mi vida claro, ha habido otras personas que se han parado a pensar en mi.

Acabo de volver a encontrarme en un entorno rodeado de mis compañeros y de personas, una individua está comentándole a otro ser más pequeño que todo lo que le rodea está formado por elementos más pequeños.

-[…] ¿y ves este cubo con agua?, también puede ser algo más simple hijo mío.- Ha dicho una señora llamada Mary a un chiquillo llamado John, cogiendo el cubo de agua con las dos manos, y lanzándolo al suelo.

Al caer al suelo el cubo se rompió en varios trozos y el agua se derramó.

-¿Ahora que ves, John?

-El cubo roto madre, trozos de madera y agua por el suelo, trozos de madera…

-Bien, ahora mismo es algo más simple que ese cubo, ahora simplemente tenemos trozos de madera en el suelo, trozos que podríamos cortar y haríamos más pequeños, pero que no dejarían de ser madera, y aun cortándolos de nuevo no dejarían de ser madera, solamente haríamos que fuesen más pequeños, si pudiésemos ver que hay en su interior hijo mío, seguramente veríamos que pasa algo dentro de esos pequeños trozos de madera que hacen que esta exista. Ahora ve con tu padre […]

El chico sale de la habitación, parece pensativo, la que sí que parece que ha pensado es la madre, que en el entorno de su hogar ha conseguido fijarse en que hay cosas más pequeñas que escapan a la simple vista, que hacen que todo lo que ven esté ahí, formado, estable.

Dejo atrás esta pequeña visión para poder seguir hablándoos de mi vida según la veo desde vuestros ojos.

Parece ser que un hombre ha llegado a una conclusión en su laboratorio. Tras conseguir demostrar que el misterioso flogisto no era nada más que un gas más, que en las reacciones químicas, en este caso y como ejemplo, las de combustión de un metal, que ganaba masa al calcinarse pero no por la pérdida de flogisto, sino porque ganaba algo del aire que le rodeaba[(oxígeno)+(metal) (en una combustión) = metal oxidado], el señor Antonie Lavoisier, ha enunciado:

“En una reacción química, la masa de los reactivos es igual a la masa de los productos. Es decir, la masa total de la reacción permanece constante.”

Creo

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