Día Internacional de la Mujer: ¿celebramos o actuamos?
Enviado por karlo • 25 de Abril de 2018 • 1.491 Palabras (6 Páginas) • 344 Visitas
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Pero no es sólo cuestión de traerlo en la sangre. Hay que saberlo entrenar. Durante su preparación académica, el actor aprende diversas técnicas para perfeccionar su interpretación. Una de las más populares es la técnica de Stanislavsky, que consiste en someterse a emociones verdaderas para transmitirlas de la forma más real posible. A pesar de que existen otros métodos, éste es el predilecto de Dorantes. Pero no por ser el más usado quiere decir que es el más sencillo. ¿Cuáles son sus consecuencias? -Un desgaste emocional muy fuerte.- dice Thelma. -Ciertamente requiere mucho trabajo emocional, y al terminar hay que romper con ello.- ¿Y ésto tendrá consecuencias en la salud mental del actor? -No, aquella persona que por representar a un loco o a un asesino pierda su identidad y se trastorne, está mal. Un verdadero actor sabe ubicarse perfectamente y sabe separar.-
Una vez que este aprendizaje ha sido adquirido, hay que perfeccionarlo. Para ello, Thelma recurrió al estudio en el extranjero. ¿Y qué halló en Italia que no hallaba en México? -Nada realmente, aunque me topé con grandes maestros, gente muy talentosa, pero nada nuevo. Lo que conseguí allá fue mayor seguridad en mí. Cuando estuve en el CUT de Italia todo fue muy accesible, pero después tuve la oportunidad de hacer una película en Múnich, Alemania. Estando en la película, una de mis compañeras, que salía de mi amiga, me dice: “Thelma, debes de estudiar con Beatrice Bracco, porque es una maravilla y te va a dar más prestigio.” Me agradó la idea, pero Beatrice es carísima. “No es imposible”, dijo. “¡Vela a ver!” Pues me animé, me lancé a verla a Roma, le expliqué mi situación, y me hizo un examen de diferentes géneros teatrales. Finalmente me becó. Cuando terminó el curso, me dijo que se felicitaba por haberme becado y otras cosas más lindas que ya no voy a decir.- Ríe un poco, ruborizada. -Regresé a México muy retroalimentada, muy llena de bríos. Cuando le comenté a mi esposo, lleno de emoción me dice: “Pero si aquí en México los que te conocemos como actriz te hemos dicho eso, ¿por qué tenías que haberte ido al extranjero para sentirlo?” Le contesté que tenía razón, a veces uno no reconoce lo que te dicen en casa, y necesitas que alguien de fuera te lo haga saber.”
Para que un actor o actriz se desarrolle con plenitud, no sólo necesita de sí mismo, si no del apoyo de los demás. ¿Cuánta importancia ha tenido el apoyo de los seres cercanos a Dorantes? -Hace muchos años le dije a mi marido: “Ay flaquito, qué padre que para ti no ha sido difícil apoyarme como actriz, ¿no?” Y él me contestó: “¿Quién te dijo que no me ha sido difícil? Tenerme que ir solo con mis hijos al parque porque tú tienes función de teatro, tener que estar solo porque tú tienes que irte de gira o te vas estudiar, no me ha sido fácil, pero veo cómo haces tu trabajo, lo bien que lo haces y con el amor que lo haces, que no me queda más que apoyarte.” Ha estado para mí de forma admirable, lo respeto y lo amo profundamente.-
Thelma se siente en plenitud a sus 63 años de edad. Gusta de comer pozole, tostadas de pata y crema de calabaza, además de nadar, de caminar, de leer a Wayne Dyer y de pasar tiempo con sus hijos Leonardo y Juan Carlos. No suele tener pesadillas y lo único que le preocupa en este momento es si llegará a ser abuela. Está orgullosa de mantener una actitud positiva ante la vida y de tocar corazones a través de su interpretación.
¿Pero cuál es el secreto de una actriz para alcanzar la felicidad? Thelma Dorantes devela cómo lo logró: “No tengo un buen recuerdo de mis primeros años, fui una persona con situaciones de desamor difíciles, y ésto me hizo tomar conciencia de lo importante que es el que tú te ames y te respetes, porque si estás esperando a que los demás te quieran y buscas comprar su cariño, tu vida se puede volver un caos.”
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