Derecho a la vida y pena de muerte
Enviado por Jillian • 29 de Abril de 2018 • 905 Palabras (4 Páginas) • 523 Visitas
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una colonia de delincuentes que consumen medios y bienes de la sociedad y en cuanto salen continúan haciéndolo de manera indiscriminada y generalmente ilegal.
En México uno de los delitos que se está cometiendo con más frecuencia es el secuestro donde las víctimas son personas inocentes, sujetas a crueles medidas de sumisión, maltrato físico y psicológico. La misma sociedad está exigiendo que los secuestradores sean castigados con todo el peso de la ley y sin perdón.
Un caso más grave son los secuestradores que aparte de recibir el dinero por el rescate, matan y violan a su víctima con el fin de que no sean encontrados o su víctima los reconozca.
¿Tenemos que mantener viva a este tipo de gente?
La respuesta para mí es clara: NO, ¿Para qué mantener viva a este tipo de gente que aun sabiendo el daño que causaría cometió el delito y dejó a mas de un afectado.
El 3 de diciembre de 2015 el periódico “El Economista” publicó una encuesta hecha en el estado de Coahuila donde se proponía reformar la Constitución Federal a favor de la pena de muerte para secuestradores que mataron a sus víctimas y recibió el 85% de resultados a favor.
El partido Verde Ecologista en su campaña de 2009 ganó bastantes simpatizantes al estar a favor de esta pena.
Lo que quiero decir con este tipo de datos es que México ya está harto de que algunos delitos graves no tengan el castigo adecuado, que los delincuentes hagan y deshagan sin ninguna consecuencia, que los secuestradores sigan aumentando sus víctimas pues no les asusta pasar uno o dos años en la cárcel mientras su abogado soborna a medio mundo para sacarlos. Esto se tiene que acabar por el bien de México y tal vez la pena de muerte no erradique todos los delitos pero por lo menos los delincuentes van a saber que sus actos tienen consecuencias y mientras mas duro seamos más lo van a pensar.
El derecho a la vida debe intentar preservarse en aquellas personas trabajadoras y honestas, por lo que con la pena de muerte a secuestradores y asesinos este tipo de gente podría llevar una vida más tranquila, alegre y menos preocupante de que atenten contra su derecho principal.
La ejecución de los peores delincuentes además de disminuir la población carcelaria reduciría los gastos de manutención de estos inadaptados sociales y ese dinero poderlo utilizar para otro tipo de programa social.
Estoy a favor de la pena de muerte porque estoy convencido de que cuando se priva de la vida o se hace un daño irreparable a un inocente quien lo hizo merece un castigo ejemplar.
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