Resumen tragase a ese sapo Un bocadillo de anfibio

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“La claridad es el concepto más importante en la productividad personal”.

Áreas clave de resultados

Para ser más eficaz, pregúntese por qué está en la nómina. La mayoría de las personas no están seguras de por qué. Obviamente, usted fue contratado para obtener resultados. La mayoría de los trabajos tienen resultados clave, cosas específicas que se tienen que hacer. Para mejorar su desempeño, identifique las áreas clave de resultados de su trabajo. Aquí, por ejemplo, se mencionan las áreas clave para un vendedor de una organización típica:

Identificar clientes potenciales.

Hacer presentaciones.

Cerrar negocios.

Prestar servicio a cuentas existentes.

Obligaciones administrativas y papeleo.

“Los objetivos escritos con claridad tienen un efecto maravilloso en su pensamiento. Lo motivan y afirman para la acción”.

Identifique sus áreas clave de resultados y asegúrese de asignar los recursos necesarios para manejarlas. Luego, califíquese en cada una de las áreas clave de resultados. Su área clave más débil define hasta dónde puede utilizar sus otras habilidades (por ejemplo, un gerente que no puede delegar se dará cuenta de que eso reduce su capacidad para avanzar en otras habilidades). Su área clave de resultados más débil es un ancla que le impide seguir adelante con sus otras habilidades y activos.

Sin embargo, si mejora su área clave de resultados más débil, mejorará todo su desempeño. Todos tienen debilidades. Identifique las suyas y fortalézcalas. Pregúntese: “¿Qué habilidad específica podría mejorar que tuviera el mayor efecto en mi carrera?” ¿Está adquiriendo mayor experiencia en computadoras? ¿Está aprendiendo un idioma? Todas las habilidades se pueden aprender. Simplemente identifique el área en la que necesita mejorar.

“La parte más difícil de cualquier tarea importante es, en primer lugar, empezar a hacerla”.

La ley de eficiencia obligada

Probablemente no le guste la idea de forzar las cosas. La ley de eficiencia obligada se relaciona con la idea de que cualquier trabajo se expandirá para llenar el tiempo que le asignó. Si tiene dos días, le tomará dos días (o quizá más). Sin embargo, el otro lado también es cierto: si tiene solo un día para completar un trabajo de dos días, de alguna manera encuentra el tiempo para hacerlo. Un corolario de esta ley de eficiencia obligada es el darse cuenta de que nunca tiene tiempo suficiente para hacer todo lo que quiere hacer. Para lidiar con esta triste circunstancia, pregúntese continuamente:

¿Cuál es mi actividad de mayor valor?

¿Qué es lo que solo puedo hacer yo y que, si lo hago bien, tendrá un efecto significativo?

¿Cuál es, precisamente hoy, el uso más valioso de mi tiempo?

“La administración del tiempo es, en realidad, administración de la vida”.

Las respuestas a estas preguntas lo ayudarán a administrar su tiempo. Como dijo Goethe: “Las cosas que más importan nunca deben estar a merced de las que menos importan”.

Identifique sus obstáculos clave

Tiene usted objetivos y aún no los ha logrado. ¿Qué lo retiene? La respuesta a esa pregunta puede ser el elemento esencial crítico para el éxito de mañana. De hecho, debe determinar la respuesta.

Los obstáculos siempre afectan la terminación de un trabajo. Identifique estos factores limitantes, sus obstáculos clave, y el resto de su trabajo irá mucho mejor. Si puede resolver su cuello de botella, podrá hacer que cualquier otro proceso fluya con más naturalidad.

Aquí aplica la regla 80-20: 80% de sus problemas se deriva de 20% de los obstáculos que enfrenta. Así que, ¿en cuáles debe concentrarse? Pregúntese: ¿Qué hay dentro de mí que me está reteniendo? Asuma la responsabilidad, identifique lo que necesita hacer para mejorar.

Conviértase en su propio animador

El cambio es siempre un desafío; para responder al desafío de hacerse más eficiente, necesitará el apoyo del mayor animador del mundo: ¡usted! Así que tome sus pompones y recuerde:

Conviértase en un eterno optimista – Cuando usted realmente confía en sí mismo, ya no puede darse el lujo de abatirse, sentir lástima de sí mismo o adoptar una actitud negativa. Responda positivamente al comportamiento, las palabras y las acciones de otras personas. Mantenga un rumbo estable que no se afecte por los incontables, exasperantes y triviales reveses de la vida diaria.

Siempre háblese positivamente – Dígase continuamente cosas como “me gusto”, “estoy seguro de mí mismo”, “soy fuerte”, para crear afirmaciones positivas que se conviertan en profecías autocumplidas.

Manténgase animado y optimista – Los optimistas buscan el lado bueno de cada situación, buscan lecciones y creen que las dificultades no llegan para obstruirlos, sino para instruirlos.

Visualice sus objetivos – Imagínese a sí mismo sentado en esa oficina de la esquina con su nombre en la puerta.

Tragarse el sapo significa tener la actitud positiva y el deseo de hacer primero la tarea más difícil. Puesto que no puede hacer todo, permítase la postergación creativa, aplace las cosas que no tienen consecuencias. Desglose las tareas grandes en varias sencillas. Trabaje con un sentido de urgencia. Y recuerde que todo lo que tiene que hacer para tener éxito en los negocios y en la vida es aprender a tragarse ese sapo todos los días.