DEFORMIDAD EN LA POBLACIÓN DE ANFIBIOS

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Gráfica 1. Fuente: Ecology (2011)

Según el experimento realizado por Pieter Johnson en el laboratorio, y tal como se muestra en la gráfica 1, a medida que el número de parásitos incrementaba, pocos de los renacuajos sobrevivían a esa metamorfosis y la mayoría de los que sobrevivían contaban con deformidades, en el grupo de control, es decir sin el parásito, 88% de los renacuajos sobrevivieron sin ninguna deformidad; por lo que se llegó a la conclusión de que el parásito Ribeiroia podría causar deformidades en los sapos, así mismo es un claro ejemplo de cómo este parásito puede contribuir a la disminución de la población de anfibios.

El resultado al análisis realizado por Joseph Kiesecker demostró que Ribeiroia causa deformidades pues en los anfibios que contaban con una malla que disminuía el paso de este parásito no se encontraron deformidades, además de que todos los renacuajos deformes mostraban que estaban infectados con Ribeiroia, además de esto, un mayor porcentaje de los sapos que contaban con algún tipo de deformidad se encontraban en los estanques con pesticidas por lo que el experimento muestra que el parásito Ribeiroia es necesario para que ocurran las deformidades pero que estos defectos son más comunes en los renacuajos que han estado expuestos a pesticidas mostrando así que estos pesticidas disminuyen la habilidad de los sapos para resistir una infección ocasionada por parásitos. En los resultados de su laboratorio se dio a conocer que los renacuajos expuestos a pesticidas contaban con pocas células blancas en la sangre afectando así la frecuencia con la cual los parásitos causan deformidades en los sapos.

La conclusión de Joseph Kiesecker es soportada por varios estudios como los experimentos de Rohr quien llegó a la conclusión de que la exposición a las pesticidas incrementa el número de infecciones de Ribeiroria y disminuyen las tasas de supervivencia en varias especies de sapos.

Análisis

Tal como se muestra en la figura 1, Joseph Kiesecker logró demostrar que los sapos en los estanques que estaban poco o nada expuestos al parásito y que además no estaban contaminados con pesticidas no presentaron ningún tipo de deformidad así como tampoco lo hicieron aquellos sin exposición alguna al parásito pero sí a los pesticidas.

Por otro lado, de aquellos sapos que estaban expuestos al parásito Ribeiroia y que no tenían ningún tipo de pesticida, el 4% presentó algún tipo de deformidad mientras un 29% de los expuestos al parásito y a los pesticidas presentaron deformidades.

Por lo que es notorio que solo aquellos expuestos al parásito presentan algún tipo de deformidad por lo que sería el único causante de este defecto pues la exposición a los pesticidas es solo un factor que aumenta los casos de deformidad pero solo en aquellos sapos expuestos al parásito.

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Figura 1. Fuente: Ecology (2011)

Conclusiones

Los objetivos han sido inmaculadamente cumplidos, ya que determinamos que, aunque el parásito Ribeiroia ondatrae es un potencial agente de mutación, factores como los pesticidas implícitos por nuestro desarrollo No sostenible, además de la selección natural (determinada por Charles Darwin), afectan a las poblaciones anfibias en lugares protegidos y espacios naturales abiertos.

Bibliografía

Cain, M., Bowman, W., & Hacker, S. (2011). Ecology. Sinauer Associates Inc.

Dell'Amore, C. (4 de Agosto de 2011). Parasite Creating Deformed Frogs in Western U.S. National Geographic News.

Johnson, P. (1996). Amphibian malformations. Obtenido de The Johnson Lab, University of Colorado at Boulder: www.colorado.edu

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