Dignidad de la Persona Humana. ¿Por qué la dignidad debe dirigirse a toda persona?

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No obstante, en un ambiente donde el factor de la diversidad religiosa, la cual no está presente en la totalidad de las personas vemos que la dignidad no se adquiere por lo que se hace, sino en tan sólo la existencia. Es por esta razón que se debe trabajar la dignidad en un ambiente totalmente heterogéneo, ya que el mismo se puede llevar a cabo bajo el ejercicio de que el mismo valor de todos los hombres proviene de la propia igualdad, y a esto nos referimos al sentido de que en una democracia todas las personas pueden disfrutar de la misma libertad, derechos y oportunidades o por lo menos así lo establece la ley moral, divina y social. Por otra parte, según palabras de Immanuel Kant señala que la dignidad sólo puede preservarse en el roce diario entre las personas siempre y cuando nos veamos unos a otros y nos tratemos como personas equivalentes. Debemos tomar las necesidades, los sentimientos y las opiniones de los demás tan en serio como los propios como expresión de la igualdad del valor. No debemos nunca instrumentalizar a las otras personas ni utilizarlas como medios para alcanzar fines propios. (Kant, 2016).

Entonces, partimos de la premisa que en cuanto a los cristianos la dignidad tiene su fundamento en su creencia divina, a la que se suma la redención de todo el género humano por Cristo, que no es otra cosa que el hecho de que el ser humano es hecho a semejanza del mismo Dios y con esto la dignidad se une con el principio de igualdad, pues la creación y la redención nos alcanza a todos. Sin embargo, entendemos que pro toda esta línea de pensamiento no es otra cosa que el hecho de que se trata de una dignidad que le viene al hombre de fuera, que no tiene su fundamento en la propia condición humana y es por ello que consideramos que la idea principal de la argumentación en torno de la dignidad no debe centrarse en la atribución de una dignidad superior a los seres humanos. En otras palabras, se debe reconocer la necesidad de tratar a cada uno de los seres como lo que son, sin necesidad de aludir a una mayor o menor dignidad, pues lo que es realmente importante para el hombre es ser tratado como lo que es, y todo esto basado en sus atributos y características. Igualmente, por parte de los seres humanos debe ser acorde con su dignidad, constituyendo ese trato debido un deber moral.

Concluimos que para poder llevar de manera sana nuestra dignidad y la de nuestro prójimo, partimos de la premisa que todo comienza por el orden divino, las enseñanzas en el hogar, en la iglesia y comunidad. Es decir, que aun siendo o no cristianos en este mundo, la misma debe hacerse valer no importa que o el lugar donde se esté. El respeto es uno de los factores sumamente importantes para lograr que todos podamos convivir puesto que la dignidad es la mejor herramienta para ir por la vida en paz, ya que un ser digno tiene su escala de valores definidas, no vende sus ideales a ningún precio y la misma te hace libre, independiente llevando desde la propia raíz de su moral que la dignidad es calidad de vida y no cantidad.

Referencias

- Cáceres, G. C. (2016, noviembre). Dignidad de la Persona Humana. Mayagüez, P.R.

- Católica, C. d. (n.d.). Asociación de Editores del Catecismo. Madrid. Artículo: #1700.

- Kant, I. (2016, julio 07). La dignidad es el mayor de los valores. Periódico del Bien Común. Recuperado de: http://www.periodicodelbiencomun.com/bien-comun/la-dignidad-es-el-mayor-de-los-valores/