La agresión en el animal humano.

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Teorías de los instintos

El hablar de “instinto”, es un concepto que implica que una conducta es heredada más que aprendida y que dicho comportamiento es común a toda especie.

Después de presenciar la muerte y destrucción que trajo la Segunda Guerra Mundial, Sigmund Freud estableció que los seres humanos nacen con el instinto de agresión. Argumentaba que este impulso violento procede del interior de nuestra persona y que no es posible eliminar la agresión entre seres humanos.

Pero al inicio de mi ensayo, comentaba que la agresión no solo se presenta en el ser humano, si no también en otros seres vivos, y es por esta razón, que los etólogos han propuesto otra teoría de los instintos.

El Premio Nobel Konrad Lorenz (1968) sostuvo que el instinto agresivo es común a muchas especies, sin embargo a diferencia de Freud, el sostenía que la conducta agresiva no ocurre a menos que sea incitada por claves externas. Mientras que para Freud, la agresión es destructiva y perturbadora, Lorenz veía la agresión entre especies como un recurso de adaptación esencial para la supervivencia. Para defender su territorio, o su fuente alimenticia, el animal ataca a quienes lo invaden. La agresión sirve para propagar las poblaciones animales y evitar las concentraciones poblacionales excesivas. Además, como resultado de las luchas que se presentan entre los animales por las hembras, los más fuertes las consiguen y reproducen la especie.

Teorías biológicas

Las teorías biológicas también ubican a la agresión dentro del individuo, pero difieren de las teorías de los instintos en que quieren identificar mecanismos biológicos que la estimulen.

Los neuroespecialistas, han tratado de identificar regiones cerebrales o del sistema nervioso que se relacionan con el comportamiento agresivo. Al sistema límbico, que influye en nuestros impulsos y emociones, se le ha identificado como una de tales regiones. La amígdala, parte del sistema límbico, se cree que cumple una función importante en la agresión (Hitchcock, 1979; Moyer, 1971). Otros han asignado un papel semejante a la corteza cerebral, donde tienen lugar los procesos superiores de pensamiento, como el acto de decidir si un comportamiento es apropiado o no (Weiger y Bear, 1988).

Resulta que cuando la corteza es dañada o se deteriora, el enfermo llega a cometer más agresiones impulsivas (Heinrichs, 1989; Silver y Yudofsy, 1987).

Teoría del aprendizaje social

Esta teoría, relaciona el comportamiento agresivo con el aprendizaje. Los principales defensores de esta teoría Bandura y Walters, sostienen que los niños aprenden cuando, como y a quien agredir. Aunque la mayor parte de este aprendizaje, es resultado de la observación de los padres, también proviene de los compañeros y de los retratos de agresión y violencia que aparecen en los medios de comunicación.

Para finalizar, me gustaría expresar, que ninguna de las teorías de agresión, tiene más importancia una de la otra, sino que todas existen, para tratar de comprender de una manera multidisciplinaria el fenómeno de “agresión”.

En el caso de las teorías de instintos, considero que es difícil pretender argumentar que los seres humanos son agresivos por instinto o siquiera que algunos son mas agresivos instintivamente que otros; en el caso de las teorías biológicas, aunque los mecanismos bilógicos intervengan en la provocación de la violencia, falta que nos expliquen que los inicia, para entender por completo la agresión; y es aquí donde definitivamente la teoría del aprendizaje social, tiene un papel fundamental, ya que esta nos ayuda a comprender a la persona desde afuera, e investiga las formas en que las condiciones externas influyen en el individuo cuando y el como se agrede.

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