EMBRIOLOGÍA ANIMAL
Enviado por klimbo3445 • 2 de Marzo de 2018 • 1.543 Palabras (7 Páginas) • 356 Visitas
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Cuando la morula entra en el útero, se llena de líquido que se acumula entre sus células. A medida que el líquido se acumula, separa a las células de la mórula en dos partes: la primera es una capa externa que se conoce como trofoblasto y la segunda, una masa central de células, el embrioblasto. Este formara el embrión, mientras que el trofoblasto contribuirá a la formación de la placenta, de la cual el embrión recibirá su alimento. La aparición de una cavidad llena de líquido dentro del embrión, el blastocele, marca el comienzo de la etapa del blastocisto.
18) Describa de manera resumida la implantación en la pared uterina.
El embrión llega al útero tres días después de la concepción, en fase de mórula. Al séptimo día, en fase de blastocisto, se implanta en el endometrio del útero. Con la implantación del blastocisto comienza el embarazo o gestación, que termina con el parto. El desarrollo embrionario se produce simultáneamente a su implantación en el útero.
Las células del trofoblasto, en contacto con el revestimiento uterino, secretan enzimas que erosionan una zona grande de manera superficial para dar cabina al embrión.
Este se abre camino en los tejidos conectivo y vascular subyacentes, y la abertura en el revestimiento uterino se cierra. Todo el desarrollo subsecuente se produce dentro del endometrio del útero.
19) Describa resumidamente la formación de la placenta en el desarrollo embrionario humano.
La placenta es el órgano formado por la decidua uterina y por las proyecciones coriónicas que se encuentran en ella. A través de la placenta, se lleva a cabo la comunicación nutricional entre la madre y el hijo durante el desarrollo en el útero. Las proyecciones altamente vascularizadas del tejido extraembrionario se sumergen en las lagunas sanguíneas producidas por la digestión de los vasos sanguíneos de la decidua uterina, en contacto íntimo con la sangre materna que circula en esa zona. La sangre del embrión siempre circula dentro de los vasos existentes en las proyecciones del componente embrionario, por lo que no hay contacto directo entre la sangre de la madre y la del niño.
El embrión está unido a la placenta por el cordón umbilical, una estructura tubular compuesta por mesodermo extraembrionario, revestido por el epitelio amniótico. En el inicio de la formación del cordón umbilical, el mesodermo forma en su interior dos arterias y una vena, a través de las cuales la sangre del embrión va y vuelve de la placenta.
20) Describa de manera resumida el desarrollo humano por trimestres
Primer trimestre: Al finalizar el primer mes de formación, el embrión es cien veces mayor que el óvulo fecundado. Sus intestinos están en formación. Pequeños apéndices anuncian ya brazos y piernas. El corazón, un tubo en forma de U, empieza a latir. Al final del primer trimestre, el embrión toma el nombre de feto y ya mide 9cm; presenta nítidamente su condición masculina o femenina. Todos los órganos se encuentran formados y de ahí en adelante solo se perfeccionan.
Segundo trimestre: Para el cuarto mes, el feto aún tiene una cabeza enorme, desproporcionada en relación con su longitud, de aproximadamente 18cm. Lo recubre un lanugo enrulado y grasoso, que evita que el líquido amniótico ablande la piel. Los huesos y las uñas se empiezan a endurecer. Reacciona cuando escucha ruidos externos muy violentos. También tiene reacciones táctiles y guiña los ojos. Sus pulmones ya están formados, pero aun retira el oxígeno de la sangre materna. Al final del segundo trimestre, el feto mide 30cm y pesa más de 1kg; el lanugo cae y es reemplazado por cabello. Su cuerpo está ahora protegido por una sustancia blanca y oleosa (vérnix caseoso).
Tercer trimestre: Este trimestre es del “embellecimiento”: la grasa distiende la piel, que hasta entonces estaba arrugada. Él bebe se vuelve rosado y sus formas se redondean.
Se prepara para nacer: gana peso y la fuerza necesaria para realizar el trabajo que esta por enfrentar. Su cabeza se desliza y empieza a descender por la cavidad uterina, en espera del momento del nacimiento.
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