Actividad: Historia de blanca nieves
Enviado por Stella • 8 de Enero de 2019 • 1.984 Palabras (8 Páginas) • 496 Visitas
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El calcetín rojo
Si llevo una hora buscando y no es tanta ropa pensó Lucía mientras se sentaba, acostada en el suelo. Su madre la iba a castigar, eso era seguro. No era la primera vez que hacía algo así y desde la muerte de su hermano Daniel, la compulsión por ordenar y tener la casa perfecta era mucho mayor para su madre. Observó con cuidado toda la ropa rosa alrededor de ella, tratando de encontrar asomado el pequeño calcetín rojo que sabía que era la razón de ese desastre, pero era en vano. Si alguna vez había habido un calcetín entre esa ropa, había desaparecido misteriosamente. Cómo se lo iba a explicar a su madre, era una buena pregunta. Pero ya se le ocurriría una razón. Suspiró y se levantó penosamente del suelo donde había estado una hora completa buscando, revolviendo y volviendo a ensuciar toda la ropa recién lavada. La metió en una canasta de ropa sucia y salió del cuarto de lavado como un prisionero sentenciado a muerte, resignada a enfrentar a su madre de una vez. El estómago se le revolvió cuando salió de esa habitación, pues la cocina, la sala, toda la casa en general apestaba a cloro y pérdida. El recuerdo de su hermano mayor, recorriendo esas habitaciones, subiendo las escaleras alfombradas junto a ella y empujándola en los pasillos de la casa, volvió mientras recorría la casa con lágrimas en los ojos. Al llegar a la habitación de su madre se limpió las lágrimas y pintó una sonrisa en su rostro, una sonrisa que llevaba fingiendo tantas veces que casi parecía real. Tocó discretamente la puerta y como no escuchó respuesta alguna entró cuidadosamente. Su madre estaba llorando, de nuevo. Lucía suspiró, parecía que su cuerpo no tenía límite de lágrimas que regar
Su madre empezó, valientemente, Sabes qué es lo que más extraño de Daniel, Lucía ? ella no respondió, así que continuó. Que él nunca tomaba en serio los problemas. Cuando se encontraba con uno, lo ignoraba o se reía y al instante desaparecía. La vida le ponía tope tras tope y él sólo evadió los problemas, como si no existieran. Lucía no sabia qué decir, era la primera vez que hablaban de Daniel en meses, de hecho era la primera vez que su madre decía tanto en meses. Su madre la miró, con una sonrisa triste que no le llegó nunca a los ojos. La sonrisa fingida de Lucía había desaparecido desde la primera palabra de su madre y ahora apretaba los labios para no ponerse a llorar. Su madre seguía mirándola y ella supo que estaba esperando que le explicara la razón por la que había entrado a su habitación. Inspiró valientemente y dijo Madre, metí mi calcetín rojo junto con los blancos de la casa, ahora todo esta manchado. Lo siento mucho, de verdad. Un pequeño nudo le había ido creciendo en la garganta hasta que las últimas palabras salieran medio ahogadas por la pena. Las lágrimas que había estado conteniendo a lo largo de estos meses empezaron a correr por sus mejillas como cascadas interminables y su madre se levantó de un salto y corrió a abrazarla.
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