CANCER-EPIDEMIO.
Enviado por poland6525 • 1 de Abril de 2018 • 2.597 Palabras (11 Páginas) • 288 Visitas
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En prevención primaria, evitar los factores de riesgo es lo que permite prevenir un mayor número de cánceres. Además, otros factores tales como: exposición solar, carcinógenos ocupacionales, contaminación atmosférica, diferentes aspectos de la vida sexual y reproductiva, herencia y nivel socioeconómico también juegan un rol importante a tener en cuenta.
Entonces, dentro de la prevención primaria, las pautas para impedir el desarrollo de células cancerosas son:
- Evitar fumar y estar cerca de fumadores: El tabaquismo es un factor de riesgo evitable que produce, por sí solo, más muertes por cáncer en todo el mundo anualmente (22% de defunciones anuales atribuidas a esta causa). Puede provocar cáncer de pulmón, cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, vejiga urinaria y cuello del útero. En este sentido, aproximadamente el 70% de casos de cáncer de pulmón puede atribuirse al tabaquismo. Cabe resaltar que el riesgo de desarrollar la enfermedad es 10 veces más elevado en fumadores que en no fumadores. Este riesgo presenta una relación dosis-respuesta de acuerdo con la intensidad y dosis de consumo, siendo mayor cuanto menor es la edad de inicio en el consumo y variando según la modalidad y tipo de tabaco consumidos.
También, se ha demostrado que aspirar humo ajeno o “humo ambiental” (fumador pasivo) también produce un incremento de riesgo de cáncer de pulmón.
Dejar de fumar reduce el riesgo de muerte, siendo esta disminución progresiva desde el momento en el que una persona abandona el tabaco.
- Cambios en la alimentación: Pues la dieta es un factor relevante para el cáncer. Según estudios, se ha demostrado que existe una relación entre el sobrepeso y la obesidad y diversos tipos de cáncer, como el de esófago, colon, recto, mama, endometrio y riñón. Un dato importante es que se puede atribuir el 35% de las muertes por cáncer a la dieta.
El consumo de frutas y hortalizas han evidenciado tener un efecto protector para los cánceres de estómago, colorrectal, cavidad oral, esófago, pulmón y mama. Además, el consumo de determinadas vitaminas, agentes antioxidantes y micronutrientes como: calcio, betacarotenos, vitamina C y vitamina E, retinoles y selenio ayudan a prevenir el cáncer.
Por otro lado, el consumo excesivo de carnes rojas y grasas, productos salados, ahumados y productos procesados constituye una causa para el desarrollo de cánceres de colon, próstata, mama, cáncer colorrectal y estómago.
- Realizar ejercicio físico de manera regular: Está demostrado que hacer ejercicio físico moderado regularmente, reduce el riesgo de cáncer de colon y posiblemente, los de recto, mama, próstata y ovario. Es recomendado realizar, por lo menos, 30 minutos de ejercicio físico diario.
- Evitar el exceso de exposición solar: Se conoce que la exposición solar constituye un factor de riesgo para el carcinoma basocelular y escamoso de la piel. Estos cánceres se asocian a la exposición solar acumulada durante la vida y afloran en las partes del cuerpo que estuvieron más expuestas al sol. También, el melanoma maligno se asocia directamente a exposición solar de manera intensa. Es importante recalcar que esta exposición solar potente durante la infancia y adolescencia puede provocar cáncer de piel.
Es importante evitar la exposición excesiva y utilizar filtro solar y ropa de protección como medidas preventivas.
- Tener cuidado con las radiaciones ionizantes: Las radiaciones ionizantes son carcinogénicas para el hombre. Las originadas por la actividad médica (tanto en diagnóstico y tratamiento) se asocian a un aumento en la incidencia de cáncer en doctores y pacientes. Por ello, los procedimientos radiológicos médicos deben prescribirse en casos oportunos y realizarse de manera correcta y con las medidas pertinentes y de bioseguridad, y evitar el exceso de dosis de radiación innecesarias, especialmente, en los niños.
- Tomar medidas de prevención contra los carcinógenos ocupacionales: Una elevada proporción de tumores de pleura, pulmón, mesenterio, senos nasales, vejiga, piel y otros, se atribuyen a la exposición de factores ocupacionales. Estos cánceres de origen laboral se concentran en ciertos grupos de la población activa. Aproximadamente entre el 20-30% de hombres y entre el 5-20% de mujeres en edad de trabajar pueden haber estado expuestos a sustancias carcinógenas durante su vida laboral. Es fundamental utilizar las medidas de bioseguridad respectivas, ropa correcta y los protocolos establecidos para evitar desarrollar cáncer según ocupación.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas: El alcohol es un factor de riesgo para cáncer de la cavidad oral, laringe, esófago e hígado, y este riesgo se incrementa con la cantidad de alcohol consumida y el tiempo que se lleva consumiendo.
El alcohol es un factor de riesgo prevenible, y las estrategias de prevención se deben dirigir a la población en general, con el objetivo de reducir la prevalencia e intensidad de consumo de esta sustancia, especialmente a los bebedores importantes y excesivos.
- Vacunación y prevención de infecciones e infestaciones: Los agentes infecciosos generan el 22% de las muertes por cáncer en los países en vías de desarrollo, y aproximadamente el 6% en los países industrializados. Estas proporciones son mayores en mujeres.
Por ejemplo, la infección crónica con hepatitis B está relacionada con el cáncer de hígado. El virus del papiloma (VPH) se encuentran asociados al cáncer de cérvix y a lesiones precursoras.
Como medidas preventivas, se encuentran las inmunizaciones, que deben ser de cobertura nacional y bajo controles necesarios.
- Evitar la contaminación ambiental: Pues también una persona puede exponerse a productos químicos carcinógenos a través del consumo de agua o contaminación ambiental y en áreas cerradas. Y, la exposición a carcinógenos pueden producirse a través de alimentos contaminados por sustancias químicas, como aflatoxinas o las dioxinas.
Es importante tomar conciencia y actuar, a nivel nacional, con medidas que reduzcan la contaminación de aires, suelos y aguas.
Además de todas estas medidas de prevención primaria, los profesionales pueden contribuir en la mejora de la supervivencia y la reducción de la mortalidad por cáncer mediante el reconocimiento de los síntomas y signos de alerta.
Finalmente, dentro de las medidas de prevención
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