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Al cerrar los ojos

Enviado por   •  3 de Noviembre de 2018  •  2.783 Palabras (12 Páginas)  •  244 Visitas

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Cuando hablamos de la visión podemos rescatar dos maneras de pararnos frente al mundo, por un lado está la visión enfocada, esta nos enfrenta con el mundo y nos expulsa de él, mientras que por el otro lado está la visión periférica, esta nos envuelve en el mundo y nos integra al espacio; la ultima es la que Pallasmaa cree que el arquitecto debe buscar en sus espacios.

Si aplicáramos estos mismos conceptos de la visión al resto de los sentidos podríamos decir que las personas funcionamos casi las 24 horas del día con el oído, el tacto, el olfato y el gusto de manera enfocada, no integramos estos sentidos en el mundo y por lo tanto nos encontramos expulsado de él, casi somos personas que solo pueden ver, y creo que es por esto que las personas al perder la visión consideran que se han convertido en personas mucho más sensoriales, sienten el mundo de una manera distinta a como lo solían hacer, aprendieron a ser seres periféricos.

“Para todos, tarde o temprano, llega el día en que bajamos la mirada a lo largo de los caños de las canaletas y no conseguimos despegarlos más del pavimento. El caso inverso no está excluido, pero es más raro: por eso seguimos dando vueltas por las calles de Zemrude con los ojos que ahora cavan debajo de los sótanos, de los cimientos, de los pozos.” - Italo Calvino, Las Ciudades Invisibles.

Sin duda que la arquitectura ha creado obras increíbles y dignas de admiración a través del arte del ojo, pero estas no han facilitado el arraigo humano en el mundo, una obra que olvida su cualidad táctil puede transformarse en algo repulsivamente plano, de bordes afilados, inmateriales e irreales. Otro problema que genera la hegemonía visual es que los edificios de hoy día tienen miedo a envejecer, toda obra pretende permanecer con la misma imagen que cunado fue construida, ser eternamente joven, Jean Paul Satre nos dice, “el espacio se ha apoderado del tiempo en la conciencia humana a causa del ocularcentrismo”, las obras deben demostrar el paso del tiempo y ser moldeadas por él, al igual que una piedra suaviza sus bordes y textura por el insistente contacto del mar, esto es el tiempo convertido en forma.

“Mi percepción no es una suma de datos conocidos visuales, táctiles y auditivos. Capto una estructura única de la cosa, una única manera de ser que habla a todos los sentidos” Merleau Ponty

James J. Gibson considera a los sentidos como mecanismos que buscan de manera agresiva, más que meros receptores pasivos. La visión capta el edifico pero no tiene una relación directa con este, no lo cambia, mientras que el oído recibe, la obra reacciona a nuestro sonido y nos los devuelve con una nueva onda, una respuesta a nuestra presencia. La teoría sobre como entendemos la distancia de George Berkeley resulta muy interesante ya que nos explica que no podríamos distinguirla sin la cooperación de la memoria háptica y por consiguiente tampoco a la profundidad, la visión revela lo que el tacto ya conoce, vemos la suavidad y dureza de los objetos. Cézanne nos define como debe ser un pintor, “si el pintor quiere expresar el mundo, es necesario que la disposición de los colores lleve en si misma este Todo indivisible, si no, su pintura será una ilusión de las cosas y no la reflejará esta unidad imperiosa, la plenitud insuperable que constituye para nosotros la definición de lo real. ”

Por ultimo podremos decir que la arquitectura se inspira a través de las experiencias, proyectamos a través de ellas con la ayuda de la imaginación, experiencias e información visual tenemos de sobra, la historia nos ha ido despejando el camino desde la antigua Gracia e incluso antes, pero lo que la historia se ha olvidado documentar son las experiencias hápticas, estas son cosas que deben ser experimentadas por uno mismo, el silencio de una iglesia que provoca mantenerlo, el olor de un jardín que invita a recorrerlo, durante experiencias emocionales abrumadoras tendemos a cerrar los ojos, los cerramos cuando soñamos, cuando escuchamos música o cuando acariciamos o abrazamos a alguien, estos son los momentos en los que perdemos el miedo a la oscuridad y nos adentramos en nosotros mismos. La arquitectura no solo responde a las necesidades intelectuales y sociales fundamentales y consientes del habitante de la ciudad, debe también recordar a la persona arcaica que se oculta en el cuerpo.

“Me gusta ver hasta dónde la arquitectura puede perseguir la función y, entonces, tras haber hecho la persecución, ver cuan lejos puede apartarse de la función.”

EL ARTE HÁPTICO

“Aspiro hacer visible como me toca el mundo” – Cézanne

La gran mayoría del arte está destinado a los ojos, la pintura, la escultura (en menor medida ), el cine, la fotografía, etc. estos son los principales exponentes del arte que revuelven nuestra creatividad y generan un sinfín de sensaciones en nosotros, lo que nos convierte en personas privilegiadas no solo por tener nuestro cinco sentidos intactos sino que también tenemos un mayor acceso a la cultura sobre los demás, solo la literatura y la música compiten contra la hegemonía de los ojos.

Hoy poco a poco existen proyectos para invitar a las personas ciegas al el mundo del arte, el museo del Prado ha creado por primera vez exposiciones de pinturas tanto de Velázquez, como Goya, Da Vinci o el Greco con textura para que las personas puedan entender y apreciar de que va este mundo del que el resto siempre ha podido disfrutar, hasta entonces el máximo contacto que podía generar una persona ciega con un museo era sentir a través del tacto algunas de las esculturas expuestas, sin tener acceso a todas y pidiendo permiso. Con esto no solo digo que el arte debe tener más en cuenta a las personas con algún tipo de discapacidad sensorial, como lo ha hecho el Prado, sino que debemos ser más consientes que las obras de arte pueden y quieren ser interpretadas de otras maneras, generando así nuevas experiencias mucho más fuerte, Velázquez nunca hubiera imaginado que siglos después de pintar La fragua de Vulcano alguien las tocaría para apreciarlas y de ser así seguramente serían distintas. Según Merleau Ponty en la experiencia del arte sucede un peculiar intercambio, yo le presto mis emociones y asociaciones al espacio y el espacio me presta su atmósfera, por lo tanto cunado apreciamos el arte entregamos nuestros sentidos y la obra nos devuelve algo a cambio, entonces, por qué limitarnos simplemente a lo visual.

CONCLUCIÓN Y FORMALIZACIÓN

La primera reflexión que me ha generado este estudio es como el espacio no precisamente es algo físico, es más, el espacio con

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