EFICACIA DEL GASTO PUBLICO Y EL GASTO SOCIAL

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Fuente: Lelio Rodríguez Pabón, Consideraciones sobre el gasto público social. 2014. Pg. 136.

Las caídas en el gasto público social, van de la mano con el nivel de ingresos, el cual condicionan el presupuesto. En el gasto público social, han sido relevantes los programas sociales de; Más Familias en Acción, el Apoyo económico a la tercera edad y el programa de Jóvenes en Acción. Aunque el gasto público social, ha sido progresivo “Colombia debe mejorar mucho en la distribución de la riqueza, ya que la desigualdad es la más alta del mundo, con un índice de Gini de 0,538 en 2014”[7]. En cuanto al 2014-2018, el gasto público social, está enmarcado en la Paz y el posconflicto, porque “la desigualdad, como la violencia, es endémica y secular en Colombia, y su superación requiere transformaciones de fondo”[8], es por eso, que en el Plan Nacional de Desarrollo de la vigencia actual, se establece las estrategias de; Movilidad Social, transformación del Campo, equidad y la consolidación del estado social de derecho, orientadas a la disminución de la desigualdad.

Según Joseph Stiglitz desde Principios de los noventas, se han realizado cambios importantes en los sectores de la economía de los países industrializados; cambios que se han reflejado en sus sistemas de salud y de educación, modificaciones a la asistencia social y a la seguridad social; creación, modificación y desaparición de ciertos programas. Cada Gobierno ha ido cambiando y adecuándose de acuerdo a las mismas necesidades que sus gobernados necesiten. El describe que el análisis del gasto público se debe dividir en 8 etapas:

1. Necesidad de crear un Programa: los programas sociales contribuyen al bienestar social y generan justicia social y son iniciativas destinadas a mejorar las condiciones de vida de una población.

2. Los Fallos del mercado hacia los que va dirigido: Son aquellas situaciones en las que el mecanismo del mercado no puede funcionar adecuadamente, porque el mercado suministra más cantidad de lo que sería eficiente o porque el equilibrio del mercado proporcione menos cantidad de un determinado bien de lo que sería eficiente

3. Las alternativas del programa: Una vez identificados los fallos del mercado, existen una variedad de actuaciones del Estado que pueden resolver el problema. Si el Estado decide asumir la responsabilidad de la producción, todavía le queda decidir cómo repartir lo producido. Estas pueden dividirse en tres categorías:

a) La Producción Pública: incluye distribución gratuita para la Educación básica; distribución con un coste inferior al coste de producción: Electricidad; distribución con un coste.

b) Producción Privada; Subvenciones públicas (impuestos sobre) los productores. A la empresa con la esperanza de que el beneficio se vea reflejado al consumidor; Subvenciones públicas a (impuestos sobre) los consumidores. Directamente al precio; Distribución pública directa, contrata directamente su producción pero se reserva la responsabilidad de distribuirla.

c) Producción Privada con Regulación Estatal.

4. Las consecuencias para la eficiencia. Para que el programa sea exitoso y beneficie a las personas a las que se planea beneficiar debe existir un mecanismo fácil con qué identificarlos, para evitar que reciban ayuda aquellos que no la necesitan y que al contrario no llegue a aquellos a quien en verdad debe de beneficiarse. Una de las características esenciales de una economía de mercado mixta, es que el Estado solo posee un control limitado de la misma. Es así entonces, que el Sector privado, puede reaccionar ante cualquier programa público tanto de manera positiva como de manera negativa. Para que un programa social sea exitoso hay que analizar sus consecuencias a largo plazo

Los pasos siguientes para el análisis de la política de gasto consisten en identificar las consecuencias de cada programa desde el punto de vista de la eficiencia y la producción y de evaluar el grado en que los diferentes programas puedan cumplir con los objetivos propuestos. La decisión del Estado de producir el mismo un bien o un servicio, de comprarlo a empresas privadas pero distribuirlo el, o de dejar que sea producido por ellas, con regulación del Estado, puede tener importantes repercusiones en los costes de producción y distribución del bien o servicio en cuestión; esto produce efectos directamente en la eficiencia o no de un programa social.

Efecto Sustitución: Siempre que el programa público reduce el precio de una mercancía, hay un efecto-sustitución; en palabras sencillas, es cuando bajan el precio de un bien o servicio y por ese motivo decides comprar más de ese bien y menos del otro (sustituyes el de siempre por el barato).

Efecto Renta: Las ayudas que mejoran su bienestar pero no alteran los precios a los que pueden comprar las diferentes mercancías tienen esta característica; Consiste en dar al individuo una cantidad equivalente de renta, alterando su conducta pero sin alterar su gasto. Ejemplo: Vales de alimento.

5. Las consecuencias distributivas: No siempre es fácil averiguar quién se beneficia realmente de un programa público. En el caso de un programa que proporciona asistencia médica a los ancianos, es evidente que éstos se benefician de manera directa con dicho programa, sin embargo dicha ayuda viene a sustituir en cierto modo el dinero que aportarían las familias de los ancianos, y en cierta medida, los que se benefician de manera indirecta con el beneficio con los hijos de aquellos ancianos.

La incidencia de un programa indica quien se beneficia en realidad y quien resulta perjudicado.

Efectos distributivos Intemporales: Aquellos que se ven beneficiados con los programas sociales con el paso del tiempo (los jóvenes en un programa de seguridad social dirigido principalmente a las personas de la tercera edad).

Efectos distributivos progresivos: Cuando el beneficio beneficia de manera desproporcionada a los pobres.

Efectos distributivos regresivos: Cuando el beneficio beneficia de manera desproporcionada a los ricos.

6. El difícil equilibrio entre la equidad y la eficiencia: Desde el punto de vista económico, es muy difícil determinar qué es lo justo, por lo cual los economistas intentan evitar usar dicho término en sus análisis y tratan más bien de identificar las consecuencias de los programas; centran sus esfuerzos en que los programas sociales logren mejoras para un grupo de personas sin empeorar