Actividad de la Unidad VII.

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Grupos de aprendizaje, cuyo fin es obtener beneficios directos de la actividad educativa.

Grupos para resolver problemas, cuyo fin es la solución más rápida y eficaz de uno o varios problemas determinados que afectan a todos, o casi todos los individuos.

Grupos de acción social, que buscan influir sobre el curso de los acontecimientos sociales.

Grupos mediadores, cuyo propósito es coordinar actividades, distribuir recursos y/o reconciliar intereses de otros grupos y

Grupos legislativos, que buscan formular reglas y/o legislaciones.

Hasta este punto, ya tenemos definido uno de los dos sujetos activos con relación a la aplicación de las técnicas didácticas: el grupo. A fin de poder elegir de forma adecuada las técnicas didácticas a utilizar en una acción formativa, solo resta definir el otro sujeto y delimitarlo de cara a nuestro propósito: el facilitador.

El facilitador

La RAE define la palabra facilitador como:

Persona que se desempeña como instructor u orientador en una actividad.

Esa definición es completa, sin embargo, para fines explicativos resulta muy concisa, por lo que prefiero partir de la definición que nos ofrece Wikipedia:

Un facilitador es la persona que ayuda a un grupo a entender los objetivos comunes y contribuye a crear un plan para alcanzarlos sin tomar partido, utilizando herramientas que permitan al grupo alcanzar un consenso en los desacuerdos preexistentes o que surjan en el transcurso del mismo.

En esta definición, un poco más detallada, podemos ver cómo figuran tanto los elementos propios, como los sujetos activos, de la acción formativa y objeto de este ensayo: el facilitador como concepto a ser definido, el grupo como interlocutor o sujeto activo de la acción formativa y los planes y herramientas como medios para alcanzar un fin y que, en nuestro caso específico, están representados por las técnicas didácticas.

Desde ese punto de vista, el facilitador es una especie de canal que sirve para encausar la acción formativa, asumiendo la responsabilidad de dirigir el proceso, para lo cual, debe estar claro de que su papel en la acción formativa es de:

- Estimular la planificación y, eventualmente, la participación del grupo.

- Formar parte integral del grupo y desde esa perspectiva, realizar sus sugerencias en el mismo plano que los demás actuando como un miembro del grupo.

- Ayudar a los participantes a adquirir los conocimientos por sí mismos sin creerse el poseedor de la verdad.

- Facilitar la comunicación.

- Estudiar el grupo: sus relaciones interpersonales, percibir e identificar las barreras que puedan existir o aparecer eventualmente, y comprender y apreciar a las personas valiéndose precisamente de las técnicas didácticas grupales.

Las técnicas didácticas adecuadas

Para seguir el hilo conductor de este ensayo, habiendo conocido los elementos anteriores, debemos abocarnos a enumerar al menos los principales criterios a tener en cuenta a la hora de seleccionar las técnicas didácticas que puedan ser las más adecuadas a nuestro grupo, a nuestros objetivos temáticos y a nosotros como facilitadores. Sin embargo, considero pertinente presentar antes los cuatro modelos principales para facilitarnos la vida a la hora de elegir las técnicas adecuadas bajo los criterios que enunciaremos a posteriori.

Los modelos en cuestión, y que definiré de forma resumida son:

- Técnica Expositiva

Como su nombre indica, consiste en la exposición oral de un tema teórico con el fin de captar la atención y lograr la reflexión de los participantes de modo que se produzca el aprendizaje.

Se desarrolla presentando el tema, explicando su importancia, se argumenta el tema siguiendo una secuencia lógica y haciendo uso de recursos lingüísticos (como anécdotas, citas, ejemplos) para ilustrar; se emplean materiales didácticos, se motiva la participación a través de preguntas, y se ejercita la información adquirida a través de algún ejercicio teórico.

Para la conclusión se deben resaltar los puntos más significativos de la exposición, se estimulan los comentarios conclusivos y se tantea que tanto se aprendió del tema desarrollado, además de resaltar la importancia del tema y expresar sus propios comentarios.

- Técnica de Diálogo

En esta técnica se persigue obtener información diversa de dos fuentes con enfoques distintos al mismo tiempo haciendo reflexionar a los participantes sobre el tema del cual se dialoga.

Para el desarrollo se introduce dando a conocer la dinámica de la técnica que se va a utilizar y presentando el tema central, luego se inicia el dialogo, el cual va a desarrollarse de acuerdo con un esquema previo y fomentando que la conversación sea animada y atraiga la atención del grupo.

Para concluir se abre una sesión de preguntas para aclarar dudas o ampliar algunos puntos y hacer preguntas de sondeo, tanto para cerciorarse de haber aprendido sobre el tema en cuestión como para resaltar la importancia de la técnica utilizada.

- Técnica de Discusión

Esta técnica busca intercambiar ideas con el fin de llegar a una conclusión. Una vez seleccionado y dado a conocer el tema al grupo (con antelación para que estos se preparen y puedan discutir), se formulan los objetivos y se procede entonces, en el momento del desarrollo, a introducir el tema y elegir de dentro del grupo dos personas que fungirán como moderador y secretario, respectivamente, a fin de que la discusión se haga con un orden parlamentario. Es importante motivar la participación de los menos activos en la discusión y que el secretario escriba los comentarios emanados de la misma para ser leídos al final.

Para concluir, el moderador, habiendo escuchado las opiniones que leyó el secretario, enunciará las conclusiones a las que se llega con ellos y también serán anotadas –esta vez en un lugar visible para todos- por el secretario. Posteriormente se procede a destacar la importancia del tema y de la técnica utilizada haciendo las preguntas de sondeo pertinentes.

- Técnica de ejecución/demostración

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