Comercio Bilateral entre República Dominicana y Haití en el año 2015
Enviado por Kate • 28 de Junio de 2018 • 3.119 Palabras (13 Páginas) • 438 Visitas
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En la actualidad, aunque no puede decirse que exista una nueva teoría a este respecto, en Latinoamérica y el Caribe, el modelo de integración se debate entre el comercial, sustentado en la tesis clásica y defendida por los países que creen en las bondades del libre comercio y en la firma de tratados de libre comercio con Estados Unidos; una integración basada en la economía de mercado pero con alto contenido social como la contenida en la propuesta de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), esquema que inicia su proceso de creación en Diciembre del 2004 y que se sustenta en la tesis neo estructuralista y una Integración basada en la solidaridad y la cooperación en el marco de una economía socialista, que se basa en la teoría marxista y es la propuesta del gobierno venezolano, la cual se ha materializado en la conformación de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA), también desde diciembre del 2004.
Por su parte, desde el punto de vista teórico, la integración entre países con economías de mercado es un proceso gradual que puede clasificarse en etapas dependiendo de cuál sea el nivel de integración prevaleciente en cada una de ellas, pero sin dejar de reconocer que no existe una delimitación clara entre las mismas y que pueden coexistir elementos de una etapa y otra al mismo tiempo.
Crespo Parra G., 2000, España. Litigios transfronterizos de contratos de consumo: Competencia judicial, ley aplicable, medios alternativos de solución, Universidad de Extremadura.
Los diversos ejemplos jurisprudenciales y normativos de los que nos hemos servido, revelan que la política legislativa del Estado moderno en materia de protección al consumidor no se limita a las situaciones puramente internas, sino también a las que necesariamente ha de regular el Derecho internacional privado. Los argumentos para aceptar o rechazar un ejercicio libre de la autonomía de la voluntad se encuentran en ambos sentidos. La posición que concede esta posibilidad a las partes en los conflictos de jurisdicciones y leyes se apoya en varias razones.
La primera de ellas es que la autonomía de la voluntad permite a las partes de una relación internacional fijar, desde el principio, el foro de competencia judicial y el derecho regulador de su relación contractual. Desaparece así el elemento de incertidumbre que contienen muchas relaciones obligacionales en las que no se define la ley rectora de la obligación e incluso se desconoce la forma de averiguarla. La segunda es que las partes de una relación jurídica de carácter internacional tienen como principio jurídico el derecho de contratar libremente, lo que incumbe también a los aspectos de fondo.
La posibilidad de elegir un juez de conformidad con las dos partes y una ley "neutral" que rija el contrato por ser conocida de ambos o favorecer su transacción, e incluso la de optar por la ley de una de las partes para proteger a la más débil, son motivos más que suficientes para permitir que las partes contratantes ejerzan dicho derecho.
Es evidente que mientras este segundo argumento puede aplicarse respecto de cualquier contrato en general, y que invoca un principio supremo en la evolución de las relaciones entre privados, el primero es reflejo directo de una preocupación propia de las circunstancias del Derecho internacional privado de los contratos.
Morales Álvarez R., 2014, Colombia. La evolución del comercio exterior de Haití, 1918 –1955: estadísticas de comercio exterior para generar la evidencia empírica de la economía haitiana, Universidad de Antioquia.
Nada en las estadísticas de comercio exterior indica que el modelo económico haitiano, el modelo agroexportador, tuviera éxito en su propósito de encaminar a esta país por la senda del crecimiento a largo plazo. Una economía que basa su crecimiento en las exportaciones requiere, por el propio funcionamiento del modelo, garantizar el aumento de productividad y la diversificación de su base exportable, así como una amplia red de mercados para sus productos. Y Haití mantuvo, primero, una base exportable reducida y, segundo, una doble dependencia: de un solo producto, el café y, en la práctica, de un solo mercado, primero Francia y luego Estados Unidos. El hecho de que ello no fuera raro en el contexto del Caribe y de América Latina, no hace que el hecho sea menos negativo para la evolución económica haitiana.
Por otra parte, la composición de las exportaciones si bien es cierto que refleja el crecimiento de la industria, se trata casi de producción artesanal, de artículos que requieren bienes de capital poco sofisticados y que no generaban efectos de encadenamiento, por lo cual era difícil que el crecimiento de las exportaciones se tradujera en crecimiento económico, especialmente si a ello se suma que las importaciones estaban dominadas por bienes de consumo básico y que los bienes de consumo duradero y de capital soportaran, en gran parte, el peso de las finanzas públicas al ser la principal fuente de ingreso.
Sin embargo, que no tuviera éxito el modelo no significa, necesariamente, miopía por parte de las autoridades. Hubo esfuerzos por ampliar la base exportable mediante algunos productos y garantizar espacios en el mercado internacional para los productos haitianos a través de los acuerdos comerciales, lo que supone que los encargados de la gestión económica estaban, como mínimo, conscientes de la necesidad de reducir la dependencia de las exportaciones con respecto al café y al mercado estadounidense.
- Capítulo1- Marco Teórico
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- Orígenes del comercio exterior
- Ventajas del comercio exterior
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- Formas Básicas
- Niveles del comercio exterior
- Multilateral
- Regional
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