Comentario de texto "Femme et chatte"
Enviado por Christopher • 3 de Enero de 2018 • 3.438 Palabras (14 Páginas) • 610 Visitas
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El poeta no ha escogido al azar los personajes de este poema y la relación que establece entre ambos a partir de lo que percibe a través de sus sentidos será lo que permita mostrar su visión en cuanto a la naturaleza de las mujeres.
En esta segunda parte que vamos a tratar, nos centraremos en la naturaleza de la mujer según la muestra el poeta, en la crueldad y perversión de la misma.
Verlaine nos llama la atención al intervenir en el poema para acusar a la mujer, al decirle que se escondía, la “scélérate” (v. 5). El tono general del poema, una vez que se nos ha introducido a la mujer y a la gata y se nos ha situado en una atmósfera de oscuridad, podemos deducir que el tono, en especial en el segundo cuarteto, nos hace pensar que la mujer es culpable de crímenes que ha cometido o que, por lo menos, ha querido cometer. Se nos muestra una mujer traicionera, que esconde algo, una persona pérfida, traidora e infiel. Esas cualidades aluden a una cierta tendencia a ser una persona de personalidad traicionera para conseguir lo que quiere. Esto mismo ocurre con la visión que se tiene de los gatos en la sociedad, siendo animales poco fiables y poco fieles. Verlaine nos muestra que no tiene confianza en las mujeres, según su visión no hacen más que mentir. Se nos muestra una imagen en la que podemos apreciar un supuesto juego inocente, un juego de niños lleno de simpatía y amor entre la mujer y la gata y en el que no hay lugar para la maldad ni el engaño. Verlaine utiliza la referencia que se establece entre la mujer y el personaje de Cleopatra para dar un clima particular a la escena que trata de representar. El personaje de Cleopatra es presenta unas características fundamentales para analizar la mujer que se presenta aquí. Era una reina misteriosa, capaz de hacer cualquier cosa para arrebatarle el poder a su hermano en el trono y ser ella la única en gobernar. Al igual que con la reina egipcia, la mujer que se presenta muestra unas características de misterio, de engaño y de traición. No se la presenta como a un personaje positivo.
La presencia de los mitones en el verso 6: “ces mitaines de fil noir”, nos muestran la elegancia que posee la mujer pese a todo. De hecho, los mitones eran prendas de la vestimenta propia de grupos sociales más bien elevados, que contaban con la cualidad de la elegancia. Son elementos que muestran la elegancia y delicadeza de la persona que las lleva. No obstante, en este cado la delicadeza no es tal ya que se nos describe unos mitones que cubren una manos que dejan al descubierto unas uñas propias de un animal, unas uñas amenazantes. Podemos ver esto cuando se nos dice “Ses meurtriers ongles d’agate” (v. 7). Se puede dilucidar una cierta ironía aquí ya que los mitones cubren la mano dejando al descubierto, en general, las últimas falanges de los dedos. Se pueden ver, pues, las uñas. Verlaine no hace esto sin un claro motivo. De hecho, utiliza ese accesorio de la mano para poder resaltar el carácter de la mujer a través de las uñas. Las describe como auténticas garras asesinas que cortan como cuchillas. Verlaine nos presenta una mujer casi criminal, asesina, provocando un sentimiento de violencia en el lector. Esta sensación se ve reforzada por la manera en que fluye el poema en este cuarteto. De hecho, el empleo de la exclamación muestra la exaltación del poeta frente a lo que está describiendo y permite mostrar una mayor atención por lo que está hablando, por cómo está describiendo a la mujer. Se acentúa, pues, esa sensación de mujer criminal, cruel y perversa. A Verlaine le perturba esa mujer bella, esa elegancia que le confiere el mitón parece alterar el espíritu del poeta. De hecho, no realiza una descripción de lo que ve sin intervenir en ella. Está estrechamente implicado con ella, emplea calificativos muy significativos que muestran lo que siente hacia la mujer al presenciar esta escena.
Por otra parte, asistimos, de nuevo, a la correspondencia entre la mujer y la gata. Son características en los gatos unas garras prominentes, como las que se nos muestra en este poema en la mujer. Podemos asimilar, pues, la mujer a un animal felino. No obstante, la gata también es un felino aunque aquí no encaja con la imagen corriente que se tiene de este tipo de animal. De hecho, en este caso no es el animal casero y familiar que podríamos pensar sino que tiene un semblante mucho más salvaje, mucho más agresivo. El poeta subraya esta sensación al hablar de “griffe acérée” (v. 10), mostrando que tiene armas con las que atacar. Más que un gato podríamos pensar en un lince, un animal mucho más peligroso y salvaje. Hay que destacar además que la relación que se establece con la mujer también reside en que a este animal ha contado siempre con connotaciones relacionadas con la feminidad, con personajes femeninos.
La visión de Verlaine se pone de manifiesto en estos versos. Es una visión que no se realiza de manera aislada, sino que emplea tanto a la mujer y como a la gata para plasmarla. Se nos muestra una visión negativa de la mujer. Desde un principio, el poeta emplea un lenguaje y unas palabras precisas para provocar la sensación deseada en el lector. De hecho, se nos muestra una naturaleza de la mujer de lo más oscura. El poeta comienza por declarar la maravilla que siente al asistir a la escena que está presenciando: “merveille de voir” (v. 2). No obstante, esta sensación positiva que se crea en el lector no hace más que distorsionarse desde el principio. La presencia de los colores que percibe el poeta refuerza esa sensación de decaída de la imagen que se da en los tres primeros versos. La sombra (“l’ombre du soir” (v. 4)) toma el protagonismo y permitirá crear el ambiente perfecto para desplegar su crítica hacia la mujer. De esta manera, Verlaine a lo largo de todo el poema lo que hará será presentar una denuncia, una crítica de la perversión y de la crueldad de la mujer. No lo hace narrando sino mostrando lo que sería un cuadro en el que las figuras estuviesen vivas y a través del cual se nos muestra lo que percibe el poeta, lo que siente. Cómo hemos analizado en este apartado, el poeta alude al carácter traidor, pérfido y oscuro de la mujer, a su lado salvaje, animal y casi criminal, ayudándose siempre de la figura de la gata para reforzar esas sensaciones. La naturaleza de la mujer es, pues, según Verlaine, oscura.
En esta tercera y última parte, orientaremos nuestro estudio en la manera en la que Verlaine presenta una visión demonizada de la mujer.
Verlaine nos muestra su sueño de lo que es su mujer ideal. Busca una mujer que sea capaz de llenar el vacío que siente en su interior. Anhela esa mujer pasional y de fuego que ocupe el vacío existencial que habita
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