EL CABALLERO DORADO.

...

-¡Humano‚ sabes que no es debido que te adentres a estas tierras! Sera mejor que te marches ahora y que no vuelvas.

- Por supuesto que me iré‚ pero dime por favor el camino de regreso a Centella. Por cierto mi nombre es Dor‚ ¿Cuál es el tuyo hermosa princesa?

-Soy Etérea. Apresúrate‚ te guiaré a la salida antes de que anochezca.

El sol empezó a esconderse y tuvieron que buscar una caverna. La ninfa cazó unos peces y el caballero improvisó una hoguera. Sentados bajo la luz de la luna‚ comieron y bebieron en silencio‚ el susurrar del viento les interrumpió y un reciproco deseo los embistió haciéndoles perder la razón. Dor en un precipitado impulso la asecha como león‚ asiéndose de su delicado vestido que era lo único que la arropaba. Se acercaron tanto que sus respiraciones al igual que los latidos de sus corazones se sincronizaron. Ella atraída por la solidez de aquel varón‚ apretó con fuerza sus formidables brazos entregándose por completo en su regazo‚ lo besó‚ se besaron con tan sublime exquisitez que perdieron la noción del tiempo. El dibujo con su boca todas las constelaciones celestes en su esbelta figura‚ y aquella ninfa no solo acaricio su cuerpo sino que además logro rozar las fibras de su alma con sutil ternura. En el palacio Perla lloraba el extravío de su preciado caballero dorado. Ya habían pasado varios días pero ella no perdía la esperanza de encontrarlo‚ los hombres del rey habían buscado por todo el reino. Una mañana Perla salió al jardín del palacio para tomar un poco de aire y vio el caballo de su padre‚ lo que le produjo el recuerdo de aquella tarde en la que lo vio por última‚ y pensó: -hemos buscado en todas partes excepto en el bosque de cristal. En su rostro se dibujó una media sonrisa y corrió al estrado del rey‚ para que le delegara un escudaron de búsqueda. En casi instantes a manera de emboscada‚ la princesa penetra el bosque con sus hombres. Después de unas horas de camino hallan un arroyo‚ donde un caballo color ceniza bebe agua. Perla baja de su carruaje y descubre que esa bestia pertenece a Dor; llena de esperanza pide a sus subordinados que rodeen el lugar e inicie la búsqueda. Ella se adentra al caudal de agua atravesando unos arbustos‚ y paralizada ve a lo lejos a su amado sonriendo con espontaneidad en los brazos de una mujer que no es ella‚ y se enfurece. Entonces con furor en su sangre ordena a uno de sus vasallos que hiera de muerte a esa ramera que ha hechizado a su hombre. Mientras tanto la enamorada pareja estaba reposando bajo la sombra de un gran árbol y al escuchar el estruendo de caballos galopando‚ se percataron de que estaban rodeados por soldados‚ y en fracciones de segundo una flecha salió disparada en dirección a Etérea‚ él rápidamente se antepuso a ella recibiendo en su espalda descubierta el castigo de lo ilícito‚ viendo en su último parpadeo esa mágica mirada de color azul que le enseñó que el amor no era simplemente una rutina donde habían besos‚ favores o palabras sin sentido‚ sino que era aventurero‚ emocionante y también sufrido. Agonizando en los brazos de aquella ninfa‚ muere con una brillante sonrisa. Antes los ojos de todos ella desaparecen en una nube escarlata que se dispersa en viento acompañado de un fastidioso chillido que termina en un susurrante lamento. De repente el cielo se llena de nubes opacas y comienza a llover‚ la princesa apresurada empieza a correr hacia donde vio que se desplomo aquel que pudo ser su esposo. Disminuye su velocidad al llegar cuerpo ya frio‚ se postra sobre su pecho para sentir su latido y al confirmar que ya no vivía‚ rasgos sus vestidos llora amargamente‚ y ahogada por sus lágrimas decía entre dientes:

-Todo es mi culpa‚ si hubiese ido a montar a caballo contigo ese día. Si tan solo hubiese hecho lo que te divertía‚ seguramente aun estaría con vida. Pero ya es tarde tus ojos se han cerrado‚ te tuve por tanto tiempo y hasta ahora me doy cuenta que te amo. Adiós caballero de rizos rojos y de armadura dorada que tuviste la suerte de morir en brazos de las dos mujeres que te amaban.

GRACE G.T.