Afectaciones ambientales y sociales relacionadas al consumo de carne roja

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Se podría reducir la cantidad de tierra dedicada a la ganadería cambiando el tipo de animal, por ejemplo, existe una densidad de 3 aves por hectárea contra 0.18 cerdos, 0.26 bovinos y 0.34 rumiantes. Además, en cuanto a la conversión de piensos por kg de carne las aves ocupan entre 2-4 kg, los rumiantes 7 kg y las tilapias (un tipo de pescado) entre 1.6-1.8 kg5. También se podrían utilizar métodos agroforestales en los cuales se combinan los animales y forrajeras herbáceas con especies arbóreas con un sistema de manejo integral.

El sector ganadero es responsable a lo largo de todo su proceso del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que tomando en cuenta solo las emisiones del ganado estamos hablando de un 3% y un 1% para el bovino7. Este sector emite el 9% del CO2 antropogeno (asociado a las actividades del ser humano), 37% del metano antropogeno el cual tiene un potencial de calentamiento global (PCG) 23 veces mayor al del CO2 y el 65% del óxido nitroso antropogeno con un PCG 296 veces mayor7. Ya que el ciclo del carbono se encuentra en un delicado equilibrio, se emiten 112 mil millones de toneladas de equivalentes de carbono al año por respiración y oxidación de la materia orgánica del suelo y se absorben 112.5 mil millones de toneladas a través del agua y la fotosíntesis, se emiten 6.5 mil millones de toneladas netas por combustibles fósiles (5 mil) y deforestación (2 mil) que contribuyen al calentamiento global. Para el 2100 se estima un aumento de temperatura entre 1.4°C y 5.8°C, que en el mejor de los casos es la temperatura media más alta en los últimos 10000 años.

Se estima que la ganadería amenaza a 15 de cada 24 ecosistemas y a 23 de los 35 lugares críticos de la biodiversidad, esto quiere decir que son lugares con muchas plantas endémicas o tienen una perdida crítica en su biodiversidad, impactan también al 50% de las aves amenazadas al reducir su hábitat y el 20% de la población de acuíferos; además se considera que el 20% de la biomasa animal es ganado. Aparte de afectar a la biodiversidad silvestre se ha reducido el número de especies vegetales utilizadas, menos de 20 en comparación con las 5000 especies disponibles presentes5, aumentando la probabilidad de afectación por plagas y enfermedades. Se podría reducir las afectaciones estableciendo corredores entre áreas protegidas naturales, fomentar el uso de más especies o variedades en los cultivos dedicados a humanos y animales, además de aumentar la productividad por cabeza para reducir el número de animales.

La contaminación y acceso al agua es un tema preocupante, se estima que para el 2025 un 65% de la población mundial dependa de cuencas bajo estrés hídrico contra el 38% del 2006 y un 33% tendría absoluta escasez de agua5. Esto crearía las condiciones aptas para que el principal motivo de las guerras fuera el acceso al agua, así como lo es ahora los combustibles fósiles y lo fue en su tiempo las tierras y sus recursos. Del agua disponible se destina un 70% a la agricultura, 20% a las industrias y 10% a necesidades domésticas, mientras que la ganadería es responsable del 8% del consumo a través de cultivos forrajeros5. Además de los 5000-20000 litros de agua necesarios para producir un kg de carne en promedio, la actividad ganadera contribuye a la eutrofización del agua, a la reducción de su captación debido a la compactación del suelo, al aumento de escorrentías y lixiviación de nutrientes, y a la disminución de cursos de agua en estaciones secas por sus requerimientos de agua. Un detalle curioso es que países con una alta demanda de importación de productos cárnicos aumentan el consumo de agua debido a la ganadería en otros países.

La carne, así como la gran mayoría de los alimentos de origen animal, son de alto aporte nutricional. Su composición incluye a todos los aminoácidos esenciales en nuestra dieta, así como también vitaminas del complejo B, como la Cobalamina (B12); una vitamina esencial en la nutrición del ser humano y difícil de obtener con un régimen alimenticio de tipo vegetariano. Principalmente por su excelente aporte nutricional la carne siempre ha sido importante en nuestra alimentación, sin embargo, no esencial. Según la FAO: "Los alimentos de origen animal no son esenciales para una dieta adecuada, pero son un complemento útil para la mayoría de las dietas". Curiosamente los grandes problemas en la salud que están relacionados con el consumo de la carne no son por la carne en sí, sino por un consumo irresponsable. Los ácidos grasos que contienen estos alimentos (principalmente saturados) se han relacionado con mayores probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares y crónicas degenerativas como cáncer, diabetes e hipertensión. Reitero, todo esto bajo un consumo irresponsable. La OMS ha recomendado que no se deba de consumir más de 500g semanales de carne roja; tan sólo en nuestro país el consumo per cápita semanal es de 1.211kg/semana incluyendo aves. Al respecto de los alimentos cárnicos procesados la OMS también se ha pronunciado: "Comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer" este tipo de alimento ha sido clasificado en el grupo 1A, junto con el tabaco y otras sustancias.

Claramente no realizamos un consumo responsable de estos alimentos, y esto se nota en nuestra sociedad, tenemos las peores tasas de obesidad y enfermedades crónicas degenerativas.

Entendemos que la carne es un alimento no esencial para nuestra dieta; de producción no sostenible, potencialmente dañino para nuestra salud y vinculado a problemas éticos como el hambre en el mundo, maltrato animal y daño al medio ambiente, pienso que es tiempo de tomar decisiones consientes e inteligentes. Debemos de iniciar el proceso de sustitución de este alimento, sin llegar a ser radicales, y apoyándonos de estrategias para integrar a las personas que dependen de este negocio. Alguna de las estrategias podría ser fomentar el uso de los bosques como sumideros de carbono o bonos de carbono para las empresas y países, ya que el protocolo de Kyoto considera esto como una medida para reducir las emisiones de CO2.De ese modo solucionaremos un problema grave en nuestro entorno, sin llegar a causar un desequilibrio más grande.

Referencias

- Base de datos española de composición de alimentos (BEDCA).

- Agricultura mundial : hacia los años 2015 / 2030 Informe resumido. (2015).

- El impacto ambiental de la alimentación. David Román. Biocultura Madrid 2009.

- FAO 2011. Ganadería mundial 2011. La ganadería en