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Desarrollo de los adolescentes II crecimiento y sexualidad

Enviado por   •  18 de Noviembre de 2018  •  2.077 Palabras (9 Páginas)  •  505 Visitas

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Por otra parte podemos hablar del desarrollo masculino, en este crecimiento inicia con el crecimiento de los huesos y este deja de aumentar de estatura a los 18 años, se inicia también con el crecimiento de los testículos y el pene, empieza a aparecer y crecer vello en la zona del pubis, y con eso vienen los primeras eyaculaciones que tienen los niños, pero estos no siempre son provocadas con un estímulo sexual. De igual manera cambia la voz de los jóvenes que son evidentes entre los 13 y 14 años, en algunos casos dependiendo del tamaño de los genitales es la capacidad que tienen y algunos niños toman esto como para “sentirse mejor” y hacer comparaciones, pero para esto en algunos niños que no tienen el mismo desarrollo sufren con bromas las cuales los pueden dañar psicológicamente.

Los caracteres sexuales secundarios son los que marcan la feminidad y la masculinidad. Tanto si aparecen de una forma prematura como tardía, pueden causar situaciones de baja autoestima en el adolescente.

Otros de los cambios físicos que pueden sufrir los jóvenes en esta etapa son las alteraciones en la piel, el resultado es el acné, también sufren un cambio en el olor y de algunas otras secreciones; en las niñas se da mucho que empiecen a buscar una imagen en la cual se vean bien y empiezan a dañar de una manera su cuerpo, como cuando se empiezan a rasurar para poder usar vestidos y resaltar su figura, pero en esta etapa empiezan a surgir dudas de los adolescentes por su desarrollo prematuro, en algunos casos, se empiezan a comparar con sus compañeros ya que cada adolescente tiene un desarrollo diferente y esto le puede causar angustia o sentimientos inadecuados porque no tienen la información adecuada de lo que les está pasando pero para esto el adolescente se aferra a conseguir el cuerpo deseado que la sociedad le impone, en la revistas o en la televisión, te muestran una persona saludable o linda y el adolescente se obsesiona con el ejercicio y maquillajes u otros medios que los ayuden a parecerse a lo que ven.

Pero uno como padre, docente o guía debe de enseñarle que cada adolescente se desarrolla de una manera diferente y que el tiempo junto con los cambios varía, dependiendo de la genética que tiene los niños, pero esto se le debe de explicar cuando el adolescente se empieza a adentrar a esta etapa.

Como lo mencionamos anteriormente, la estatura es un factor en el que debe de intervenir la comunicación, ¿por qué?, pues porque al crecer de estatura y de complexión, el rol del adolescente, según la sociedad, toma una figura adulta.

Supongamos que un adolescente de 13 años, por su estatura y anchura (cuerpo) tiene la apariencia de un joven de 18 años, sus padres creen que ya está lo “suficientemente grande” como para hacer labores domésticas pesadas, como levantar y subir tinas, ¿quién nos asegura que eso no perjudica en la salud del alumno?, como en su espalda.

Otro caso que involucra a los hombres y a las mujeres es el siguiente:

Una pareja de 16 años sexualmente activa tiene la sorpresa de que serán papas, fisiológicamente el cuerpo de la mujer está preparado, pero no en su totalidad, en realidad apenas comenzaba su preparación, y en la pareja, psicológicamente no están preparados para saber lo que conlleva tener un hijo, el arduo trabajo y sacrificios que se tienen que hacer.

Este es el punto al que queremos llegar, la comunicación es elemental en esta etapa, en primer lugar para poder brindar la información necesaria a los jóvenes para que puedan vivir de manera positiva la etapa de la adolescencia, y en segundo lugar, para que se tenga una confianza entre la familia, el docente y el adolescente, todo a manera de prevención de diversas problemáticas. Eso hará que se sienta en confianza de expresar sus sentimientos sabiendo que no será juzgado o rechazado por lo que piensa.

Entonces, en resumen, los primeros años de la adolescencia traen consigo nuevas preocupaciones sobre la auto-imagen y su apariencia física.

Jóvenes de ambos géneros que anteriormente no se preocupaban por apariencia ahora invierten horas frente al espejo, preocupándose o quejándose ya sea por ser demasiado altos, bajitos, gordos o flacos, o por sus luchas contra el acné.

No todas las partes del cuerpo crecen a la misma vez ni con la misma rapidez. La rapidez del crecimiento físico y el desarrollo pueden influenciar otros aspectos de la vida del adolescente.

Los efectos de la edad en la cual comienzan los cambios de la pubertad, combinados con las formas en que los amigos, los compañeros, las familias y la sociedad en general responden a estos cambios, pueden tener efectos a largo plazo sobre un adolescente.

No importa cómo se desarrollen, muchos adolescentes tienen una perspectiva distorsionada sobre sí mismos y necesitan que se les asegure que las diferencias en la rapidez de su desarrollo son normales.

Es muy importante conocer todas las etapas del crecimiento y desarrollo del niño para cuando se encuentre en el periodo de la pubertad, ofrecerle más comprensión, confianza y paciencia.

Al fin y al cabo este es un proceso por el que todos hemos pasado y en ese momento, todo parece mucho más complicado de lo que realmente es. Un canal de comunicación adecuado entre el adolescente y sus padres es necesario, donde exista respeto y confianza.

Hacer de su relación con ellos un vínculo donde se eduque con amor y la firmeza necesaria para permitirles crecer al tiempo que les proteges de los peligros que acechan a la juventud hoy en día.

Bibliografías

Delval, Juan (1997) “La pubertad y la adolescencia” en El desarrollo humano, 10 ed., Madrid, siglo XXI (psicología) pp. 531-544

Hiriart Riedemann, Vivianne (1999) “¿Qué están viviendo los jóvenes: una etapa de cambios?” en Educación sexual en la escuela. Guía para el orientador de púberes y adolescentes, México, Paidós pp. 79-102

Secretaria de salud (1994) “Tablas de referencia para valorar talla/edad de los 5 a los 18 años” en Norma oficial mexicana para el control de la nutrición, crecimiento y desarrollo del niño y el adolescente, Mexico, pp. 36-37 y 39-40

Martí, Eduardo (1997) “El cuerpo cambiante del adolescente” en Eduardo Martí y Javier Onrubia Psicología del desarrollo: el mundo del adolescente, pp. 35-46

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