Analisis marxista.

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Los sucesores de Hegel han detectado que la filosofía es una especulación tanto sobre la razón y sobre la verdad y es donde quieren inaugurar otros estilos de pensamiento no filosóficos u otras formas cognitivas de llegar a la verdad. De acuerdo con esto, aquellos sucesores exaltaran la negación de la filosofía como la realización de dios a través de la deificación del hombre. Para Kierkegaard, por ejemplo, la verdad no estará en la razón, sino en las acciones guiadas por la ética tomandola como un pensamiento práctico. Kierkegaard es un existencialista que ve dentro de la ética a aquellas normas que encaminaran la conducta de los individuos, a todo esto la decisión será un término muy importante en el pensamiento de Kierkegaard. Es lógico que él negará a la filosofía hegeliana puesto que ve a la razón como una verdad abstracta, inauténtica y meramente especulativa como ya se había mencionado, aunque Kierkegaard al ver a la ética precisamente dentro un dogma religioso es donde él vuelve a caer en la especulación y anti naturalidad de la verdad. Marcuse dirá que ése individualismo religioso es una forma más de esclavización e impedimento a una liberación social (Marcuse, 1986: 261). Sin embargo Marx dirá que en efecto, la acción social será la abolición ante ese sufrimiento, pero no de la manera en que Kierkegaard lo plantea.

“Ya en 1842 Feuerbach ejercía un influjo dominante sobre los jóvenes hegelianos, para lo que el punto de vista feuerbachiano también será básico en los Manuscritos económicos y filosóficos” (Giddens, 1998: 34). Pues para Feuerbach, un materialista – empirista, “el hombre será aquél que esté situado en un . Feuerbach le replicará a Hegel que lo divino es un producto ilusorio de lo real, tomando al pensamiento como algo que no es anterior al ser, sino que el pensamiento es el que procede del ser” (Giddens, 1998: 35), de igual manera Feuerbach criticará el razonamiento de Hegel puesto que no se ubica ante las premisas empiristas que una sociedad, o mejor dicho, un sujeto pasivo demanda. Respecto a Kierkegaard y también con Hegel, “Feuerbach opina que el

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humanismo es lo que debe reemplazar a la religión, con lo cual el amor que antes se dirigía hacia Dios se concentrará ahora sobre el hombre y esto lo llevará a una recuperación de sí mismo” (Giddens, 1998: 35). Lo que Feuerbach pretende es naturalizar a la libertad, él verá a la antropología como la emancipación del ser humano puesto que ésta se encargará de situar las verdaderas condiciones y cualidades de una existencia humana libre. Para lo que elabora un análisis genético en donde comenzará a indagar el origen en el cual la filosofía va a permitirle acceder ante esas ideas que serán capaces de liberarlo. Será el origen del ser humano tomado como un ser natural desde su biología aquel hecho primordial en la humanización, el pensamiento pasará a segundo plano, pues éste será producto del ser. “La naturaleza adquiere relevancia sólo en la medida en que condiciona la existencia humana” (Marcuse, 1986: 265), pues el ser natural se relaciona con su entorno a partir de necesidades en base a los objetos exteriores, a su vez, estos objetos se presentan como algo que no son lo suficientemente satisfactorios generando de esta manera sufrimiento, y desde la posición del sufrimiento es como el ser humano comenzará a pensar. A su vez, Feuerbach ubica a la religión como un posible consuelo ante el sufrimiento en el momento en el que delegamos nuestras necesidades ante un “ser supremo”, es por ello que el ser humano en su condición natural es como podrá tener acceso a su organismo biológico, “para Marx, el principio del sufrimiento estaba enraizado en la forma histórica de la sociedad y se requería de la acción social para lograr su abolición” (Marcuse, 1986: 267)

En última instancia lo que Feuerbach trata es un materialismo biológico, en donde la mera actividad natural es la que nos acercará a la verdad. Pero también aquí es donde Feuerbach no va a dar las premisas claras del por qué la naturaleza puede convertirse en un medio para la liberación, es decir, él centra su materialismo en los puros sentidos humanos; Marx es quien lo elevará a los niveles sociales faltantes.

Y es por ello que los Manuscritos poseen dentro sí un gran interés por el hecho de que Marx desarrolla variables que anteriormente habían quedado inconclusas o en últimos términos, confusas. Aquí es donde Marx comenzará con la crítica a la economía política y a elaborar el análisis de la alienación, dándose cuenta que dentro de las relaciones existentes de su tiempo se vislumbra lo que llamará como pobreza proletaria y este será el punto de partida de su reflexión, por lo que deberá estudiar la forma de trabajo para explicarse esa pobreza. Por tanto, Marx observará que “el trabajo será el que transformará las condiciones naturales

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de la existencia humana en condiciones sociales, pues el desarrollo del individuo y el alcance de su libertad dependen de la medida en que su trabajo satisface su necesidad social” (Marcuse, 1986: 267-268). Es decir, “todos y cada uno de los fenómenos económicos son al mismo tiempo fenómenos sociales, y la existencia de un determinado tipo de economía presupone un determinado tipo de sociedad” (Giddens, 1998: 45).

Marx al principio ubicará al trabajo en interacción con la naturaleza en la medida en que esta se transforma para satisfacer nuestras necesidades a través de objetos, por tanto esta debe ser considerada como la actividad existencial del ser humano y a su vez como colectiva. Con esto Marx se va a referir a esa noción genérica del hombre que dentro del trabajo se encuentra, puesto que el ser humano se colmará de diversas necesidades en la medida en que es un ser universal libre y ausente de limitaciones a diferencia de los animales. Lógicamente tanto el animal como el hombre dependerán de la naturaleza, con la diferencia en que en el momento de la resolución de esas necesidades para el animal el trabajo, o mejor dicho, el esfuerzo, solamente se llevará a cabo en el momento en que se le presentan, y para el humano no precisamente deberá existir una necesidad inmediata, este descubrirá, producirá y transformará a la naturaleza; la humanizará relacionándola física y espiritualmente; la convertirá, según Marx, en su cuerpo inorgánico, la verá como un medio de vida, materia e instrumento para realizar su actividad vital, y por tanto, descubrirse a sí mismo.

Como ya se mencionó, el trabajo implicará un esfuerzo que para el ser humano se traducirán en actitudes hacia determinadas dimensiones, ya sea ante lo que es